El exterior del RS se distingue de un Focus normal por su paragolpes delantero con tomas de refrigeración más grandes, el paragolpes trasero rediseñado, bajos de carrocería más pronunciados, un alerón trasero, aletas ensanchadas y la salida de escape más grande.
Las llantas de —8 x 18 pulgadas— están fabricadas en aleación de aluminio que mantienen un diseño similar al de las llantas de magnesio (más ligeras y costosas) utilizadas en el Focus WRC para los rallyes de asfalto. De momento, el RS 200 sólo se ofrece en color azul metalizado.
El enfoque muy deportivo del Focus RS queda también patente en el interior, con asientos delanteros tipo bacquet y acabados en aluminio para el pomo de la palanca de cambios, el freno de mano y los pedales, todos ellos firmados por Sparco.
Por diseño y sujeción lateral, los asientos se aproximan mucho a un verdadero bacquet de competición, aunque son algo más cómodos para su uso a diario.
Los agujeros que tiene situados en el reposacabezas (integrado en el respaldo) son meramente ornamentales puesto que no permiten pasar unos cinturones de seguridad de arnés (los agujeros son estrechos y están situados demasiado altos para ajustar bien los cinturones al cuerpo). Además, los agujeros practicados en el reposacabezas llevan un marco plateado en plástico duro que me parece poco apropiado para una zona en la cual podríamos llegar a golpear con la cabeza violentamente y debería estar mullida.
Los asientos tienen un tapizado mixto en cuero y Alcantara, combinados en color negro y azul, como el resto de los revestimientos en los laterales del habitáculo. El volante también está recubierto en piel de dos colores y en la parte superior del aro lleva una tira indicadora semejante a la que se utiliza en los volantes de competición (principalmente de dos radios) para marcar dónde está derecho el volante.
Otro legado de los coches de carreras es que el arranque se realiza pulsando un botón (de color verde) situado en la consola central, junto al freno de mano. Dicha consola está acabada en fibra de carbono y también lleva una chapa metálica que tiene troquelado el número de fabricación de cada vehículo (nuestra unidad de pruebas era la nº 1.539).
La instrumentación es específica en este modelo, está rematada en fondo parcialmente en azul y lleva el anagrama «RS» sobre el cuentavueltas. Como los coches de carreras, lleva un indicador luminoso que se enciende al llegar a 5.800 rpm para marcar el punto óptimo de cambio de marcha, algo de gran ayuda teniendo en cuenta la rapidez con la que sube de vueltas.
El termómetro de agua que llevan el resto de los Focus se ha sustituido en el RS 200 por un indicador de presión de sobrealimentación del turbo. Dicho manómetro me parece útil, pero no veo acertado haber eliminado el indicador de temperatura del agua. Tampoco entiendo como un coche tan deportivo como el RS 200 lleva una instrumentación tan pobre, sobre todo, teniendo en cuenta que su hermano menor, el Focus ST 170, lleva dos indicadores adicionales de presión y temperatura de aceite que también se podían haber colocado en este modelo.
Bajo el piso del maletero hay hueco para una rueda de repuesto de emergencia, sin embargo, en su lugar lleva un equipo repara pinchazos que puede ser sólo útil en determinadas circunstancias.