El eje trasero recibe una suspensión de diseño completamente nuevo (un paralelogramo deformable multibrazo) y en ambos ejes se ha sustituido el sistema Hydragas (con amortiguación y muelles neumáticos) por un nuevo conjunto formado por amortiguadores telescópicos de gas y muelles helicoidales. Según me ha comentado el propio ingeniero que ha desarrollado las suspensiones del TF, Andy Kitson, el cambio de la amortiguación neumática Hydragas por la nueva se debe a varios motivos: por un lado, el sistema Hydragas es más caro (cuando apareció el MGF, dicho sistema se utilizaba también en los antiguos Rover 100 y abarataba el costo total); por otro, el diseño de la nueva estructura de suspensión trasera hacía más apropiado el conjunto muelle helicoidal/amortiguador.
Los nuevos subchasis delantero y trasero están ahora unidos más sólidamente a la carrocería gracias a las nuevas torretas de suspensión, lo cual permite incrementar la rigidez estructural.
Los cambios realizados han mejorado la cinemática de suspensiones en ambos ejes. Reducen las variaciones no deseadas de caída y convergencia cuando las ruedas se ven sometidas a esfuerzos en curvas, frenadas y aceleración. De esta forma, se ha mejorado el guiado y también se ha podido reducir el ángulo de convergencia y caída de las ruedas sin perder estabilidad. Al reducir la convergencia (ahora las ruedas delanteras van completamente paralelas) y la caída, se consigue un desgaste más uniforme de los neumáticos.
En el eje delantero se ha colocado una barra estabilizadora de mayor diámetro (ha pasado de 19 a 20 mm) y tiene casquillos más rígidos, mientras que en el eje trasero se ha modificado la barra estabilizadora para adaptarla a la nueva suspensión (mantiene su diámetro en 18 mm).
Con todo esto se ha podido rebajar 10 mm la altura de la carrocería en todas las versiones. Esto mejora la estabilidad (al bajar el centro de gravedad) e incluso la imagen estética del TF respecto al MGF. También se ofrece un paquete deportivo de suspensiones (de serie en TF 160 y opcional en el resto) que rebaja la altura otros 10 mm más. Con dichas suspensiones deportivas, los coches están 20 mm más bajos que los anteriores MGF.
La estructura del bastidor ha sido reforzada en partes cruciales. Esto, unido a los nuevos subchasis delantero y trasero más rígidos ha incrementado la rigidez de la carrocería en un 20 por ciento, reduciendo así las vibraciones que en el MGF se producían en el parabrisas. La mayor rigidez estructural permite también trabajar con más eficacia a las suspensiones y mejora la estabilidad y el confort.
Animación de 1,2 megabyte sobre la suspensión trasera.