El interior del i30 Fastback es idéntico al del i30 5p en la primera fila de asientos. La sensación de calidad que transmite es correcta por el aspecto de los materiales de recubrimiento que emplea Hyundai y elevada por la solidez con la que parecen estar encajados. Hay una buena cantidad de huecos para dejar objetos y aprender la disposición de los mandos en el salpicadero no requiere de apenas esfuerzo. Delante de la palanca del cambio hay una superficie para la carga inalámbrica de teléfonos móviles, un enchufe de 12 voltios de tipo mechero, una entrada auxiliar y otra USB. Sobre estos y otros elementos hay mucha información en las impresiones del interior del i30 5p.
Los cambios en el habitáculo se limitan a la fila trasera de asientos y al maletero. Los pasajeros traseros tienen a su disposición dos salidas de aire en el centro y un hueco en cada puerta en el que caben botellas de 500 mililitros. De acuerdo con nuestras mediciones, con respecto a un i30 5p hay 2 centímetros menos de espacio para las piernas y 8 cm menos de altura libre hasta el techo. En la parte trasera de un i30 Fastback, una persona de 1,85 metros de altura no se puede sentar con el cuello estirado, ni si quiera aunque adopte una postura de cuerpo relajada, es decir, sin ir con la espalda perfectamente pegada al respaldo. Para ir confortable detrás hay que medir menos de 1,80 metros. En un Honda Civic y en un Škoda Rapid hay, respectivamente, 3 y 2 cm más de altura y también más espacio para las piernas.
Nuestra unidad tenía instalado un techo opcional practicable que resulta muy agradable porque produce en el habitáculo una sensación de mayor espacio. Tanto el propio cristal como la cortinilla que lo cubre tienen accionamiento eléctrico (imagen del botón). A diferencia de lo que suele ser habitual, por cómo va colocado, no parece restar altura al techo para los pasajeros en la fila trasera. En contraste con el resto de elementos del vehículo, que nos causaron una buena sensación de ajuste, parecía que alguna de las piezas del techo no estuviera bien encajada porque durante la conducción a veces se escuchaba un crujido de la zona superior derecha.
La plaza central trasera no es tan cómoda ni espaciosa como las laterales porque la banqueta va un poco más elevada en la parte del centro y el respaldo alberga el reposabrazos, que tiene un mullido más duro. Además, si los pasajeros delanteros llevan los asientos en su posición más baja, apenas queda hueco para que los traseros puedan introducir los pies por debajo.
El acceso a las plazas posteriores es algo más incómodo que en el i30 5p porque, debido a la caída del techo, la forma de la parte superior de las puertas es distinta y obliga a realizar un movimiento de cuello más acusado para introducir la cabeza; la diferencia no es grande pero conviene que el usuario la tenga en cuenta si atrás van a viajar frecuentemente personas con movilidad reducida, por ejemplo.
El volumen del maletero es 450 litros, 51 más que en un i30 5p. Los de un Honda Civic y un Škoda Rapid son de mayores dimensiones (478 y 550 litros respectivamente). La boca de acceso es amplia y el espacio de carga tiene unas formas regulares que facilitan su aprovechamiento (imagen). El borde de carga está situado a mucha altura (82 cm del suelo, 7 cm más que en el i30 5p). Los respaldos de los asientos traseros son abatibles (están divididos en una proporción 60/40; imagen) y la superficie que forman queda enrasada con la del maletero. Hay una trampilla a la altura del asiento central que comunica con el habitáculo y que permite transportar objetos largos dejando utilizables las dos plazas laterales traseras. Bajo el piso hay una bandeja de plástico de unos 10 centímetros de profundidad (imagen) en la que se pueden transportar, por ejemplo, los triángulos de señalización de emergencia. Bajo esta bandeja se encuentra una rueda de repuesto de tamaño de emergencia (esto es, más estrecha que el resto; imagen).