El motor Diesel de 1.4 litros de cilindrada y 68 CV de potencia (todavía no he probado la versión de 92 CV), es uno de los coches más aconsejables para quien quiera un Diesel de esta potencia que suene lo menos posible y que sea muy suave, en cualquier circunstancia.
Se escucha poco el ruido del motor al ralentí, en marcha sostenida o al acelerar fuerte. Sin embargo al ralentí el volante vibra un poco más que en el 206 con el mismo motor. No es una vibración tan intensa (fuerte) como la del Volkswagen Polo TDI 101 CV, ni me ha parecido molesta.
En nuestras mediciones habituales de prestaciones, el C3, a pesar de ser un poco más pesado que el 206, ha sido más rápido en aceleración. No sabemos a qué se puede deber, ni parece que nuestra unidad tuviera más potencia declarada por Citroën; hemos obtenido 166 km/h de velocidad máxima, cuando Citroën anuncia 165 km/h.
El Citroën C3 1.4 HDi tiene unos desarrollos de transmisión muy largos. La quinta marcha tiene un desarrollo de 44,3 km/h cada 1.000 rpm. Por lo tanto, a velocidad máxima el motor va a 3.724 revoluciones por minuto, cuando la potencia máxima es a 4.000 vueltas.
Como tiene unos desarrollos de transmisión largos (mucho más largos que un Clio 1.5 dCi de 65 CV, un Ford Fiesta 1.4 TDci de 68 CV, o un Peugeot 206 1.4 HDi) las recuperaciones son más lentas que las de algunos de sus competidores. En carretera no es un hecho que se aprecie con claridad, ni el motor da sensación de falta de fuerza. Incluso en ciudad con todas las plazas ocupadas y el aire acondicionado puesto, no le cuesta mucho salir desde parado.
Las diferencias de consumo de combustible entre la mayor parte de los utilitarios Diesel me parece el factor menos determinante a la hora de decidirse por cualquiera de ellos; depende mucho más de la forma de conducir de cada uno. En un recorrido de 165 kilómetros por autovía, con el aire acondicionado conectado y casi siempre al máximo de posibilidades de motor ha gastado 8,5 litros cada 100 km (es muy difícil gastar más en un recorrido suficientemente representativo). En 185 kilómetros recorridos en carretera comarcal a un ritmo entre 90 y 130 km/h con tres personas a bordo y el aire acondicionado puesto en ocasiones, ha gastado 6,3 litros cada 100 kilómetros de consumo medio.
El cuenta kilómetros marca 9.507 metros por cada 10.000 reales recorridos, y cuando el velocímetro marca 100 y 160 km/h la velocidad real es 94 y 151 km/h respectivamente.