El Ford Focus Coupé-Cabriolet es un descapotable de cuatro plazas con un techo rígido plegable de dos piezas accionado eléctricamente. El proceso de apertura y cierre tarda 29 segundos. Es un techo mucho más sencillo que el de otros descapotables modernos, como un Volkswagen Eos o un Opel Astra TwinTop.
Al tener solo dos piezas, éstas tienen una longitud importante, que requiere que el voladizo trasero sea largo para que el techo plegado pueda entrar en el maletero. Además, el parabrisas también es algo voluminoso.
Una ventaja de que el voladizo trasero sea largo es que el maletero del Coupé-Cabriolet es el de mayor capacidad entre los descapotables de este tipo y tiene una boca de carga muy amplia (imagen). Una desventaja de tener un maletero tan grande (de 95 cm de longitud) es que disminuye el espacio para las piernas disponible para los ocupantes de los asientos traseros.
Cuando el techo está sobre la carrocería el volumen es 534 l, más que el Renault Coupé-Cabriolet (490 l) y mucho más que un Volkswagen Eos (380 l) o un Peugeot 307 (350 l). Cuando el techo está alojado en el maletero la capacidad disminuye hasta 248 l; el Astra, el Eos y Peugeot 307 tienen cerca de 205 l y el Megane 190 l.
Estas medidas del maletero del Coupé-Cabriolet corresponden a versiones con equipo reparapinchazos, no con la rueda de emergencia que será de serie en las versiones que se vendan en España.
El interior del Focus Coupé-Cabriolet es muy parecido al del resto de variantes del Focus (más información).
El asiento está 20 mm más bajo que en otros Focus (que lo tienen más bien alto). Además de favorecer la posición al volante, también permite mejorar la altura libre y disminuir el efecto del aire sobre la cabeza al circular sin el techo. Los asientos de cuero de la versión «Titanium» me han parecido muy cómodos, son duros y tienen suficiente sujeción lateral. La regulación en altura es eléctrica.
Delante hay espacio suficiente para que dos adultos altos viajen con mucha comodidad. En el asiento trasero (de dos plazas) la anchura entre hombros es muy buena para dos ocupantes, 16 cm más que un Eos y un Astra TwinTop. La altura es normal.
El espacio para las piernas es suficiente si detrás viajan niños o adultos que no superen 1,75 m de altura, y siempre que los ocupantes delanteros tengan una estatura normal y prefieran ir en una posición adelantada. En esas condiciones, el asiento trasero me ha resultado lo suficientemente cómodo para realizar desplazamientos no muy largos.
El espacio para las piernas aumenta unos centímetros en la posición más alta del asiento del conductor (al subir, se inclina ligeramente hacia delante).
El salpicadero es el mismo que tiene el resto de la gama, con cambios en los tonos utilizados y con algunas molduras decorativas diferentes.
En conducción sin techo, el aire no molestará a los pasajeros con una estatura normal y que prefieran ir con el asiento en la posición más baja y cercana al volante, ya que la cabeza les quedará por debajo del final del parabrisas. Si conductor o pasajero son altos o les gusta ir en una posición alta, notarán el flujo de aire en la parte superior de su cabeza.
Es muy recomendable la opción del cortavientos, ya que limita de una forma notable los remolinos de aire detrás de las cabezas de los ocupantes delanteros. Además, puede plegarse fácilmente y guardarse en el maletero.
Si se conduce con el techo colocado, el Coupé-Cabriolet parece bien aislado, aunque el motor se oye de una forma clara en el interior, sobre todo cuando se circula a un régimen alto. Como en todo descapotable, es recomendable que si viajan personas detrás se cierre el techo, para evitar que el viento moleste en exceso.
Durante la presentación del Ford Focus Coupé-Cabriolet en Siena (Italia) hubo momentos con tormentas y lluvia intensa. En esas condiciones, comprobamos que había filtraciones de agua en todos los modelos pre-serie disponibles para la prensa.
Ford España lamentó los hechos e informó de que no se venderá en España ningún Focus Coupé-Cabriolet hasta que el problema esté completamente solucionado. En principio, el lanzamiento está previsto para noviembre de este año.
Hemos podido conducir las versiones con los motores Diesel de 136 CV y gasolina de 146 CV. Ambas unidades llevaban neumáticos Continental SportContact 2 en medida 205/50 R17.
Es un coche estable y muy fácil de conducir rápidamente. Su comportamiento parece muy similar al de otras versiones del Focus. Las diferencias vienen marcadas por la suspensión, que es más dura (sobre todo en compresión) que en otras variantes del Focus con suspensión de serie (que ya tiene un reglaje tirando a duro). Por tanto, aunque la suspensión es efectiva en la absorción de baches y otras irregularidades de la carretera, éstos se notan algo más que en un Focus de cuatro o cinco puertas. En extensión la suspensión también hace un buen trabajo, limitando los movimientos amplios de la carrocería.
El Focus Coupé-Cabriolet 2.0 de gasolina tiene un motor muy suave y progresivo al subir de régimen. Tiene buena respuesta, siempre que mantengamos el régimen de giro del motor por encima de 3.000 rpm. Por debajo, le cuesta un poco subir de vueltas. No obstante, esto último no supone un problema, ya que el motor mueve con agilidad al coche.
No parece dar la aceleración que un motor gasolina de 146 CV debería dar, pero eso también ocurre en el Mondeo con ese motor y, sin embargo, los resultados que se obtienen al medir las prestaciones sí son acordes con la potencia.
La sonoridad es más elevada que en la versión de cuatro puertas, incluso si conducimos con el techo puesto, muy probablemente porque está peor aislado. Es ruidoso cuando circulamos con el motor a un régimen alto, aunque el sonido no es desagradable.
El Coupé-Cabriolet con motor Diesel tiene unas prestaciones excelentes y una respuesta muy buena, sobre todo de 2.000 a 2.500 vueltas. Gana velocidad con mucha facilidad y permite realizar adelantamientos y maniobras que requieran rapidez muy fácilmente.
La sonoridad del motor es baja excepto cuando aceleramos mucho en marchas cortas. No hay vibraciones en el volante, la palanca de cambios o los pedales. (Prueba del Focus de cinco puertas con este motor).
En ambas versiones la dirección asistida de endurecimiento progresivo tiene un buen tacto, resulta suave a baja velocidad y tiene la dureza justa cuando circulamos a una velocidad alta. El cambio de marchas tiene un tacto ligeramente duro y es preciso en los cambios, algo más el de seis velocidades.
En un recorrido de 80 kms que mezclaba autovía, carretera de doble sentido (con algunos adelantamientos) y ciudad, donde no circulamos a una velocidad superior a 130 km/h, el Coupé-Cabriolet Diesel tuvo un consumo de 5,7 l/100 km (según el ordenador de viaje). La versión gasolina, en unas condiciones muy similares, consumió más de 10 l/100 km.