El Mercedes-Benz GLC Coupé es un Mercedes-Benz GLC con una silueta más afilada de mitad hacia atrás. Este cambio, más allá de apreciaciones estéticas, proporciona una ventaja aerodinámica que ayuda a disminuir el consumo de carburante. También causa inconvenientes, como una disminución del espacio para la cabeza en la fila posterior de asientos y de capacidad del maletero. El GLC Coupé mide 4,77 metros de longitud y está en venta por 65 204 euros (precios de toda la gama), es decir, es entre 3000 y 5000 euros más caro que el GLC convencional, depende de la versión.
Está disponible con motores de gasolina y Diesel, de entre 197 y 680 CV. Todas llevan un sistema de hibridación ligera, incluso las deportivas AMG y, por tanto, todas tienen etiqueta ECO. También hay versiones híbridas enchufables; a estas les corresponde el distintivo 0 Emisiones (listado de versiones del GLC Coupé ordenado por precio). En km77 hemos probado un GLC 200 4MATIC Coupé, es decir, la versión básica de gasolina, que tiene 204 CV. Con este motor se mueve sobradamente bien. Por otro lado, nuestra unidad llevaba una serie de opciones —como la suspensión neumática y las ruedas traseras directrices— que ayudaban a mejorar sus cualidades dinámicas. Más información en las impresiones de conducción.
La tracción es siempre en las cuatro ruedas (4MATIC) y el cambio es en todos los casos automático de nueve relaciones.
El GLC Coupé más asequible con motor Diesel es el 200 d 4MATIC de 197 CV. Tiene un precio de 68 301 €, por lo que es más caro que las versiones equiparables del Audi Q5 Sportback y BMW X4 y sensiblemente más barato que un Jaguar F-PACE (ficha comparativa). El GLC 200 4MATIC Coupé de 204 CV cuesta 65 205 €, unos 5000 euros más que un BMW X4 xDrive20i de 184 CV (ficha comparativa; del Audi y del Jaguar no hay versiones de gasolina de esa potencia).
Hay dos versiones híbridas enchufables: 300 e y 300 de. Tienen potencias parecidas, 313 y 333 CV respectivamente, pero en la primera el motor de combustión es de gasolina (el mismo del GLC 200 Coupé) y en la segunda es Diesel (el mismo del GLC 220 d Coupé). La batería es idéntica para ambas, de 25,3 kWh útiles (31,2 kWh en total) y con capacidad para cargar con corriente alterna a 11 kW y en opción, por unos 665 €, con corriente continua a 60 kW. La autonomía eléctrica homologada es de 123 y 122 kilómetros, un valor que supera con creces los de cualquiera de sus rivales.
En Alemania, todavía no sabemos si llegará a España, hay un tercer GLC Coupé híbrido enchufable: el 400 e 4MATIC. Tiene 381 CV, un motor de combustión de gasolina, la misma batería de las versiones 300 e y 300 de y una autonomía eléctrica homologada de 122 kilómetros.
Las versiones deportivas Mercedes-AMG se llaman GLC 43 4MATIC Coupé (421 CV) y GLC 63 S E PERFORMANCE (680 CV). La primera dispone de un sistema de impulsión híbrido ligero y la segunda de uno híbrido enchufable con una autonomía de 12 km, por lo que ambas tienen la etiqueta ECO de la DGT. En este artículo damos más información de estas versiones.
Interior
El salpicadero del GLC Coupé es el mismo del GLC. Dos pantallas lo protagonizan, una de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra de 11,9 para el sistema multimedia, esta última con formato vertical y ligeramente orientada hacia el conductor. Son pantallas de una excelente resolución gráfica y nitidez, que se manejan a través de una interfaz (MBUX) que exige un ligero esfuerzo de aprendizaje para navegar por los menús con soltura. Pero una vez se le coge el tranquillo, resulta fácil e intuitivo. La calidad de los materiales y los ajustes son buenos y el habitáculo transmite sensación de viajar en un coche de alta gama.
En las plazas posteriores hay el mismo espacio para las piernas que en el GLC normal y la misma anchura entre puertas. Sin embargo, pierde 8 centímetros de altura al techo. Es mucho, pero también es verdad que el GLC convencional va sobrado en esta cota y esta pérdida no será un problema para personas de hasta 1,80 metros de estatura aproximadamente (en el convencional entra gente de 1,90 sin rozar el techo con la cabeza). Un Audi Q5 Sportback es prácticamente igual de amplio en esta fila (tiene un centímetro menos para las piernas y uno más para la cabeza), mientras que en un BMW X4 hay cuatro centímetros más de hueco para piernas, uno menos de anchura entre puertas y uno más para la cabeza (tabla comparativa de mediciones interiores).
El maletero es el otro damnificado de la carrocería más afilada del GLC Coupé. Las versiones Diesel y de gasolina con hibridación ligera tienen 545 litros en vez de los 600 del GLC normal. A pesar de ello, es más de lo que ofrece el Audi Q5 Sportback (510 l) y el BMW X4 (252 l). En el caso de las versiones híbridas enchufables, el maletero es de 390 litros, por los 470 que disponen esas mismas versiones con la carrocería convencional. En este caso, el Audi Q5 Sportback híbrido enchufable es mejor, pues tiene 455 litros (no hay versiones enchufables del BMW X4).
Descontando lo comentado en los dos párrafos anteriores, todo lo que contamos en lasimpresiones del interior del Mercedes-Benz GLC es aplicable al Mercedes-Benz GLC Coupé.