El Evija es un modelo que Lotus anunció en 2019 (con intención de comenzar a fabricarlo en 2020, algo que finalmente no sucedió por problemas con los proveedores). Las primeras entregas se realizaron en 2024 y, a día de hoy, sigue estando disponible hasta que la marca venda la producción, limitada a un maximo de 130 unidades. Se trata de un deportivo biplaza con cuatro motores eléctricos y 2039 caballos, por lo que no es, por poco, el eléctrico más potente del mercado (el Rimac Nevera R tiene 2107 CV).
Mide 4,46 m de longitud, 2,0 de anchura y 1,12 m de altura, que es muy poco (sólo mide menos que el Caterham Super Seven, un descapotable de diseño y concepción clásica que no tiene nada que ver con el Evija). Su precio es de unos 2,3 millones de euros sin impuestos y ya se puede hacer la reserva previo pago de 290 000 euros.
Cada motor eléctrico tiene 510 caballos y está encargado de mover una de las ruedas. Son independientes entre sí, pero están gestionados por una misma centralita electrónica para optimizar el reparto de potencia en función de las condiciones de conducción. Cada motor va alojado en una carcasa que incluye un engranaje reductor y el inversor; Lotus denomina a este conjunto Electrical Drive Unit (EDU).
Estos se alimentan de una batería de iones de litio de 91 kWh (originalmente, Lotus presentó este modelo con una de 71 kWh), con la que el Evija puede circular hasta 314 km antes de necesitar una recarga (bajo las condiciones del ciclo WLTP). En una toma de 350 kW puede pasar del 10 al 80% en 18 minutos.
La batería está colocada detrás de los asientos y es visible desde el exterior a través de un vidrio transparente (imagen). Su posición en el coche ha sido estudiada para favorecer el diseño, la aerodinámica, las tareas de mantenimiento y para poder ser reemplazada por otra con diferentes características (Lotus dicee, por ejemplo, por una optimizada para ser empleada en circuito). Su sistema de refrigeración (compuesto por cuatro radiadores) y la centralita que controla su descarga permite conducir el Evija a fondo, sin pérdida de rendimiento, al menos durante siete minutos. Está desarrollada en colaboración con Fortescue Zero.
Los valores de aceleración que Lotus declara son los siguientes: De 0 a 100 km/h en menos de tres segundos (hay varios eléctricos de mucha menor potencia que también completan esta aceleración en un tiempo inferior a tres segundos como, por ejemplo, un Porsche Taycan Turbo GT paquete Weissach de 1033 CV, que lo hace en 2,2 s); de 0 a 200 km/h en menos de seis y de 0 a 300 km/h en menos de nueve. Un Rimac Nevera R acelera mucho más (puede pasar desde parado hasta 100, 200 y 300 km/h en 1,72, 3,95 y 7,89 segundos respectivamente).
El peso total del Evija es 1894 kilogramos, una cifra superior a la que facilitó en 2019 con una batería de menor capacidad. En todo caso, se trata de un peso relativamente reducido, algo que se consigue gracias a un chasis monocasco de fibra de carbono de 129 kilogramos (suministrado por CPC). También a unas llantas fabricadas con magnesio, de 20 pulgadas delante y 21 detrás (los neumáticos son Pirelli Trofeo R, específicamente diseñados para este modelo). El sistema de frenos lo provee el especialista AP Racing y cuenta con discos de freno carbocerámicos. La altura libre al suelo de la carrocería del Evija es 10,5 centímetros.
Un detalle interesante de la carrocería son los pasos de aire que hay justo delante de las ruedas posteriores. Según la marca, estos túneles de tipo Venturi están inspirados en los coches de competición que participan en Le Mans y cumplen una doble función: incrementar el apoyo aerodinámico y, al mismo tiempo, reducir la resistencia al avance.
El Lotus Evija tiene cinco modos de conducción: Range, City, Tour, Sport and Track (el mando selector está en el volante, imagen). Con ellos se cambia, entre otras cosas, el funcionamiento de algunos elementos aerodinámicos de la carrocería. Por ejemplo, el del alerón posterior, que cuenta con un sistema parecido al DRS que utilizan en la Fórmula 1. Se trata de una pieza móvil que, según su posición, opone más o menos resistencia para favorecer el agarre en curva o la velocidad en recta. El funcionamiento de este sistema, aunque varía con los modos de conducción, puede ser controlado por el conductor en cualquier momento con un botón en el volante que pone DRS (imagen).
El modo Range sirve para reducir el consumo y, por ello, la velocidad máxima está limitada a 130 km/h. El modo City prioriza la suavidad de uso, aunque la respuesta del acelerador es más inmediata que en el modo Range; además, la velocidad está limitada a 160 km/h y el alerón trasero permanece recogido salvo que se requiera refrigeración extra. El modo Tour permite llegar a la velocidad máxima, aunque el comportamiento del coche no es el más agresivo. El modo Sport cambia la respuesta de los amortiguadores y del control de estabilidad para que el Evija tenga un tacto más deportivo. El modo Track está diseñado para circuito y, lo más característico de este programa, es que la potencia se traslada a cada rueda de forma selectiva lo que permite reducir el radio de las curvas y, por lo tanto, reducir los tiempos de vuelta.
La suspensión utiliza amortiguadores DSSV de Multimatic (Ford también los utiliza en el Ford GT). Se caracterizan por tener una mayor capacidad para mantener sus propiedades bajo uso extremo que unos amortiguadores tradicionales de tubo y por su mayor facilidad para ser ajustados a las características que se deseen. La direccion tiene asistencia electrohidráulica.
Al interior se accede a través de unas puertas de tipo tijera; desde dentro se operan automáticamente pulsando unos mandos que hay en la consola del techo. Los asientos, que tienen una estructura de fibra de carbono y tapicería de Alcántara, disponen de regulación manual para ajustar la distancia de la banqueta a los pedales y eléctrica para la inclinación del respaldo. Los cinturones de seguridad de serie son de tres puntos y en opción se pueden elegir unos de cuatro. El volante, inspirado en coches de competición (como los de Fórmula 1), tiene regulaciones manuales de altura y profundidad.
Por detrás del volante hay una pantalla que recoge información básica del coche como la velocidad, el modo de conducción, el estado de carga de la batería y la autonomía restante. Las otras pantallas muestran la información que recogen las tres cámaras retrovisoras (dos en los laterales y una en la parte final del techo).
El sistema de iluminación, desarrollado por Osram, consta de faros láser para cortas y largas.
El Evija se fabricará en la ciudad de Norwich, en Reino Unido. Uno de los motivos por los que se ha decidido que no se harán más de 130 unidades es porque el proyecto de desarrollo de este vehículo tenía por código Type 130. El sistema propulsor ha sido desarrollado en colaboración con la empresa Williams Advanced Engineering, que participa en competiciones como la Fórmula 1 y la Fórmula E.