Este Mercedes-Benz GLC es un SUV eléctrico que mide 4,85 metros de longitud, 1,91 m de anchura y 1,64 m de altura.
No tiene nada en común con el GLC de combustión (información del Mercedes-Benz GLC 2023). Por sus proporciones es similar a modelos como el Audi Q6 e-tron, el BMW iX3, el Ford Mustang Mach-E, el Tesla Model Y y el Porsche Macan. Está a la venta por 77 125 euros, un precio superior al del BMW y el Tesla e inferior al del Audi, el Ford y el Porsche (listado comparativo).
Por el momento solo hay una versión llamada GLC 400 4MATIC. Tiene dos motores, tracción total, 489 CV y una batería de tipo NCM de 94 kWh de capacidad útil (ficha técnica). Su autonomía homologada WLTP es de 666 kilómetros (puede ser de 707 km si se pide la opción Long Range Edition, que cuesta 3805 euros). Más adelante Mercedes-Benz añadirá otras cuatro versiones, algunas con tracción en un solo eje.
La arquitectura eléctrica es de 800 voltios —admite recargas en postes de 400 voltios, a diferencia del Mercedes-Benz CLA Coupé eléctrico— y permite hacer recargas en corriente continua a un máximo de 330 kW (del 10 al 80 % en 22 minutos o 303 km de autonomía en 10 minutos, según la marca). En corriente alterna es posible cargar a 11 kW (de serie) o a 22 kW (opcionalmente); además, este cargador embarcado es de tipo bidireccional.
El BMW iX3 50 xDrive, uno de sus principales competidores, es más barato, tiene prácticamente la misma potencia (469 CV) y puede recorrer más kilómetros entre recargas (805 km), si bien hay que tener en cuenta que su batería tiene más capacidad (108,7 kWh). El modelo de BMW también es mejor en cuanto a capacidad de carga, ya que admite un máximo de 400 kW y puede recuperar 372 km de autonomía en 10 minutos (69 km más que el Mercedes-Benz). La capacidad de aceleración, en cambio, es un poco mejor en el modelo de Mercedes-Benz: 4,3 segundos de 0 a 100 km/h, por 4,9 s del modelo de BMW; la velocidad máxima es idéntica: 210 km/h. Ficha técnica comparativa.
Todo el sistema propulsor trasero ha sido desarrollado por Mercedes-Benz, mientras que el delantero es suministrado por un proveedor externo. Cuando la demanda de potencia es baja, el motor delantero se desconecta. El motor trasero transmite el movimiento a las ruedas mediante una transmisión de dos relaciones.
Para la frenada regenerativa hay cuatro programas distintos, como en todos los Mercedes-Benz eléctricos: D-, D, D+ y D auto. La capacidad máxima de regeneración es de 300 kW, un dato elevado pero lejano al de, por ejemplo, un Porsche Taycan (400 kW). El sistema de climatización del GLC Eléctrico es mediante una bomba de calor.
Para la suspensión, Mercedes-Benz ofrece de manera opcional un sistema neumático «derivado del Clase S» con el que es posible modificar la altura de la carrocería (y la dureza mediante los amortiguadores controlados electronicamente que lleva igualmente). También es posible pedir un sistema de dirección en el eje posterior (las ruedas giran hasta 4,5 grados) que permite maniobrar con más facilidad en ciudad y que mejora la estabilidad a alta velocidad.
Del interior, la marca afirma que tiene más espacio en las plazas traseras que el GLC con motor de combustión, algo que parece razonable porque es un coche más largo y con más batalla (en esta última cota hay una diferencia de 8,4 cm). Su maletero principal es un poco más pequeño (570 litros frente a los 620 de algunas versiones del GLC 2023), pero tiene otro adicional bajo el capó con nada menos que 128 litros (imagen). En este sentido, el GLC eléctrico es mejor que otros modelos de características similares, como el BMW iX3 mencionado anteriormente (520 litros detrás y 28 delante), el Audi Q6 e-tron (526 + 64 l), el Ford Mustang Mach-E (402 + 100 l) o el Porsche Macan (540 + 84 l).
Uno de los aspectos más llamativos del interior del GLC es la enorme pantalla opcional seamless MBUX HYPERSCREEN que recorre el salpicadero del un lado a otro, nada menos que 39,1 pulgadas (99 centímetros de diagonal, la más grande que ha utilizado Mercedes-Benz hasta la fecha; imagen). La configuración de serie incluye tres pantallas unidas bajo una misma cubierta: 10,3 pulgadas para la instrumentación y 14 pulgadas tanto para el sistema multimedia como para la que hay frente al pasajero. Esta última muestra más o menos información en función de las opciones elegidas (si no se pide ninguna, solo admite la proyección de fotos, pero si se paga por algún paquete multimedia, es posible ver información relativa al coche o contenido audiovisual).
El sistema operativo es el MB.OS de última generación, que incluye inteligencia artificial o un asistente virtual con el que es posible interactuar utilizando un lenguaje natural. Opcionalmente también es posible pedir un sistema de iluminación ambiental con diferentes «temas» que varían en función de nuestro estado de ánimo o un techo panorámico de cristal de opacidad variable y en el que se proyectan 162 estrellas visibles en la oscuridad (imagen).
El volante tiene un diseño similar al de los modelos más recientes de la marca, pero tiene una novedad importante: algunos de los botones de los radios son físicos, una solución que la marca afirma haber recuperado tras valorar la opinión de sus clientes (nosotros también criticamos en varias ocasiones las superficies táctiles del volante de muchos de sus modelos).
Los sistemas de seguridad y asistentes a la conducción funcionan mediante un conjunto formado por 10 cámaras, 5 radares y 20 sensores de ultrasonidos. Algunos de los elementos de equipamiento disponibles para este GLC Eléctrico son una parrilla iluminada (y cuya forma adelanta el diseño que tendrán las de los próximos modelos de la marca; imagen), unos faros matriciales de ledes con más funciones de iluminación que los del GLC con motores de combustión y con menor consumo energético, un equipo de sonido del especialista Burmester o unos asientos con ventilación, calefacción, ajustes eléctricos, memorias de posición y varios programas de masaje.



