La unidad que hemos probado corresponde a las primeras series fabricadas. Es posible que, cuando el coche lleve un año en producción, muchos de los defectos que tiene se solucionen.
Aunque este Panda no tiene nada que ver con el anterior desde ningún punto de vista, no es un coche que se distinga por su buen acabado en términos absolutos. Comparado con otros coches de su precio, sí tiene un grado de calidad normal. En todo caso, llama la atención que un coche que puede tener un equipamiento tan bueno tenga un acabado tan corriente.
Es un coche sencillo, donde prácticamente no hay ningún elemento puesto para dar mejor aspecto; la única concesión en este sentido es el tapizado de las puertas, con un tejido muy similar al de los asientos. Por lo tanto, se puede ver fácilmente la chapa, las uniones de las piezas de plástico o la sujeción de la tapicería.
No ninguna pieza de plástico laminado o pintado, todas son de un plástico duro de color claro; algunas tienen una textura que disminuye la reflexión de la luz, otras no. Muchas de estas piezas de plástico tienen un borde mal acabado (con filo en lugar de redondeado); en unos casos hay que investigar para encontrar esas piezas, pero en otros se notan normalmente al tacto.
Una de las cosas que me parece urgente cambiar es el mando de ajuste de altura del asiento que, además de tener filo, parece muy endeble. Otro mando del que da un poco de miedo tirar es el de ajuste vertical del volante, porque parece hecho para pillarse los dedos.
Curiosamente, todas las piezas de chapa están pintadas por las dos caras, algo que empieza a ser raro en los utilitarios modernos.
O el equipo de sonido que tenía nuestra unidad de pruebas no funcionaba correctamente, o es el peor que he oído desde el anterior Panda.
Con los graves y agudos a cero y sin usar ninguna de las ecualizaciones que tiene el sistema sonaba muy mal. Si se ecualiza, se arregla un poco, pero el problema parece ser más la instalación que la fuente. Sin que el volumen estuviera muy alto, los paneles de las puertas vibraban casi tanto como la membrana de los altavoces.
El sistema de luz de acompañamiento que tiene me parece el mejor que hay: por cada vez que se dé una ráfaga de luces después de quitar el contacto, permanecen encendidas 30 s (hasta un máximo de tres minutos y medio). La pantalla va indicando cuánto tiempo se van a dejar conectadas.
Como otros Fiat modernos, tiene un buen ordenador de viaje, una pantalla fácil de leer y muchas funciones que se pueden programar.
El manual parece redactado para un aparato electrónico en vez de para un coche: descriptivo en lugar de funcional. Detalla qué pueden hacer todos los mandos, pero explica mal cómo se usan. Yo, que no había fracasado ni con un BMW Serie 7, he devuelto un Panda sin saber cómo se ajusta la intensidad de la iluminación del cuadro (y, según el manual, parece que existe un método para conseguirlo).