Esta es la segunda generación del Mercedes-AMG GT. Su aspecto recuerda mucho al modelo anterior, pero estructuralmente es distinto (ahora comparte plataforma con el SL), tiene un habitáculo en el que pueden viajar hasta cuatro personas (la segunda fila es opcional; el modelo anterior era biplaza) y su carrocería es más grande (4,73 metros de longitud, 19 cm más).
Hay cinco versiones: AMG GT 43 (421 CV), AMG GT 55 4MATIC+ (476 CV), AMG GT 63 4MATIC+ (585 CV), AMG GT 63 PRO 4MATIC+ (612 CV) y AMG GT 63 S E PERFORMANCE (816 CV; es híbrida enchufable y la tratamos por separado aquí). Todas tienen un motor V8 y tracción total, salvo la de menor potencia (AMG GT 43 de 421 CV), que tiene uno de cuatro y tracción trasera. Fichas técnicas de toda la gama.
AMG GT 63 PRO 4MATIC+
La versión de 612 CV es la última que ha dado a conocer Mercedes-AMG y, aunque no es la de mayor potencia de toda la gama (la híbrida enchufable lo es más), la marca afirma que es la más adecuada para un uso en circuito gracias al trabajo hecho en el motor, en la refrigeración del mismo y de otros componentes y en la aerodinámica.
El motor V8 de 4,0 litros y doble turbocompresor desarrolla 612 CV y 850 Nm de par (ficha técnica). Es el mismo que el de la versión GT 63 «a secas», pero con una gestión electrónica distinta y con un sistema de refrigeración mejorado (los circuitos de alta y baja temperatura han sido reforzados y se han añadido dos radiadores en cada uno de los pasos de rueda delanteros). También están mejor refrigerados otros componentes susceptibles de desgaste ante un uso en circuito, como por ejemplo los diferenciales (ahora tienen bombas de agua eléctricas) y la caja de transferencias del sistema de tracción total.
Esta versión del AMG GT puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, de 0 a 200 km/h en 10,9 s y alcanzar 317 km/h. Son unos datos muy parecidos a los del AMG GT de 585 CV (idéntico en el 0 a 100 km/h, medio segundo más rápido hasta 200 km/h y solo 2 km/h de velocidad máxima) y peores que los del AMG GT híbrido enchufable de 816 CV, mucho más potente pero también pesado (cuatro décimas más hasta 100 km/h y 5 km/h menos de velocidad punta).
Para mejorar el rendimiento de esta versión en circuito, además de los mencionados cambios en el motor y de refrigeración de varios componentes, Mercedes-AMG ha instalado un parachoques delantero con entradas de aire más amplias, deflectores de aire adicionales en los bajos («inspirados» en los del AMG ONE), un alerón posterior fijo con 30 kg de carga aerodinámica adicional y unos discos de freno carbocerámicos. Las llantas de 21 pulgadas son forjadas y, de serie, vienen con neumáticos Michelin Pilot Sport 5. Opcionalmente (sin coste), estos se pueden sustituir por unos Michelin Pilot Sport Cup 2R.
En septiembre de 2024, Mercedes-AMG presenta una edición conmemorativa del Gran Premio de Singapur de F1 llamada Mercedes-AMG GT 63 PRO 4MATIC+ Motorsport Collectors Edition. Su producción está limitada a 200 unidades y se distingue del GT 63 PRO 4MATIC+ normal por detalles decorativos: colores negro y azul para el exterior y el interior imitando los que utiliza el equipo Mercedes-AMG PETRONAS F1, unas llantas con un diseño diferente y una placa identificativa de edición limitada en el interior. De serie viene elementos que son opción en la versión estándar, como los neumáticos Pilot Sport Cup 2R (que ya hemos comentado que son una opción sin coste en la versión estándar), el Paquete Night II, el techo panorámico, un tapón del depósito de gasolina con el sello de AMG y una lona para cubrir el coche. No hay cambios en lo que concierne a la mecánica ni las prestaciones.
AMG GT 55 4MATIC+ y 63 4MATIC+
Estas dos versiones tienen el mismo motor V8 del AMG GT 63 PRO 4MATIC+ (y también del híbrido enchufable), pero con un rendimiento distinto. También es el mismo motor que Mercedes-AMG utilizaba en el modelo anterior, aunque con muchas modificaciones: más presión de sobrealimentación, nueva posición para el intercooler, nuevo carter de aceite y colectores de admisión y escape diferentes. La versión 55 4MATIC es la «de acceso» a la gama AMG GT con motor V8, desarrolla 476 CV y cuesta 194 600 €; la 63 4MATIC+ tiene 585 CV y cuesta 220 416 €. Ambas van asociadas a una caja de cambios automática de nueve relaciones y a un sistema de tracción total (ficha técnica comparativa).
El GT 55 de 476 CV pesa 1970 kilos, 320 más que el AMG GT equivalente de la gama anterior. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanzar 295 km/h. La versión 63 de 585 CV también pesa 1970 kg, pero como es lógico dada la diferencia de potencia, las prestaciones son mejores: puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar los 315 km/h de velocidad máxima.
