Cuando apareció el Lexus IS200 en el año 99 tuve ocasión de probarlo a fondo. La conclusión final fue que tenía una estabilidad sorprendente y unas reacciones muy seguras y eficaces, pero a su excelente tacto «deportivo» le faltaba algo más de fuerza, su motor de 155 CV se quedaba un poco corto.
La sensación con el nuevo Lexus IS300 Sportcross ha sido bien distinta: sigue siendo un coche muy estable pero ahora tiene un motor de 214 CV que ya empuja en condiciones. El bastidorprácticamente no ha cambiado, las suspensiones se han endurecido ligeramente, pero yo no he apreciado diferencias destacables respecto al IS200. Aunque sólo he podido conducir el modelo Sportcross, creo que el buen equilibrio conseguido debe hacer muy difícil distinguirlo del IS300 sedán a no ser que nos metamos en un circuito y tomemos tiempos por vuelta.
El motor de seis cilindros y tres litros empuja con fuerza hasta 6.500 rpm y la respuesta parece enérgica en todo momento, aunque tampoco es «explosiva». Sin embargo me ha sorprendido, incluso decepcionado, que no haya aparecido con un cambio manual de seis marchas tan rápido y preciso como el del IS200. Según confirmó el señor Katayama (Ingeniero Jefe del Proyecto IS), en un futuro podría introducirse, pero de momento no está preparado y el cambio del IS200 no aguanta el mayor par del motor con 214 CV.
Ahora sólo está disponible con un nuevo cambio automático con cinco marchas que tiene mandos en el volante. En otros mercados (como EE.UU.) también está disponible con una caja de cambios manual de cinco velocidades. El funcionamiento de dicho cambio es bueno e incluso nos deja entretenernos de forma manual cambiando o reduciendo mediante los botones del volante. Sin embargo, el que sólo tenga cinco marchas (el IS200 tiene seis) y la pérdida de aceleración que causa el convertidor de par, hacen que las prestaciones tampoco llamen la atención para un coche de 214 CV: 8,2 s de 0 a 100 km/h el IS300 y 8,4 sg el IS300 Sportcross.
Rivales como el Audi A4 3.0 (220 CV), BMW 330i (231 CV), Jaguar X-Type 3.0 (230 CV) o Mercedes C320 (218 CV) son más rápidos en sus versiones manuales e incluso también en las versiones con cambio automático (del C320 no hay versión manual).
El IS300 Sportcross pisa muy bien y transmite al conductor la sensación de poder guiarlo con precisión por donde uno quiere. Sin ser incómodo o excesivamente duro, tiene una estabilidad muy elevada y reacciones progresivas y predecibles. Ahora lleva un nuevo control de tracción yestabilidad que contiene eficazmente cualquier pérdida de adherencia acusada. El control de tracción se puede anular mediante un botón situado en la consola central, pero no es así con el control de estabilidad, que no tiene un mando para desconectarlo. El diferencial autoblocante Torsenayuda mucho a obtener una buena motricidad y a disfrutar en una conducción de estilo deportivo sin pérdidas de tracción.
El nuevo cambio automático se puede utilizar de forma completamente automática o también de forma manual. Seleccionando este último programa podemos cambiar o reducir mediante unos mandos situados en el volante. Me han parecido un poco pequeños los dos mandos que hay detrás y sirven para cambiar, lo que hace a veces difícil pulsarlos si no hemos mantenido un dedo encima.
Los dos mandos para reducir situados en la parte frontal del volante se accionan sin problemas. Con dichos mandos bloqueamos cada una de las marchas, de forma que se puede llegar al corte de inyección si no se cambia a una marcha superior, pero el sistema reduce automáticamente si vamos en una marcha larga a poca velocidad y pisamos el acelerador a fondo. Un monitor situado en la instrumentación nos indica la marcha seleccionada.
A pesar de tener el mismo equipo de frenos que el IS200, el IS300 Sportcross tiene una calidad de frenada muy buena, con un tacto fácil de dosificar y un mordiente elevado. El ABS tiene un funcionamiento ejemplar.