El CT 200h tiene un consumo medio homologado de 3,8 l/100 km —4,1 l/100 km en algunas versiones—. Es una cifra muy baja, igual a la del Toyota Auris HSD y similar a la que consiguen algunos turismos de su tamaño con motor Diesel y unos 110 CV, como el Renault Mégane, el Volvo V40 o el BMW Serie 1 (listado comparativo).
Eso son datos oficiales de consumo. En los recorridos que hemos realizado durante la prueba, alternado ciudad con alrededores, el consumo siempre ha estado alrededor de 5 l/100 km, conduciendo con suavidad y al ritmo del resto del tráfico; consumo que sería difícil de igualar con un coche Diesel. En estas condiciones gasta poco porque normalmente el motor de combustión se para cuando el coche se detiene y porque en las deceleraciones el sistema eléctrico recupera energía que almacena en una batería de grandes dimensiones. Cuanto más cargada esté esa batería, más veces y con más intensidad puede intervenir el motor eléctrico para impulsar el coche.
Además de su bajo consumo, otra de las razones por las que el Lexus CT 200h es especialmente adecuado para ciudad es que se mueve muy bien entre el tráfico porque con el acelerador se controla muy bien su movimiento. Es posible salir desde parado con relativa agilidad —especialmente si se selecciona la posición «Sport» desde un mando en la consola (imagen)— y al mismo tiempo de forma progresiva y sin hacer mucho ruido. Normalmente estas tres cosas son difíciles de conciliar en un coche con un sistema de propulsión tradicional, especialmente si no tiene cambio automático de marchas.
Cuando el coche comienza a moverse, lo hace eléctricamente si la aceleración es suave. Si la aceleración que requiere el conductor es fuerte, el motor de gasolina se pone en funcionamiento automática y casi imperceptiblemente. Del mismo modo el motor de gasolina se para con total suavidad cuando el coche se detiene o cuando el conductor deja de acelerar.
Como el Toyota Prius y el Toyota Auris HSD, el Lexus CT 200h puede circular a baja velocidad hasta dos kilómetros impulsado únicamente por el motor eléctrico, para lo cual es imprescindible «forzar» el modo eléctrico pulsando el mando «EV» que hay en la consola. Teóricamente llega hasta 2 km a una velocidad de hasta 50 km/h; en la práctica esto es muy difícil de conseguir incluso conduciendo con lentitud y en llano.
En carretera a ritmo sostenido no gasta menos que un Diesel parecido. En nuestro recorrido habitual por una autopista con alguna pendiente fuerte y, en este caso, a una media de 120 km/h, el consumo ha sido 6,3 l/100 km. Nuestra unidad de pruebas tenía los neumáticos más anchos posibles: 215/45 R17 —desde octubre de 2012 el tamaño de rueda más grande posible es 205/55/R16—; puede que con los de serie (195/65 R15) el consumo hubiera sido algo menor. De hecho, el fabricante anuncia un consumo medio menor con ruedas estrechas que con las anchas de los modelos más costosos (ficha técnica comparativa).
En el mismo recorrido un Toyota Auris HSD gastó mucho más y un Toyota Prius algo menos. En ese recorrido, los coches Diesel de mejor rendimiento suelen gastar sobre 6,0 l/100 km o algo menos. En la siguiente tabla hay datos comparativos de consumo del Lexus CT 200 h con coches Diesel y gasolina.
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Modelo | Velocidad media km/h | Consumo l/100 km |
Volkswagen Jetta 1.6 TDI 105 CV BlueMotion Tecnology | 120 | 5,1 |
Renault Fluence 1.5 dCi 110 CV | 120 | 5,3 |
Ford Focus Berlina 1.6 TDCi 115 CV | 121 | 6,1 |
Toyota Prius (136 CV) | 120 | 6,1 |
Citroën C4 eHDI 110 CV CMP | 121 | 6,3 |
Lexus CT 200h (136 CV) | 120 | 6,3 |
Volkswagen Golf 1.4 TSI 122 CV DSG 7 vel | 119 | 7,0 |
Toyota Auris HSD (136 CV) | 122 | 7,2 |
Citroën C4 THP 156 CV CMP | 122 | 7,8 |
El depósito del Lexus CT 200h tiene 45 l de capacidad que es más bien poco para un coche de este tamaño. Como el consumo no es alto las paradas a repostar no son frecuentes.
En carretera no tiene tanta suavidad de funcionamiento como en ciudad. El motor se oye claramente en el interior —aunque en menor medida que en el Prius y en el Auris HSD— cuando se acelera mucho o al tratar de mantener una velocidad elevada subiendo un repecho. El sonido es peculiar porque a diferencia de los coches con relaciones fijas (que son la mayoría salvo los que tienen un cambio de variador contínuo) no hay una relación directa entre el ruido que hace el motor y la aceleración. En el Lexus CT 200h, cuando se acelera a fondo, el motor sube casi instantáneamente hasta un régimen muy alto donde se mantiene mientras el coche gana velocidad.
Según nuestras mediciones de aceleración el Lexus CT 200h ha necesitado 9,1 segundos para ganar velocidad de 80 a 120 km/h. Ese valor está algo por debajo para lo normal un coche de 136 CV de potencia. A la vista de la tabla comparativa de aceleración de los coches con los que compite, se puede comprobar que ese valor de aceleración corresponde al de modelos algo menos potentes que a los que tienen entre 130 y 140 CV —el Lexus tiene 136 CV—, bien sean Diesel o de gasolina.
Hemos medido la capacidad de aceleración tanto en modo «Eco» como «Sport» y el resultado ha sido el mismo. En la modalidad «Eco» se nota que la respuesta al acelerador es más lenta que en modo «Sport» en el momento inicial de la aceleración; pasado ese instante el coche es exactamente igual de veloz. El modo «Sport» viene bien para circular por zonas por las cuales sea necesario cambiar de rimo con frecuencia.
El Lexus CT 200h me parece adecuado para quien dé valor a un coche preciso de reacciones y que se conduca con facilidad a ritmo elevado en zonas de curvas o de rectas. Como reacciona bien y con tanta precisión en ocasiones da la sensación de podria tener un motor mucho más potente. Tiene una suspensión más bien dura, que se parece más a la de un deportivo que a la de un turismo pensado para ser económico en su consumo de carburante. Las irregularidades llegan con claridad a los ocupantes, pero no me parece que sea un coche incómodo.