El Ferrari Amalfi reemplaza al Ferrari Roma. No es un modelo completamente nuevo, sino una evolución del citado Roma. De hecho, el concepto de vehículo es el mismo: un cupé de configuración 2+2 (es decir, con dos plazas traseras pequeñas), con motor delantero-central, tracción trasera y caja de cambios automática. Por el momento Ferrari solo ha presentado la carrocería Coupé, pero es muy probable que la descapotable (Ferrari Amalfi Spider) no tarde mucho en llegar para sustituir al Ferrari Roma Spider.
El motor es el mismo del Roma (pertenece a la familia de motores F154 de Ferrari). Se trata de un V8 de cárter seco y 3855 cm³ de cilindrada sobrealimentado por dos turbocompresores. Produce una potencia máxima de 640 CV (20 CV más que el Roma) y un par máximo de 760 Nm (igual que el Roma). El corte de inyección se produce a 7600 rpm (7500 rpm en el Roma). El Ferrari Amalfi acelera de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y de 0 a 200 km/h en 9,0 s (el Ferrari más poderoso de principios de siglo, el Enzo de 660 CV, necesitaba 9,5 s). La velocidad máxima es de 320 km/h.
Para ganar esos 20 CV sobre el motor del Roma, Ferrari ha intervenido en los turbocompresores. Ahora pueden girar a más revoluciones (llegan a 171 000 rpm; no tenemos este dato para el Roma) y su centralita de control es más rápida y acertada. Además, el árbol de levas es 1,3 kilogramos más ligero y el bloque motor pesa un kilogramo menos gracias a un mecanizado más preciso. Estas mejoras tienen como resultado un motor que responde con mayor inmediatez al acelerador, sobre todo en marchas largas y especialmente en tercera y cuarta. La masa del Amalfi «en seco» (sin gasolina, ni otros líquidos) es de 1470 kg, dos menos que la del Roma.
La caja de cambios es automática de doble embrague (bañados en aceite) y ocho relaciones, como en el Roma, si bien lleva una gestión electrónica más refinada para mejorar su rendimiento. Es novedad el sistema de frenos, que incorpora tecnología by-wire (por cable), es decir, que cuando se pisa el pedal del freno la orden de frenar no se transmite por medios mecánicos, sino por medios electrónicos. Este cambio ha obligado a Ferrari a recalibrar el ABS (utiliza una versión llamada ABS Evo, derivada del 296 GTB) y a coordinar correspondientemente los elementos de aerodinámica activa de la carrocería.
Todos los sistemas encaminados a controlar la dinámica del vehículo —desde el ABS y el control de estabilidad, hasta la asistencia de la dirección y el control del par motor— están englobados en el marco de lo que Ferrari llama sistema Side Slip Control (SSC). El Amalfi lleva la versión 6.1 de SSC (el Roma tiene la 6.0).
El alerón posterior es móvil y tiene tres posiciones, como en el Roma: Low Drag (LD), Medium Downforce (MD) y High Downforce (HD). El vehículo lo coloca en una posición u otra en función de parámetros como la velocidad, la aceleración lateral y el modo de conducción. En rectas, el alerón va situado en las posiciones LD o MD para disminuir la resistencia al avance, y si el coche detecta que se está practicando una conducción ágil en curva, lo cambia a la posición HD. En HD, la fuerza descendente que produce el aire al chocar con el alerón es de 110 kg a 250 km/h, es decir, 15 kg más de los que genera el Roma a esa misma velocidad.
La cabina del Amalfi tiene un diseño general similar al del Roma, aunque hay cambios en la zona de la consola central. La pantalla del multimedia de 8,4 pulgadas y orientación vertical del Roma deja paso a una de disposición horizontal y 10,25 pulgadas. El sistema de infoentretenimiento, además, ahora es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. La instrumentación se ve en una pantalla de 15,6 pulgadas y delante del pasajero puede haber otra pantalla, de 8,8 pulgadas. El volante también es nuevo pues las superficies táctiles han sido reemplazadas con pulsadores mecánicos.
Los neumáticos son Bridgestone Potenza Sport o Pirelli PZero y sus dimensiones son 245/35 R20 delante y 285/35 R20 detrás. Los discos de freno tienen un diámetro de 390 mm delante y 360 mm detrás. Estos datos son exactamente los mismos que los del Ferrari Roma.
Como prácticamente cualquier vehículo moderno, el Ferrari Amalfi tiene sistemas de ayuda a la conducción como, por ejemplo, programador de velocidad activo, alerta por cambio involuntario de carril, detector de vehículos en el ángulo muerto y un conjunto de cámaras para generar una visión de 360 grados del entorno. En opción hay un sistema que eleva 40 milímetros el eje delantero (hasta una velocidad de 35 km/h) con el objetivo de evitar rozar los bajos en rampas y otros obstáculos.