Kia EV3 (2025) - Un coche eléctrico que cumple bien en todo y con un precio menor al resto | Impresiones del interior

15/11/2024 |Enrique Calle

Cuesta hablar del Kia EV3 como SUV. Tampoco es sencillo encuadrarlo como un turismo. Su altura (1,56 metros) es algo menor que la de un SUV tradicional y mayor que la de turismo. Sea lo que fuere, el acceso es cómodo ya que los asientos están colocados a una altura que a muchas personas les resultará conveniente. El espacio en las plazas delanteras, así como en las traseras, está en la media en relación al de otros SUV de tamaño parecido (mediciones propias), suficiente para cuatro adultos de talla media o algo superior.

Los asientos de piel artificial (versión GT-Line) resultan acogedores y sus reposacabezas tienen la peculiaridad de que no están rellenos de espuma; en su lugar hay un trozo de tela tensada alrededor de un marco de plástico. Son extremadamente cómodos cuando se apoya la cabeza en ellos, recuerdan a los cojines que tienen los BMW Serie 7 o los Mercedes-Benz Clase S en las plazas traseras. Los asientos tienen una posición «relax» pensada para ser utilizada en parado (por ejemplo mientras se recarga la batería).

El salpicadero recuerda mucho al del EV9 por las pantallas (imagen). Hay tres y todas ellas van unidas bajo una misma cubierta: dos son de 12,3 pulgadas —para la instrumentación y el sistema multimedia— y la del medio de 5 pulgadas —climatizador—. Esta pantalla me parece un error por parte de Kia porque queda tapada por el volante, da igual cómo se coloque este. Afortunadamente en el salpicadero hay mandos (imagen) para las funciones principales y no hace falta recurrir con frecuencia a la pantalla.

Justo por encima de esos mandos hay otros sobre una superficie háptica. La superficie es del mismo material que otras zonas del salpicadero. Otro acierto de Kia que no ha empleado el plástico negro piano ahí ni en ninguna otra superficie del coche, así que las únicas marcas de los dedos son las que quedan en la pantalla.

Los mandos para poner en marcha el coche, activar el freno de estacionamiento y seleccionar las distintas posiciones de marcha están en un brazo grueso situado debajo de la palanca de los limpiaparabrisas (imagen), algo cerca de la rodilla derecha del conductor aunque creo que nadie se golpeará con ella (a mí no me ha pasado).

Un elemento curioso del interior del Kia EV3 es la consola entre las plazas delanteras. En esa zona hay un reposabrazos y una superficie que, en su extremo anterior, incluye algunos mandos (para activar las cámaras de ayuda al estacionamiento o el control de descenso de pendientes, imagen). Esa superficie se puede deslizar unos centímetros hacia delante, lo que da lugar a una pequeña mesita (imagen) que quizás pueda ser de utilidad para apoyar un portátil o comida mientras se espera a que el coche se cargue durante un viaje. En las versiones más sencillas hay un hueco para objetos en vez de esa bandeja.

Ese espacio que hay entre los asientos para guardar cosas no dispone de tapa en ninguno de los lugares destinados a ello. Son una serie de bandejas de distinto tamaño y a dos alturas con el fondo de goma; en una de ellas se puede recargar el teléfono móvil de forma inalámbrica (imagen). Supongo que es un hueco pensado para poder dejar un bolso.

Las plazas traseras son, en general, cómodas. Como sucede en otros SUV eléctricos, la banqueta no está muy alejada del piso. Puede ocurrir que las personas que estén por encima de 1,75 o 1,80 m lleven los muslos ligeramente despegados de la banqueta. Por el contrario, quien sea de menor estatura probablemente lleve las piernas en una posición más natural. Estos asientos son fijos: no se pueden deslizar sobre un carril. El piso es completamente plano.

Los ocupantes posteriores disponen de salidas de aire regulables en la prolongación de la consola central, donde también hay un hueco para dejar objetos. En los laterales de los respaldos de los asientos delanteros hay tomas USB-C (imagen). Las puertas son grandes y aunque no abren noventa grados, dejan un vano de acceso generoso y de forma casi cuadrada en la parte superior, lo que evita tener que agachar mucho el tronco para acceder al EV3 y facilita acomodar a un niño pequeño que va en sillita.


Para los tapizados y las molduras decorativas Kia ofrece varios ambientes «inspirados en tres elementos»: aire, tierra y agua. Son tres: gris Subtle, gris Warm, azul y negro Onyx (este último solo para la versión GT-line). El salpicadero y los revestimientos de las puertas están fabricados con tela reciclada y los asientos, el techo, los reposabrazos de las puertas y las alfombrillas (incluida la del maletero) son de tereftalato de polietileno (PET, un material que tiene muchas aplicaciones como por ejemplo para la fabricación de ropa o botellas de plástico).

Maletero

El EV3 tiene dos espacios donde guardar cosas. Un maletero de 460 litros en la parte posterior y un hueco de 25 litros bajo el capó (pensado para guardar los cables de carga; imagen). El volumen total (485 l) es superior al de la mayoría de modelos contra los que compite, únicamente mejorado por el del Hyundai Kona eléctrico, con 493 l. Además, el piso de carga se puede colocar en dos alturas distintas (hay 14 cm de diferencia entre ambas). El portón tiene apertura y cierre automatizados en la versión GT-Line.

El maletero posterior tiene algún punto mejorable. Por ejemplo, la cubierta del maletero (una cortina enrollable) está separada unos 10 centímetros del respaldo de los asientos traseros, lo que permite ver desde el exterior del coche si hay algo en la parte final del maletero. Por otro lado, los laterales no tienen ganchos para colgar bolsas (imagen) y el tapizado desliza mucho, por lo que si se dejan cosas ahí se moverán de lado a lado en las curvas o rotondas.