La habitabilidad del Ford Focus 4p es muy pareja con la de otros modelos grandes de este tipo, como el Renault Mégane Classic. Permite viajar cómodamente con cuatro adultos o acomodar tres niños en la parte trasera. Espacio para las piernas, anchura interior y altura están bien proporcionados.
Detrás tiene tres reposacabezas y cinturones de tres puntos para todos los pasajeros. Sin embargo, al pasajero central le resta espacio para los pies el abultamiento que hay en el suelo y las guías longitudinales de los asientos delanteros. Otro aspecto que limita la comodidad del Focus, si se usan las tres plazas traseras, es que los pasajeros laterales se dan con la cabeza en el arco que hay por encima de las ventanillas, al tener que ir sentados en los extremos.
El maletero es grande (490 litros), sólo superado por el Renault Mégane Classic (510 litros), aunque su forma no es de las más aprovechables al tener en los laterales las columnas de suspensión. La capacidad de carga se puede ampliar gracias a sus asientos traseros abatibles (60/40), sin embargo, el espacio disponible no es diáfano como en los modelos 5 puertas al tener un arco metálico que forma parte de la estructura de la carrocería entre el maletero y el habitáculo. La boca de carga es algo pequeña y falta un revestimiento en el interior de la tapa del maletero.
No ocurre lo mismo en el habitáculo, en donde la presentación de todos los elementos es buena. Los plásticos tienen buena presencia y remate, pero son muy duros. En una ocasión me he golpeado con las rodillas en la parte baja del salpicadero y me he acordado de algún familiar de quien decidió colocar en el interior aquella pieza tan dura.
Todos los mandos se encuentran a mano y la instrumentación es sencilla y se lee bien. El cuentarrevoluciones no tiene marcado en rojo la zona de máximo régimen: algunos lo echarán en falta y otros no se darán ni cuenta. El velocímetro marca ligeramente en exceso: a 80 km/h de marcador vamos a 75 km/h reales, a 100 la velocidad es de 95, a 120 son 115, a 140 rodamos a 134 y con el velocímetro en 180 km/h la velocidad real es de 172 km/h. Por el contrario, el cuentakilómetros marca de menos: cada 10 kilómetros de marcador recorre en realidad 10 km y 250 m.
Además de los múltiples y prácticos huecos donde colocar pequeños objetos (llaves, teléfono móvil o monedas) en la consola hay un reposavasos doble. Es muy práctico, pero sujeta poco en los laterales y es relativamente fácil que acabe volcándose la bebida al llegar a alguna curva.
Los faros son potentes, pero las largas anulan a las cortas y, en carreteras con curvas, se reduce la amplitud de campo y la visión. Con antinieblas este problema se mitiga ligeramente, aunque tampoco los antiniebla del Focus son un ejemplo en iluminación.