El motor es un 2,0 l fabricado en aluminio denominado por Ford «Duratec», de 150 CV de potencia a 6.000 rpm y admisión variable «VIS». Es el mismo que tienen otros modelos de Ford, como el nuevo Focus, el Focus C-Max y el Mondeo, donde da 145 CV de potencia (a idéntico régimen).
La versión de este motor en el Fiesta ST tiene cambios en el sistema de admisión (según asegura Ford tiene menos pérdidas), un colector de escape modificado (con una estructura «cuatro en uno») y un catalizador revisado para reducir la contrapresión. El volante de inercia del motor es un 20 por ciento más ligero. Con estos cambios la potencia es 5 CV mayor que la del motor de partida, mientras que el par máximo es 190 Nm en lugar de 185 Nm, siempre a 4.500 rpm.
Ford también ha hecho otras modificaciones en este motor con el objetivo de que entre adecudamente en el vano motor del Fiesta.
Los recorridos de la palanca de cambios son más cortos que en el resto de los Fiesta (salvo la nueva versión «Sport»).
El Fiesta ST tiene los mismos discos de freno ventilados en las ruedas delanteras que el resto de los modelos de la gama, que son de 258 mm de diámetro. Lo que cambia en el ST son las pastillas y las pinzas, que son las mismas que llevan el Focus ST de 170 CV. Por otra parte, tiene discos de freno en las ruedas traseras, en lugar de tambores.
Los amortiguadores y muelles delanteros y traseros son más duros que en el resto de las versiones del Fiesta.
El eje transversal de torsión también es más rígido en esta versión (imagen de la suspensión trasera de un Ford Fiesta). Además, las ruedas delanteras tienen un poco más de caída negativa.