Citroën C3 HDi 110 (2006) | Un habitáculo no muy amplio con un buen maletero

13/11/2005 |Alfonso Herrero

El habitáculo del C3 destaca por la altura disponible delante y detrás. No es habitual encontrar utilitarios con espacio en las plazas traseras para que quepan personas de 1,90 m. En cambio, la anchura es discreta y el espacio para las piernas detrás es muy justo. De hecho, es el mismo que hay en un Toyota Aygo, que mide 45 cm menos de largo.

Al volante, las piernas van más extendidas que en otros utilitarios porque los asientos delanteros están más altos respecto al piso. Los de nuestra unidad estaban tapizados de cuero y tenían calefacción (900 €). Con este tejido proporcionan muy poca sujeción al cuerpo, sobre todo a la espalda. No tienen reglaje del apoyo lumbar pero sí un apoyabrazos abatible en su lado interior que se puede quitar.

El mando para variar la inclinación del respaldo está en el lado interior del asiento; resulta difícil de manejar porque apenas hay sitio para introducir la mano. El de la calefacción del asiento sí que es más fácil de utilizar (está en el lateral exterior) pero no hay ningún testigo que quede a la vista mientras se conduce para saber en qué nivel de los tres disponibles está. Los reposacabezas se pueden regular en altura e inclinación.

Detrás sólo hay espacio para que dos adultos quepan con comodidad, aunque tres niños pueden viajar sin problemas. Hay anclajes de tipo «isofix» en las dos plazas exteriores. En los respaldos de los asientos delanteros hay una pequeña bandeja de plástico con una hendidura para depositar un bolígrafo y un agujero para colocar un vaso de bebida. Los anclajes no parecen muy robustos.

Junto al retrovisor interior hay otro más pequeño de superficie convexa para poder ver a los ocupantes de las plazas traseras (se supone que para vigilar a los niños).

Los parasoles tienen tapa y están iluminados. En el techo sólo hay una luz interior para todo el habitáculo; está colocada en el centro. También tiene dos luces de lectura.

El maletero tiene 305 l de capacidad. Está iluminado, tiene un pequeño hueco para el estuche de las luces de repuesto en el lateral derecho y un par de cintas para sujetar algún objeto. Hay una bandeja plegable en su interior para modular el espacio de carga que Citroën llama Moduboard (imagen). Cuando no se usa, queda recogida tras los respaldos traseros. Cuando está colocada divide horizontalmente el maletero en dos. Además, si se abaten los asientos, forma una superficie de carga totalmente plana y deja un doble fondo con espacio para guardar algo en su interior.

Hay pocos huecos a mano donde dejar ocultos los pequeños objetos que se usan o llevan a diario. Yo he echado en falta algún pequeño cajón en el salpicadero para llevar el mando del garaje o las llaves de casa. En las cuatro puertas hay bolsas rígidas y bajo los asientos delanteros dos cajones. En la prolongación de la consola hay dos posavasos, uno de ellos ocupado por un cenicero.