Al interior del Mercedes-Benz GLE Coupé no se puede entrar tan erguido como a otros todoterrenos grandes y con una silueta más tradicional. El motivo es que la distancia entre el piso de la carrocería y el techo no es amplia ni en las plazas delanteras, ni en las traseras. Los estribos laterales pueden ser de ayuda para algunas personas de baja estatura a la hora de subir (ya que los asientos van en una posición muy elevada), pero son un estorbo para las de mediana estatura y para las altas porque normalmente se rozarán con las piernas al entrar.
Aunque la silueta de la carrocería del GLE Coupé es muy distinta a la del GLE, realmente no hay diferencias importantes en cuanto a espacio interior se refiere. La pérdida más notable es la de 2 centímetros de altura libre al techo en las plazas posteriores. Lo que sí se pierde es mucha sensación de espacio porque las ventanillas (imagen) son de menor tamaño y el techo deja menos aire sobre la cabeza, especialmente en las plazas posteriores.
El puesto de conducción es similar al de otros GLE Coupé. La posición al volante es buena en el sentido de que los pedales y los principales mandos están bien colocados. Como en otros Mercedes-Benz, la palanca de cambios está anclada a la columna de la dirección (imagen) y es muy fácil llegar a ella sin soltar del todo la mano derecha del volante.
La parte mala del puesto de conducción del GLE Coupé es que se ve poco alrededor. Es difícil calcular dónde están los límites de la carrocería. Las cámaras de visión periférica opcionales (imagen) ayudan mucho en algunas circunstancias cotidianas, especialmente cuando hay que dejar el coche bien centrado entre las líneas de una plaza de garaje. No quizá no son de tanta ayuda para apurar las maniobras al máximo cuando hay columnas o paredes en los laterales, ya que en esas circunstancias no son capaces de representar una imagen que sirva de mucha ayuda al conductor.
El GLE Coupé está equipado con dos pantallas que parecen ser una única de mucha anchura (imagen). Hay una detrás del volante (imagen) y, justo a continuación, otra en el centro del salpicadero (imagen). Esta distribución es distinta a la de otros modelos más recientes como el Clase C o el Clase S, donde hay una pantalla de grandes dimensiones situada en vertical en el centro del salpicadero.
La pantalla central se puede manejar pulsando directamente sobre ella, con el cursor táctil del brazo derecho del volante o con la superficie táctil a modo de ordenador portátil (de arrastrar y pulsar) que hay entre los asientos (imagen). Siempre hemos criticado este tipo de control (más el de Lexus que el de Mercedes-Benz) ya que habitualmente lo hemos encontrado difícil de manejar en marcha. Sin embargo, en este GLE Coupé me he encontrado cómodo con ese touch pad y he conseguido navegar por los menús de forma rápida y fluida. Es posible que me haya habituado a utilizar superficies táctiles de este tipo, pero también creo que su funcionamiento haya mejorado claramente con el paso del tiempo. BMW, con el X5, resuelve el manejo de la pantalla central de una forma muy distinta: con un mando físico circular (que responde al giro y a la presión) más unos cuantos botones a su alrededor (imagen). En principio, creo que esta solución requiere menos tiempo de adaptación.
Las plazas posteriores (imagen) también son similares a las de cualquier otro GLE Coupé. Hay una banqueta de tres plazas dividida en dos secciones —1/3 y 2/3—, si bien la central tiene una forma y un mullido que la hace poco confortable (es mucho más estrecha y dura que las otras dos). Las banquetas de esta fila de asientos no se pueden desplazar longitudinalmente por un carril, pero los respaldos sí tienen regulación en inclinación. Los ocupantes de estos asientos pueden disponer, opcionalmente, de unos asientos con calefacción, un selector de temperatura para el climatizador (imagen), una trampilla que da acceso al maletero (imagen) o un sistema de entretenimiento compuesto por dos pantallas y un lector de DVD.
El maletero del GLE Coupé híbrido enchufable tiene 510 litros de capacidad (imagen), por lo que pierde 145 l frente a la versiones que sólo tienen motores de combustión (655 l). Aún así, se trata de un maletero amplio y apropiado para transportar objetos grandes, aunque no muy altos ya que no es posible cargar muy por encima de la bandeja debido a la caída del portón (imagen). En el maletero no hay ningún sitio específico para transportar los dos cables de recarga que vienen de serie con el vehículo, uno para puntos de recarga con enchufe doméstico y otro para cargadores de pared —tipo Wallbox— o puntos públicos (imagen).