La Mercedes-Benz EQT es, en palabras de Mercedes, un monovolumen compacto eléctrico. Se trata de la versión eléctrica del Clase T y su silueta es la habitual en las furgonetas comerciales. Por el momento solo está disponible con carrocería corta, pero más adelante llegará una más larga con capacidad para siete pasajeros en vez de cinco.
Cuesta 48 650 euros, un precio que la sitúa como la furgoneta eléctrica más cara de entre las que tienen unas características similares. La que más se le acerca, y aún así es 10 000 euros más asequible, es la Toyota Proace City Verso Electric con el acabado básico; otras furgonetas eléctricas como la Renault Kangoo E-TECH, la Opel Combo-e o la Citroën ë-Berlingo cuestan entre 11 000 y 14 000 euros menos (listado de furgonetas eléctricas de hasta 4,6 metros de longitud).
La EQT corta, que es la única disponible por el momento, mide 4,498 metros de longitud, 1,859 m de anchura y 1,819 m de altura. El acceso a la segunda fila de asientos se hace mediante puertas correderas, lo cual es una ventaja porque dejan un vano muy amplio y no necesitan que haya mucho espacio a los lados del EQT para poder abrirlas.
La potencia del Mercedes EQT 200 es de 122 CV y la energía se almacena en una batería de 45 kWh de capacidad útil. Mercedes-Benz dice que el consumo homologado es de 19 kWh/100 km y la autonomía de 282 kiómetros. Son unos datos similares a los de los modelos citados unos párrafos más arriba (todos ellos tienen potencias de entre 122 y 136 CV y autonomías de entre 280 y 285 km).
La carga de la batería se puede hacer con corriente alterna (carga lenta) a 22 kW, una potencia más alta de lo normal. También con corriente continua (carga rápida) a 80 kW, que es más bien poco.
Mercedes-Benz adelantó el aspecto del EQT en mayo de 2021 con un prototipo del mismo nombre, el Concept EQT.
