El Ford Fiesta es un coche con una estabilidad muy buena. De los utilitarios que pueden tener motor Diesel (el Mini sólo lo hay con motor gasolina) no encuentro ninguno que vaya mejor, pero el Renault Clio también es un coche con una excelente estabilidad e incluso todavía más recomendable para quien quiera la máxima seguridad activa, pues puede tener control de estabilidad.
Por su forma de desenvolverse en carretera y por el excelente tacto de su dirección, el Ford Fiesta recuerda (hasta cierto punto) a algunos utilitarios potentes tildados de deportivos. Es un coche ágil de reacciones con mucha capacidad para cambiar de dirección y con un límite de adherencia muy elevado. No es brusco de reacciones y no es fácil que sobrevire, aunque tiende a cerrar algo la trayectoria cuando hay deceleración en curva.
No he encontrado diferencias sustanciales de estabilidad con respecto al Ford Fiesta 1.4 80 CV (aunque no lo conduje mucho), aunque el gasolina montaba unas ruedas más estrechas.
De serie los neumáticos son unos 175/65 R14, aunque nuestra unidad de pruebas (equipamiento Ghia) tenía la opción de neumáticos 195/50 R15, que no le hacen falta para que vaya bien; pero quizá gane algo de adherencia lateral y frenada. También en opción puede tener unos neumáticos 195/45 con llanta de 16 pulgadas.
Sin embargo, con los 195/50 R15 hemos obtenido unos datos de frenada mejor que con los 175/65 R14 del Fiesta 1.4 gasolina de 80 CV; ambos tienen el mismo equipo de frenos. Con los neumáticos anchos ha frenado desde 120 a 0 km/h en 56 metros (el mejor dato que tenemos en coches comparables probados por km77.com ) frente a los 58 metros que frenó la versión de gasolina de 80 CV con los neumáticos de serie. El tacto del freno es bueno en todo su recorrido y aguanta normalmente bien un uso rápido en carreteras con curvas.
Otra cualidad positiva es una amortiguación no tan blanda como la de otros utilitarios de esta potencia (pero ni mucho menos es incómoda), y contiene muy bien todos los movimientos de la carrocería.
La palanca del cambio de marchas queda cerca de la mano del conductor y su manejo (tacto, recorrido, y rapidez) me ha parecido excelente.