Las gamas GLC y GLC Coupé de Mercedes-AMG reciben la actualización que previamente hizo Mercedes-Benz a toda la gama 2019 (enlace a las informaciones respectivas), que afecta principalmente al aspecto exterior y al equipamiento. Con ambas carrocerías hay dos versiones de enfoque deportivo, 63 4MATIC+ y 63 S 4MATIC+. Las dos comparten el mismo motor, de ocho cilindros en uve sobrealimentado, con dos niveles de potencia, 476 y 510 caballos, respectivamente. Por tanto, la potencia no cambia respecto a la gama 2016 (más información). Sus principales alternativas por tamaño y potencia son el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, el Audi SQ5, el BMW X3 M o el Porsche Macan (cuando esté disponible la versión Turbo).
Son de nuevo diseño, por fuera, los faros y pilotos, las llantas, de 20 o 21 pulgadas de diámetro y los embellecedores de las salidas de escape; por dentro, cambia el sistema multimedia, que es el nuevo MBUX ya disponible en otros modelos de Mercedes-Benz, con funciones específicas AMG, el volante y la disponibilidad de tapicerías. A nivel mecánico y en lo que afecta a la conducción del coche, hay equipamiento que ahora es de serie y que mejora las prestaciones en curva, en suelo húmedo o cuando se tira de un remolque: diferencial autoblocante con regulación electrónica, un programa de conducción denominado «Calzada resbaladiza» y un asistente de maniobra con remolque.
En todas las versiones la suspensión tiene muelles neumáticos y amortiguadores de dureza regulable. Para las versiones 63 4MATIC+ la aceleración máxima de cero a 100 km/h es de 4,0 segundos y la velocidad tope, 250 km/h (o 270 km/h con el paquete AMG Driver, que elimina la limitación electrónica). Las versiones 63 S 4MATIC+ aceleran de cero a 100 km/h en 3,8 s y alcanzan 280 km/h. Estos últimos disponen, además, de soportes activos para el motor y de una decoración específica en la carrocería.
De las novedades que aporta el sistema multimedia MBUX hablamos con más detenimiento en la información general de la gama. Este sistema admite órdenes vocales y gestuales, además de órdenes a través de los botones y de unas nuevas superficies táctiles en el volante y en la consola central (que antes no estaban disponibles en los GLC). El cuadro de instrumentos está formado por una pantalla de 12,3 pulgadas, situada al lado de la pantalla central, de 10,25 pulgadas. Un menú específico AMG permite ver información relativa al motor, la aceleración, temperatura de los fluidos, etcétera. También está disponible un sistema de información proyectada en el parabrisas que, además de datos básicos y de navegación, complementa al paquete AMG TRACK PACE con información sobre conducción en circuito, como puntos de frenado o tiempos por vuelta
Entre los mandos disponibles en la consola central, están los específicos de estas versiones AMG: AMG DYNAMIC SELECT, para los modos de conducción; AMG RIDE CONTROL, para la suspensión, el reparto de potencia y el ajuste del diferencial; el del ESP (control electrónico de estabilidad) con tres niveles de intervención y el mando para controlar la apertura de las mariposas de escape (para que el sonido aumente o disminuya). En las versiones S el volante está tapizado en microfibra en lugar de cuero y unos anagramas AMG bordados adornan los reposacabezas delanteros. Es posible encargar otra combinación de materiales para el volante, con molduras negras o de fibra de carbono.
En opción hay unos asientos, denominados AMG Performance, con los reposacabezas integrados en el respaldo y que ofrecen más sujeción al cuerpo.
El conductor puede elegir varios programas de conducción: Calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+, Individual y RACE (este último, sólo en las versiones S). En todas las versiones el cambio de marchas es automático de nueve relaciones, con mecanismo de embrague húmedo como elemento de acoplamiento, bajo la denominación AMG SPEEDSHIFT MCT 9G. En los modos de conducción Sport y Sport+ ejecuta una función de doble embrague. Independientemente del modo seleccionado, el coche siempre arranca en primera velocidad (en otras versiones, puede arrancar en segunda para suavizar la entrega de potencia en conducción normal). Detrás del volante hay unas levas para manejarlo de forma manual.
Algunos elementos mecánicos son específicos para las versiones AMG, como las manguetas, los casquillos (más rígidos) o los bujes. La caída negativa de las ruedas es mayor que en el resto de la gama GLC para mejorar la pisada del neumático al tomar curvas a gran velocidad. La dirección asistida tiene desmultiplicación y asistencia variable, de forma que requiere más o menos esfuerzo en función de la velocidad y se vuelve más o menos directa dependiendo del tipo de conducción. Los discos de freno son de dos piezas (con el núcleo de aluminio y el disco de fundición de hierro, para disminuir el peso y mejorar la refrigeración) y las pinzas son fijas, de seis pistones delante y monopistón atrás. En opción hay un sistema de frenos con discos cerámicos para el eje delantero.