El 488 Pista es una versión potenciada y con mejores prestaciones que el 488 GTB. El motor, de ocho cilindros en uve y 3,9 litros de cilindrada, tiene 720 CV (50 CV más) y está sobrealimentado por dos turbocompresores. Es el motor V8 de un modelo de producción más potente que ha hecho Ferrari hasta el momento. Tiene una relación entre potencia y cilindrada muy alta, 185 caballos por litro.
Hay muy pocos deportivos que superen los 700 caballos. Uno de ellos tiene 12 cilindros, el Lamborghini Aventador S (740 CV). Con ocho cilindros está el McLaren 720S Coupé (720 CV) y con un motor de seis cilindros horizontales turboalimentado, el Porsche 911 GT2 RS (700 CV) —ficha comparativa de estos modelos—. Hay otros modelos aquí listados, el Ferrari 812 Superfast (799 CV) y el Bentley Continental Supersports (710 CV) que, en principio, no es una alternativa dado que tiene un planteamiento de gran turismo.
Ferrari dice que muchos elementos con los que ha desarrollado el coche derivan de las mejoras que tienen los vehículos de competición de la categoría GTE (resistencia) y del campeonato Ferrari Challenge. En adelante, las mejoras comparativas comentadas serán en relación al 488 GTB.
La carrocería mide 4,61 m, cuatro centímetros más. La reducción de peso es de 90 kg. Para ello, son de fibra de carbono el capó, la caja del filtro de aire, el parachoques y el alerón trasero y, opcionalmente, las llantas, que son siempre de 20 pulgadas de diámetro. Para aumentar el rendimiento del motor y reducir su masa, los colectores de escape son de Inconel (una aleación con base de níquel y cromo especialmente resistente a las temperaturas elevadas; el escape hace más ruido), las bielas son de titanio y el cigüeñal y el volante motor son más ligeros.
«También del 488 Challenge derivan los turbocompresores con sensor de rpm y la estructura de admisión de aire, que ha pasado del lateral a la zona del alerón trasero para disfrutar de un caudal de aire más fresco y limpio». Según Ferrari, pese al aumento de potencia (que en un motor turboalimentado suele requerir de un turbocompresor más grande), el tiempo de respuesta del turbo es menor.
El conducto que deriva el flujo de aire desde la parte frontal a la posterior (denominado S-Duct) es diferente, «fruto de la experiencia en la Fórmula 1», así como los difusores delanteros, los generadores de vórtices de la carrocería, el disfusor posterior (basado en el del 488 GTE) y el alerón, que es más alto y tiene más superficie. Este rediseño conlleva un 20 % más de carga aerodinámica vertical a velocidad elevada.
Las prestaciones declaradas son muy buenas: puede acelerar de cero a 100 km/h en 2,85 segundos, de cero a 200 km/h en 7,6 segundos (dos segundos menos que un Porsche 911 Turbo Exclusive Series, que tarda 9,6 s en la misma maniobra y ligeramente mejor que un McLaren 720S Coupé; ficha comparativa) y alcanzar más de 340 km/h de velocidad máxima.