El Honda CR-V 2019 rueda con más suavidad, es más cómodo de suspensión y tiene un habitáculo mejor aislado del ruido que la anterior generación, el CR-V 2015. En todas estas facetas da un resultado bueno, pero creemos que en ninguna destaca en comparación con alternativas como el Mazda CX-5, el Peugeot 5008 o el Škoda Kodiaq (impresiones de conducción).
De acuerdo con nuestras mediciones, es uno de los modelos más amplios de su categoría, tanto de habitáculo como de maletero. Honda ofrece en el CR-V, por vez primera, la posibilidad de pedir siete plazas, si bien en los dos asientos adicionales hay poco espacio (imagen) y únicamente están disponibles con los motores de gasolina, los niveles de equipamiento más altos (Elegance y Lifestyle) y siempre con tracción total (4x4). La versión híbrida, por tanto, no puede tener siete plazas. Más información en las impresiones del interior.
Hemos conducido las tres versiones del CR-V actualmente a la venta: motor de gasolina de 173 CV con cambio manual, motor de gasolina de 193 CV con cambio automático y sistema híbrido no enchufable de 184 CV con cambio automático. De las versiones de gasolina hablamos en este artículo y del CR-V Híbrido en este otro. No hay, ni habrá, posibilidad de pedir un motor Diesel.
La combinación más asequible —motor de 173 CV, tracción delantera (4x2) y cinco plazas— cuesta 28 500 euros; precios de toda la gama Honda CR-V 2019. Con respecto a las alternativas con características equivalentes, el precio está en un punto intermedio-bajo, como se observa en este listado de todoterrenos, ordenado por precio, de entre 4,50 y 4,70 metros de longitud y motor de gasolina de más de 160 CV. Un Mazda CX-5 (165 CV) y un Nissan X-Trail (163 CV) son más baratos, mientras que un Citroën C5 Aircross es más caro, si bien su precio es el mismo que el del CR-V cuando se iguala el equipamiento (ficha comparativa).
El Honda CR-V Híbrido es 1000 euros más caro que el Toyota RAV4 Híbrido, su única alternativa (el Lexus NX 300h es 9100 euros más costoso y el Mitsubishi Outlander PHEV es un híbrido enchufable). El Toyota es 24 CV más potente, acelera más rápido de 0 a 100 km/h y tiene un consumo medio homologado inferior (ficha comparativa).
El motor de gasolina de las versiones de 173 y 193 CV tiene 1,5 litros de cilindrada y sobrealimentación mediante un turbocompresor (la denominación comercial en ambos casos es 1.5 VTEC Turbo). Es el mismo que Honda utiliza en el Civic, pero con los cambios que explicamos en el apartado de información técnica. La caja de cambios es manual de seis relaciones en el de 173 CV y automática de variador continuo (CVT) en el de 193. La versión automática nos ha parecido más ruidosa y con una respuesta menos enérgica a pesar de tener 20 CV más de potencia; esto, unido al excelente funcionamiento del cambio manual (junto con el del Mazda CX-5 son los mejores por precisión) complica la decisión a la hora de optar por uno u otro.
Ambos cambios van combinados con un sistema de tracción total que Honda llama «Real Time AWD with Intelligent Control System», pero solo el manual puede adquirirse con tracción delantera. Una diferencia importante entre ambos cambios es la capacidad de remolque, mucho menor en el automático (1500 kg) que en el manual (2000 kg; 1800 kg en la versión de siete plazas).
El CR-V 2019 está construido sobre una plataforma distinta a la del CR-V 2015, con una distancia entre ejes tres centímetros mayor, si bien la longitud de la carrocería es la misma, 4,60 metros. La anchura (1,86 m) ha crecido 3,5 cm y la altura (1,68 m) ha disminuido 0,6 cm. El maletero de la versión de cinco plazas tiene 561 litros. Son 28 menos que antes, pero continúa siendo uno de los más capaces, únicamente superado por el Peugeot 5008, el Škoda Kodiaq y el Nissan X-Trail. La versión de siete plazas tiene 472 litros con la configuración de cinco asientos y 150 litros si están todos en uso.
Algunos elementos de equipamiento novedosos del CR-V 2019 con respecto a la anterior generación son los faros de ledes (antes los más avanzados eran de xenón), una pantalla para la instrumentación, un nuevo sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay, un sistema de proyección de información en el parabrisas, la apertura del portón sin manos (mediante un movimiento del pie) y un freno de estacionamiento mediante botón en vez de palanca. El techo panorámico de cristal ya no es fijo sino que se puede abrir. Las llantas pueden ser de 17, 18 o 19 pulgadas.
Los siguientes elementos de ayuda a la conducción —que Honda agrupa bajo el nombre de Honda Sensing— son de serie en todos los niveles de equipamiento: programador de velocidad activo, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y bicicletas y sistema de detección de vehículos en el ángulo muerto y de tráfico perpendicular posterior al retroceder. Lo que el CR-V no puede tener es un sistema de aparcamiento automático, ventilación en los asientos delanteros (sí calefacción) o una superficie de recarga inalámbrica para móviles (como sí tiene el Civic).
Para mejorar las capacidades fuera del asfalto, que eran pocas en el CR-V 2015, Honda ha incrementado la distancia libre al suelo (es 201 mm en el mejor de los casos; antes 165 mm) y ha recalibrado el sistema de tracción total. En cambio, no ha añadido un sistema de ayuda al descenso de pendientes o un programa de conducción específico para todoterreno.
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