Fiat Panda Dynamic 1.2 (2004) | Espacio y funcionalidad de las plazas traseras y el maletero
La forma y el tamaño de la puerta trasera, y la altura del suelo del coche, hacen que sea más fácil entrar en el Panda que en las plazas traseras de otros coches de este tamaño. La principal limitación en este sentido es común a otros coches de este tamaño: el espacio libre entre los asientos.
El Panda es demasiado estrecho para llevar tres pasajeros atrás, aunque sean niños. Tampoco hay mucho espacio longitudinal en términos absolutos; hay menos que en cualquier utilitario más grande, como un Ford Fiesta, un Opel Corsa o un Renault Clio.
No obstante, el espacio longitudinal que hay se puede aprovechar mejor que en otros coches mayores por dos razones: una, los asientos hacen que las piernas de los pasajeros vayan menos flexionadas; dos, hay mucho espacio para meter los pies por debajo de los asientos delanteros.
La altura es más que suficiente en casi cualquier caso; este es uno de los factores que facilita moverse dentro del Panda (por ejemplo, para acomodar a un niño en su silla). En conjunto, hay más sensación de amplitud detrás que delante, salvo si los asientos delanteros están muy retrasados.
La versión que hemos probado tenía el asiento trasero opcional de tres plazas (35 €); salvo para quien esté muy seguro de que va a necesitar esa quinta plaza, me parece mucho más recomendable el de cuatro porque recoge mejor el cuerpo y porque lleva a los pasajeros más lejos de las puertas.
Como ocurre en los asientos delanteros, en los traseros los reposacabezas quedan lejos de la cabeza y, para algunas personas, demasiado bajos.
Atrás no hay espacio para dejar cosas, salvo que no vaya en el centro el cenicero móvil. No hay tampoco salidas de ventilación ajustables, iluminación, cortinillas, tomas de corriente u otros elementos de equipamiento.
Las hebillas traseras son de las que se meten dentro del asiento al intentar abrochar el cinturón. En muchos casos es necesario usar las dos manos para abrocharlo (al menos, en el asiento de tres plazas).
Entre estas carencias, la que me parece más importante es el elevalunas eléctrico. Al margen del confort para los ocupantes de las plazas traseras, este elemento da la posibilidad al conductor de evitar que las abra un niño, si tiene un sistema para desconectarla.
Con el asiento de cinco plazas, el respaldo trasero está dividido en proporciones 60/40, pero la banqueta es fija. Al abatir los respaldos, queda un escalón muy grande con relación al suelo del maletero.
El maletero tiene una forma regular, pero es pequeño en términos absolutos. Si consideramos el tamaño del coche, en cambio, es bueno; los únicos coches menores de 3,6 m que tienen más maletero que el Panda son el Suzuki Wagon R, el Opel Agila (que son el mismo coche) y el Hyundai Atos Prime.
Al margen del espacio, el maletero tiene dos inconvenientes: uno es que no hay un lugar previsto para los triángulos de señalización. El otro es que no hay más suelo del maletero que la moqueta; sería preferible una base rígida, sobre todo en caso de llevar objetos pesados.