Consumo
La batería del A 250 e tiene una capacidad útil de 11,5 kWh. Una carga completa de ella da para recorrer unos 46 kilómetros de autopista circulando a 120 km/h —consumo medio de 25,1 kWh/100 km— y unos 84 km en condiciones más favorables, como en una carretera de circunvalación yendo a 70-80 km/h —consumo medio de 13,9 kWh/100 km—.
Quien haga al día unos 60-65 kilómetros de uso mixto ciudad y carretera, posiblemente no necesite encender el motor de combustión en ningún momento, siempre y cuando cargue la batería a diario. Con un Audi A3 Sportback 40 TFSIe lo normal es estar entre 45 y 50 kilómetros, en parte porque tiene una batería de menor capacidad (10,4 kWh).
Tan pronto como la batería se agota, el coche pasa sistemáticamente a funcionar en modo híbrido y a consumir gasolina. Lo hace a un ritmo superior que el citado A3 híbrido enchufable. En el recorrido de autopista que utilizamos como referencia para comparar consumos (descripción), el Mercedes-Benz A 250 e gastó 7,2 l /100 km, mientras que el Audi A3 40 TFSIe dejó la media en 6,0 l/100 km. Es un resultado llamativo por lo elevado que es, incluso en comparación con un Mercedes-Benz A 250 e Sedán modelo-año 2020 (es decir, el Clase A previo a la actualización de finales de 2022), con el que logramos un consumo en este misma prueba de 6,7 l/100 km.
En ciudad y vías interurbanas, la media suele rondar los 5 o 6 litros cada 100 kilómetros en modo híbrido y sin batería.
Recarga
El Mercedes-Benz A 250 e se puede cargar con corriente alterna a 3,7 (de serie) u 11 kW (opción; 665,50 €). También con continua a 22 kW (opción, 665,50 €). Es importante saber que para seleccionar la opción de corriente continua, es imprescindible escoger la de alterna a 11 kW. Es decir, que si deseas la carga en continua, al final has de pagar un total de 1331 €.
La unidad de prueba incluía la opción de 11 kW, pero no la de 22 kW. El tiempo necesario para pasar del 0 al 100 % con corriente alterna a 11 kW es de aproximadamente una hora y quince minutos. La curva de carga es completamente lineal. A los pocos segundos de conectar el vehiculo a la estación, este está cargando a 11 kW (incluso en momentos a 12 kW según el indicador de la instrumentación) y se mantiene así hasta el final.
En las recargas que hemos hecho de 0 a 100 %, las estaciones han suministrado unos 13,6 kWh, es decir, alrededor de un 18 % más que la capacidad útil de la batería (11,5 kWh). En Iberdrola, que es donde las hemos llevado a cabo, esto nos ha supuesto un gasto de 6,13 €. Expresado en €/100 km, queda como 9,4 €/100 km (considerando 65 km como la autonomía eléctrica media). Y, expresado en l/100 km, queda como 5,9 l/100 km (precio de la gasolina de 1,60 €/l). Si la recarga la hacemos en casa, con una tarifa de 0,15 €/kWh, entonces los datos serían los siguientes: 3,1 €/100 km y 2,0 l/100 km.
Durante el proceso de recarga la instrumentación muestra los datos de potencia de recarga, estado de carga de la batería, el tiempo previsto para la finalización y una estimación de la autonomía eléctrica. Desde la pantalla del sistema multimedia es posible establecer un límite de carga máximo, desde el 40 al 100 % en pasos de 10 %. El navegador tiene una base de datos de puntos de recarga, pero no es tan buena y confiable como las de algunas aplicaciones para teléfono móvil.
El puerto de recarga está en la aleta posterior derecha (lado contrario al conductor) y tiene una tapa que se abre y cierra a mano. El A 250 e dispone de la función Plug&Charge, que permite llegar a una estación, conectar la manguera y comenzar a carga sin necesidad de utilizar ninguna aplicación de móvil. Esto sucederá siempre que la estación de recarga sea compatible con este protocolo de comunicación y que tengamos creado un perfil de Plug&Charge (con una tarjeta de pago activa).