Dentro de un rango muy amplio de tamaño y potencia, el C2 Stop&Start es uno de los modelos más recomendables para quien circule principalmente por ciudad o carreteras con tráfico denso. Para este uso tiene las ventajas de cualquier coche pequeño y con cambio automático, más las que da el dispositivo que para el motor siempre que el coche está detenido.
Ese dispositivo es capaz, en primer lugar, de parar el motor automáticamente cada vez que el coche se detiene (salvo en estas excepciones); y, en segundo lugar, de arrancar inmediatamente el motor cuando el conductor quiere iniciar la marcha.
Si no se ha conducido un coche capaz de parar automáticamente el motor, resulta difícil apreciar su ventaja; por eso, recomiendo a todos los que estén interesados en un coche de este tamaño y precio que prueben esta versión del C2, incluso si no están pensando en que sea automático. Las dos ventajas del C2 Stop&Start en ciudad son que no despilfarra carburante cuando está parado y que resulta mucho más agradable, porque ni vibra ni hace ruido en esas condiciones.
Cuando un coche de estas características está al ralentí gasta entre medio litro y un litro cada hora. El ahorro será tanto mayor cuanto más frecuentes y duraderas sean las detenciones que haya en el trayecto.
En el ciclo homologado de consumo urbano, donde las condiciones son mucho menos severas que en circulación normal por ciudad, el C2 ya se distingue de otros coches de su potencia por un consumo bajo. En condiciones reales de circulación urbana, el C2 Stop&Start puede ser más económico de consumo que modelos de su tamaño y potencia con motor Diesel.
Aparte de la ventaja económica que pueda reportar este ahorro de carburante, el C2 Stop&Start resultará satisfactorio para quienes valoren que no despilfarra combustible cuando está parado. Una vez que se ha visto que otra cosa es posible, parece aún más claro el despropósito de que un coche gaste carburante sin ir a ninguna parte, por poco que sea.
La otra razón para recomendar este C2, no menos importante que la economía de consumo, es el confort en ciudad. Por poco que suene y vibre un motor al ralentí, hay una diferencia muy grande entre cuando está en marcha y cuando está parado.
Sobre todo comparado con coches de motor Diesel, el C2 Stop&Start puede dar una sensación de paz cuando está parado que no da ningún otro coche sin este dispositivo. La ventaja no es sólo para los ocupantes del coche, sería aún más agradable para los peatones ir por una calle donde los coches no tienen el motor en marcha.
El funcionamiento del sistema que para y arranca el motor automáticamente es muy bueno. La parada es suave y siempre oportuna; no he observado nunca que el motor se pare cuando no debe y en muy pocos casos ha tardado en pararse. En algunos casos en los que el motor no se ha parado inicialmente, lo ha acabado haciendo después de levantar el pie de freno, mover el coche ligeramente y volver a detenerlo.
La puesta en marcha del motor es igualmente suave y oportuna. El motor permanece parado mientras el conductor tiene pisado el pedal del freno. Se pone en marcha sólo con aliviar esa presión y antes de que el pie llegue al pedal del acelerador; es decir, en ningún caso se ralentiza la puesta en marcha del coche.
El sistema Stop&Start está combinado con el cambio automático llamado «Sensodrive». Para circular por ciudad o siempre que el tráfico sea poco fluido, tiene a su favor todo lo que tienen los coches automáticos de su tamaño: requiere menos esfuerzo y, como no hay que cambiar, es posible dedicar más atención a otras facetas de la conducción. Si bien esta ventaja es patente casi siempre, hay ocasiones en las que sí hay que estar atento al cambio porque el automatismo para reducir resulta lento.
Cuando se circula despacio, en segunda o en tercera velocidad, y repentinamente se requiere una fuerte aceleración (por ejemplo, en una incorporación a una vía rápida), el cambio puede ser muy lento para reducir a primera o segunda. En esos casos, lo mejor es utilizar los mandos del volante para reducir manualmente, antes de que la aceleración sea necesaria.
Aunque el cambio tiene un modo manual, no es preciso usarlo normalmente; en modo automático es posible intervenir manualmente (por ejemplo, para reducir) y, transcurrido un tiempo, el cambio vuelve al modo automático.
Citroën ha hecho una segunda versión muy satisfactoria de este cambio con la caja que llama «CMP», que no parece tener ninguno de los inconvenientes del Sensodrive (más información sobre esta nueva caja en el C4).
Uno de los defectos que tiene como coche de ciudad es que le falta maniobrabilidad. No necesita mucho espacio para girar porque es pequeño, pero hay circunstancias en la que con otros coches de tamaño similar no sería preciso hacer maniobra y con este C2 sí.
En carretera, el C2 es satisfactorio en general. El principal inconveniente es que el consumo de su motor de 88 CV es algo mayor que el de otros coches de esta potencia.
Las prestaciones son las que cabe esperar de un coche de este tipo, no destaca ni por ser rápido ni lento. Hay coches con motor de 1,4 l de cilindrada que son más rápidos, como el Renault Clio, y otros que son más lentos, como el Ford Fiesta.
La carrocería tiene dos puertas laterales, espacio para cuatro pasajeros y un maletero más bien pequeño, aunque con la posibilidad de ampliarlo porque los asientos traseros se pueden deslizar hacia delante. Hay más información y valoraciones sobre la carrocería y otros aspectos del C2 en la prueba de la versión 1.4 75 CV.
Para quien necesite más espacio existe la alternativa del C3 Stop&Start, que es un coche de cuatro puertas laterales, más grande por fuera y por dentro, y con el mismo sistema de propulsión que este C2.
El precio del C2 Stop&Start no se puede comparar con una versión equivalente del C2 sin este dispositivo, porque no la hay.
La versión más parecida es el C2 1.4 Sensodrive, que tiene un motor de 75 CV en lugar de 88. Esta versión cuesta 1.175 € menos que el Stop&Start; creo que el Stop&Start es más recomendable, independientemente de que compense económicamente por el combustible que ahorra.
Comparado con otros utilitarios automáticos, el C2 Stop&Start es también de los mejores. Los únicos que cuestan menos en este momento son coches con muchos años en el mercado, como el Renault Twingo o el Corsa (no el nuevo Corsa, el anterior).
El principal inconveniente del C2 Stop&Start es que tiene un equipamiento cerrado, en el que faltan elementos que nos parecen muy importantes, como el control de estabilidad.