El motor del Mazda 3 MPS le da una capacidad aceleración tan elevada como cabe esperar de su potencia. La única precaución que hay que tener siempre que se vaya a requerir mucha aceleración es mantener el motor por encima de unas 2.200 rpm.
En el Mazda3 MPS, como en algunos coches con motor turboalimentado (no en todos), a partir de un cierto régimen el incremento de fuerza es muy grande. También tiene un cierto retraso desde que se pisa el acelerador hasta que el coche responde con mucha fuerza.
Su capacidad de aceleración corresponde a la de un coche de su tamaño con una potencia parecida, como un Astra OPC o un SEAT León Cupra. Como es normal, los coches de este nivel de potencia con motor atmosférico son más lentos (por ejemplo, un Volkswagen Golf R32 o un Audi A3 con el motor 3.2 V6 de 250 CV).
Según mediciones de km77.com, el Mazda3 MPS puede acelerar hasta desde 80 hasta 120 km/h en 3,7 s si se realiza la maniobra de la forma que más rápida posible (en tercera velocidad).
Si se realiza en cuarta tarda 4,4 s (un 15 por ciento más lento) y en quinta 5,2 s (un 37 por ciento más lento que en tercera).
En sexta, la misma medición la hace en 8,1 s (un 56 por ciento más lento que en quinta): ya no es un dato particularmente rápido, porque el coche comienza esa maniobra a unas 1.920 rpm, cuando el motor aún no tiene mucha fuerza.
Lo anterior quiere decir que el Mazda3 MPS puede acelerar mucho en un margen de revoluciones muy amplio, si se mantiene el motor por encima de unas 2.200 rpm.
No obstante, si lo que se busca es la máxima aceleración en cada marcha, lo mejor es llegar hasta unas 6.500 rpm; puede alcanzar 7.000 rpm, sin demasiada fuerza.
La sexta marcha tiene un desarrollo de 41,7 km/h cada 1.000 rpm. Es un desarrollo corto, dadas las características del motor. La velocidad máxima es 250 km/h y el régimen de potencia máxima, 5.500 rpm; por tanto, alcanza la velocidad máxima por encima del régimen de potencia máxima (a unas 6.000 rpm).
Teniendo en cuenta la fuerza que conserva el motor a 6.000 rpm y el hecho de que el consumo a velocidad constante no es alto, no creo que este desarrollo corto sea perjudicial para las cualidades dinámicas en general.
El cambio funciona con suficiente rapidez; si no es más rápido se debe a que en ocasiones hay una cierta dureza en el movimiento de la palanca. El cambio del Mazda 3 MPS es el mismo que el del Mazda6 MPS; no obstante, en el primero nos ha parecido que funciona mejor (es más rápido y en ciertas circunstancias, las marchas entran con más facilidad).
El consumo de gasolina puede variar mucho en función del tipo de conducción. En determinadas circunstancias el consumo puede estar por debajo de 10 l/100 km. No obstante, dado que requiere gasolina de octano 98, el coste por kilómetro es algo mayor de lo normal.
Para hacer una media de 127 Km/h por autopista con poco tráfico y siempre en sexta, gastó 9,3 l/100 km. Eso es más de lo que gasta un BMW Z4 3.0is (265 CV) pero menos de lo que gastan otros semejantes al Mazda, como el Audi S3, el Focus ST o el Volkswagen Golf R32. En un recorrido principalmente de autopista y algo de carretera secundaria con algún cambio de ritmo (pero conduciendo con suavidad) a una media de 110 km/h, gastó 9,9 l/100 km.
En un recorrido de ciudad con poco tráfico con extrarradio, gastó 11,5 l/100 km. El consumo máximo que he obtenido en una carretera de montaña, empleando frecuentemente la máxima capacidad de aceleración, está cerca de 29 l/100 km (siempre que el recorrido sea lo suficientemente largo para que el consumo se estabilice).
Al menos en la unidad que hemos probado, para saber el consumo real había que añadir 0,8 l/100 km al consumo que marcaba el ordenador.