El KIA Picanto tiene un interior que no da a sus ocupantes la sensación de estar en un coche básico. La calidad de construcción me ha parecido buena y un aspecto a destacar de este vehículo. KIA ha utilizado unos materiales que, sin ser los que se encuentran en coches de mayor precio, son agradables a la vista y el tacto. La unión entre piezas es precisa y no he apreciado crujidos después de conducirlo por todo tipo de vías asfaltadas. Hay dos aspectos que me parecen mejorables: la calidad del recubrimiento del techo y su ajuste, y que las molduras que recubren las puertas delanteras tienen una pieza afilada que después de un rato puede resultar molesta en la pierna si ésta se apoya en ella (imagen).
El interior del Picanto está bien aprovechado. A pesar de sus reducidas dimensiones exteriores (3,60 metros de longitud y 1,60 de anchura), según nuestras mediciones mejora en algunas cotas a vehículos de categorías superiores (tabla comparativa de mediciones de interior) y es de los más adecuados de entre sus alternativas para transportar adultos en las plazas traseras. El espacio para las piernas es suficiente para que dos personas de en torno a 1,85 metros de altura las ocupen mientras otras dos de estatura similar van en las delanteras. Detrás pueden viajar personas de hasta 1,90 metros de altura sin llegar a rozar el techo con la cabeza. Aunque está homologado para transportar cinco pasajeros —otros modelos como el Volkswagen Up!, Skoda Citigo, Seat Mii o el Toyota Aygo, Citroën C1, Peugeot 108 sólo pueden llevar cuatro—, su escasa anchura no es suficiente para que en las plazas posteriores viajen tres adultos.
El volante sólo es regulable en altura y no en profundidad, un problema recurrente en coches de este tamaño y precio. Habrá quien pueda echar en falta una regulación en profundidad porque tendrá que llevar las piernas algo más flexionadas de lo normal para conducir con el volante a la distancia deseada o, lo contrario, llevar los brazos demasiado estirados para tener las piernas correctamente flexionadas. En cualquier caso, en el Picanto es más sencillo encontrar una posición de conducción cómoda que en un Fiat 500 o un Ford Ka, porque el volante queda más cerca del conductor.
Los asientos delanteros son firmes y recogen bien el cuerpo. El del conductor es regulable en altura desde el nivel de acabado Concept. Me he sentido cómodo en él incluso en trayectos largos y me ha gustado especialmente la ergonomía de sus reposacabezas regulables en altura (imagen) —que en alternativas como el Volkswagen up! o el Toyota Aygo son fijos (imagen e imagen)— porque tienen la inclinación perfecta para no quedar lejos de la cabeza ni tampoco ir empujándola.
Las puertas traseras son anchas y se pueden abrir hasta un ángulo grande, lo que hace que el acceso al interior o el proceso de colocar a un niño en su sillita sean sencillos. Hay anclajes ISOFIX en las dos plazas laterales y reposacabezas regulables en las tres.
El Picanto tiene muchos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo. Todas las puertas tienen uno —muy útil para dejar cosas pequeñas como monedas o unas llaves— integrado en la moldura en la que se sitúan los mandos de los elevalunas eléctricos (imagen), pieza que también hace las veces de apoyabrazos. En la parte inferior de la consola hay un hueco grande que puede utilizarse para dejar dos botellas si se despliegan unas piezas circulares que las sujetan (imagen). Los ocupantes de las plazas traseras tienen a su disposición un portabotellas situado en el suelo entre los dos asientos delanteros (imagen). Estos tienen, en su parte posterior, un bolsillo para guardar, por ejemplo, un libro o una revista (imagen).
El ordenador de abordo contiene mucha información y es de serie en todos los acabados. Se controla desde los botones del volante, al igual que la radio y el programador de velocidad, que es de serie a partir del nivel de equipamiento Drive. La instrumentación es muy abundante, algo no muy frecuente en coches de la categoría del Picanto, y la información lee con facilidad (imagen).
Con los niveles de equipamiento Concept y Drive, el Picanto lleva aire acondicionado. A partir del acabado x-Tech, que es el que llevaba la unidad que hemos probado, tiene climatizador. Como hemos probado el coche en invierno, no podemos saber si el sistema enfriará correctamente el habitáculo en verano, pero sí que lo calentaba en pocos minutos. Tiene salidas de aire en el centro y a los lados del salpicadero, no como el Toyota Aygo, el Volkswagen Up! o el Renault Twingo, que solo las tienen en los lados (imagen, imagen e imagen).
Los mandos de la radio y el climatizador (imagen e imagen) quedan muy a mano del conductor y es sencillo memorizar su posición y así utilizarlos sin casi desviar la vista de la carretera durante la conducción.
Los altavoces delanteros están instalados en la parte superior del salpicadero. El sonido que emiten me ha parecido de una calidad deficiente, su rango de volumen es muy limitado y a velocidades altas hay que llevarlo casi hasta el tope para que se escuche suficientemente, situación en la que se percibe mucha distorsión. Desde el nivel de equipamiento Concept el sistema de sonido está equipado con una extrada AUX y otra para dispositivos USB (imagen). También tiene conexión bluetooth para el móvil, que permite reproducir la música almacenada en el dispositivo y realizar llamadas utilizando los altavoces y el micrófono integrados en el coche. Funciona bien, la conectividad bluetooth es buena y, a pesar de la mala calidad general del sonido, permite mantener una conversación telefónica sin problemas.
Es posible que algunos usuarios echen de menos la posibilidad de instalar un sistema multimedia más completo con una pantalla táctil, que incluya funciones como el navegador o una cámara trasera de ayuda al aparcamiento, elemento que sí pueden llevar coches como el Peugeot 108 o el Smart Forfour.
Sólo hay un plafón de iluminación que comparten el conductor y su acompañante (imagen). Los asientos posteriores no tienen iluminación. En la parte baja de la consola central, al lado de las entradas USB y AUX, hay una toma de corriente de 12 voltios (imagen).
El maletero del Picanto tiene un volumen de 200 litros, aunque este valor incluye el espacio de un doble fondo en el que hay una bandeja de plástico extraíble que tiene diferentes huecos para guardar objetos (imagen). Es un maletero más pequeño que el de la mayoría de sus alternativas: el VW Up!, el Hyundai i10 y el Renault Twingo tienen 251, 252 y 230 litros, respectivamente, aunque hay otros con menos capacidad, como el del Toyota Aygo —168 litros— o el Opel Adam —170 litros—. Un aspecto positivo es que el respaldo de la banqueta trasera se puede abatir en dos partes —60% y 40%— y la superficie resultante queda perfectamente plana y enrasada con la del maletero (imagen), lo que hace al Picanto mejor que la mayoría sus rivales para introducir objetos voluminosos (sólo ocurre lo mismo en el Smart Forfour y el Renault Twingo). El maletero tiene dos argollas para fijar la carga y está iluminado mediante un punto de luz en el lado izquierdo. Bajo el doble fondo hay un kit reparapinchazos porque no puede llevar una rueda de repuesto ni siquiera en opción.