Kia EV4 (2025) - Un eléctrico cómodo, amplio y con carrocería a elegir: cuatro o cinco puertas | Impresiones de conducción
Dinámicamente, el EV4 tiene más o menos las mismas cualidades de otros modelos de Kia. Es decir, es un coche al que la palabra «equilibrio» le define a la perfección. Pero si tuviera que elegir una característica en la que sobresale frente la mayoría de alternativas es, sin lugar a dudas, el confort de marcha. No solo por el trabajo que hace la suspensión, que también, sino por el aislamiento acústico (incluso en las versiones básicas, que no llevan cristales laterales laminados) o la suavidad que ofrecen todos los mandos de uso habitual (pedales y dirección, principalmente). Un Citroën ë-C4 es incluso más confortable e igual de silencioso que el EV4, pero la calidad de rodadura está un escalón por debajo y su carrocería se mueve mucho más en las curvas.
El EV4 no es un coche «comunicativo» con el conductor ni especialmente ágil o directo; no es de esos en los que apetece aumentar el ritmo en carreteras de curvas (aunque lo admite sin problemas). Sin embargo, no me parece una pega en un coche que, esencialmente, se ha diseñado para ir de un punto a otro en un ambiente seguro y relajado. Y eso lo hace de una manera sobresaliente. Un CUPRA Born o un Peugeot E-308, por ejemplo, son dos modelos que ofrecen un tacto distinto, algo más dinámico, pero son claramente más incómodos y, de nuevo, tienen una calidad de rodadura algo peor que el modelo de Kia.
El único motor disponible por el momento tiene 204 caballos y mueve las ruedas delanteras. No es de esos que entregan la potencia de una manera explosiva, pero resulta muy agradable por la instantaneidad y la suavidad con los que responde (habitual en vehículos eléctricos) y además mueve al coche con agilidad (la versión de batería pequeña acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos).
Para hablar de consumo de una manera más precisa tendremos que esperar a probar el coche durante más tiempo y por nuestras carreteras habituales, pero como referencia puede servir el obtenido durante la presentación del modelo a la prensa. En un recorrido de unos 100 km por carreteras de doble sentido en las que el punto de partida y de llegada estaba a nivel del mar y se pasaba por un puerto de montaña, el consumo reflejado por el ordenador de viaje fue de 16,8 kWh/100 km. El tipo de conducción practicada fue normal, con algún acelerón puntual, mientras que el climatizador permaneció conectado todo el recorrido en modo automático a 21 grados (en el exterior había 26).
Uno de los aspectos más cuidados y mejor resueltos de los modelos eléctricos de Kia (y por extensión de Hyundai) es la gestión de la frenada regenerativa, y en el EV4 no es una excepción. Mediante unas levas que hay tras el volante se pueden elegir cuatro niveles predefinidos, desde uno que deja al coche circular con su inercia (sin retención) hasta otro en el que el coche pierde mucha velocidad al solar el pie del acelerador. Pero hay dos funciones adicionales: un modo pedal único (llega a detener el coche) y otro que ajusta la intensidad de la frenada de manera automática en función del tráfico, la velocidad y la orografía del terreno. En este sentido, es una referencia.
Y tampoco es del todo malo el tacto del pedal de freno. En algunas situaciones sí que se percibe el paso de la pasada regenerativa a la convencional (la de fricción entre discos y pastillas), algo que se traduce en pequeñas inconsistencias en el pedal, pero no son lo suficientemente grandes como para que resulte incómodo (o al menos a mi no me lo ha parecido).