AMG GT 43
Esta versión tiene un motor de dos litros de cilindrada y cuatro cilindros. Está sobrealimentado por un turbocompresor eléctrico (la parte eléctrica de este dispositivo se encarga de aumentar la presión de sobrealimentación cuando los gases de escape aún no son capaces de producirla). Tanto el turbocompresor como el sistema de hibración ligera funcionan con una instalación eléctrica de 48 voltios. El sistema híbrido ligero está compuesto por un motor de 14 caballos que puede sumar su potencia a la del motor de gasolina en algunas circunstancias y, además, sirve para implementar la función de avance por inercia.
Con 1790 kg en orden de marcha, es la versión más ligera de toda la gama y puede acelerar desde parado hasta 100 kilómetros por hora en 4,6 segundos y alcanzar los 280 kilómetros por hora (ficha técnica).
Otros datos
La suspensión del AMG GT es independiente mediante paralelogramo deformable en las cuatro ruedas, un esquema similar al que Mercedes-AMG utilizaba en el modelo anterior (aunque dice que su diseño es distinto). Los amortiguadores son unos controlados electronicamente y las barras estabilizadoras son de tipo activo (versiones 55, 63, 63 PRO y 63 S E PERFORMANCE). Además, como en el SL, los cuatro amortiguadores están interconectados entre sí mediante un circuito hidráulico, permitiendo modificar de forma más rápida y precisa la compresión y extensión de cada uno de ellos. Opcionalmente se puede pedir un sistema que eleva la parte superior de la carrocería 30 mm, útil para superar badenes u otros pequeños obstáculos con más facilidad.
También es novedad la instalación de un eje trasero direccional, sistema que permite a las ruedas posteriores tocer hasta 4,5 grados en un sentido o en otro para mejorar la maniobrabilidad a baja velocidad y la estabilidad a alta velocidad.
El sistema de frenos de serie en toda la gama está compuesto por discos de acero de 390 mm en el eje delantero (con pinzas fijas de seis pistones) y de 360 mm en el trasero (pinzas flotantes monopistón). La única excepción es la versión 63 PRO 4MATIC+ y 63 S E PERFORMANCE, que incluyen unos discos carbocerámicos más resistentes, de 420 mm delante y 380 mm detrás y con mejor rendimiento en uso inteso (son opcionales en algunas otras versiones). Para el chasis y la carrocería del AMG GT, Mercedes ha utilizado materiales como el aluminio, fibras de composite, magnesio y acero de alta resistencia.
Como en otros modelos de Mercedes-AMG (y de Mercedes-Benz), el GT tiene varios modos de conducción que modifican el funcionamiento del motor, la dirección, la caja de cambios, la suspensión, el sistema de escape o las ayudas electrónicas, entre otros. En este caso son seis: Smooth, Comfort, Sport, Sport+, Race e Individual (este último es personalizable). Además, el control de estabilidad tiene tres posiciones distintas: conectado, desconectado y Sport (permanece activo, pero actúa más tarde).
El programa Race viene con el paquete AMG Dynamic Plus. Incluye soportes dinámicos del motor, un diferencial autoblocante trasero, un elemento extra en el sistema de aerodinámica activa que explicamos más adelante, pinzas de freno pintadas en amarillo y la posibilidad de montar un alerón fijo sobre la tapa del maletero.
En la carrocería hay varios elementos móviles que mejoran la aerodinámica del coche en función de las necesidades, los mismos que están presentes en el SL: un alerón posterior que se despliega a partir de los 80 km/h y que puede variar su ángulo de inclinación en cinco posiciones distintas, una parrilla con láminas que se abren o cierran en función de las necesidades de refrigeración del motor, y una pieza de fibra de carbono en los bajos del vehículo (por delante del motor) que se mueve 40 mm hacia abajo para así crear el efecto Venturi que genera fuerza descendente (este elemento viene con el paquete AMG Dynamic Plus). Opcionalmente es posible pedir un paquete «aerodinámico» que incluye varios apéndices en la carrocería (parachoques delantero y pasos de rueda, por ejemplo) y sustituye el alerón móvil por uno fijo de grandes dimensiones (imagen).
El salpicadero también tiene un aspecto practicamente idéntico al del SL, con una pantalla táctil central de 12,8 pulgadas para el sistema multimedia (está orientada en vertical) y otra pantalla de 12,3 pulgadas que hace las veces de instrumentación (va protegida por dos cubiertas laterales). El sistema multimedia es el que Mercedes-AMG denomina MBUX, que está conectado permanentemente a internet e incluye un asistente de voz muy avanzado y la funcionalidad Track Pace. Esta última muestra muchos datos del vehículo útiles a la hora de practicar una conducción deportiva, como por ejemplo tiempos por vuelta, el porcentaje de uso de acelerador y frenos, el ángulo de giro del volante o la temperatura de funcionamiento del motor, la caja de cambios o los neumáticos.
El maletero tiene 321 litros de capacidad, casi el doble que el modelo anterior (tenía 175 litros en el mejor de los casos). Frente a las alternativas que hemos citado en este texto se queda en un punto intermedio: tiene más capacidad que un Lexus LC Coupé (197 litros en el mejor de los casos), un Maserati GranTurismo (310 l) o un Porsche 911 (145 l) y menos que un Aston Martin Vantage (350 l) o un BMW Serie 8 Coupé (420 l). Los respaldos de los dos pequeños asientos opcionales de las plazas posteriores se pueden abatir para ampliar el volumen de carga (de esta forma alcanza los 675 l).
