Mitsubishi Outlander (2025) - Un SUV amplio, rápido y muy confortable | Impresiones del interior
El salpicadero del Mitsubishi Outlander tiene un diseño normal. Ni especialmente moderno, pero tampoco antiguo. En él hay dos pantallas de 12,3 pulgadas, una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia (son las mismas que usa Nissan en el X-Trail) y justo debajo de esta última hay cuatro botones físicos y una ruleta para acceder directamente a determinados menús. Son pantallas de buena calidad y que se ven muy bien ante todo tipo de condiciones de luz; también los menús están bien estructurados, aunque los de la instrumentación son muy numerosos y, en ocasiones, cuesta encontrar ciertas funciones (sobre todo en marcha; imagen).
Acertadamente, Mitsubishi dedica un conjunto de mandos para manejar el climatizador. Resulta mucho más rápido y seguro de utilizar que si todo estuviera integrado en un menú de la pantalla del multimedia (imagen). El volante tampoco tiene superficies táctiles, sino unos botones que siempre responden y que no se accionan involuntariamente al rozarlos con los dedos (imagen). Desde el punto de vista de la ergonomía, el Outlander roza el sobresaliente.
En cuanto a calidad percibida, este Outlander está muy por encima del anterior, tanto por el diseño como por los materiales empleados. Eso sí, hay que tener en cuenta que las unidades a las que nos hemos subido eran Kaiteki+ y First Edition, las más caras y sofisticadas de la gama. El cuero de los asientos puede ser artificial (nivel Kaiteki) o natural de dos tipos (Kaiteki+ y First Edition; el del First Edition es uno semianilina). Con independencia del tipo de material con el que están recubiertos, son asientos muy confortables, con un agarre lateral más bien justo y que pueden tener varias funcionalidades más o menos útiles: calefacción, ventilación, ajustes eléctricos y memorias de posición.
La carrocería y el interior tienen varias de las cualidades que ya conocemos del X-Trail. Por ejemplo, las puertas posteriores abren en un ángulo muy grande, lo que facilita el acceso al interior y los asientos van unos centímetros más elevados que los anteriores (gracias a ello, sus ocupantes tienen buena visibilidad a través del parabrisas). Si a eso le añadimos unos respaldos con ajuste en inclinación, un climatizador independiente del de las plazas delanteras (imagen), asientos de los extremos calefactados y unas cortinillas laterales retráctiles, nos encontramos con un espacio muy agradable en el que viajar. Sería aún mejor si las banquetas tuvieran ajuste longitudinal, una funcionalidad de la que, curiosamente, sí dispone su «primo hermano» el X-Trail.
En estas plazas traseras hay más espacio del habitual en sentido longitudinal, en anchura y en altura (mediciones del interior). La zona de los pies no es completamente plana, pues en la parte central hay un pequeño abultamiento de unos tres centímetros que está cubierto por una tapa de plástico (imagen). Tampoco es posible introducir la punta de los pies por debajo de los asientos delanteros cuando estos están colocados en su posición más baja.
El maletero tiene 495 litros de capacidad (cinco menos en las versiones que llevan el subwoofer del sistema de sonido Yamaha). Es muy ancho, su profundidad es normal y la cota de altura hasta la cortinilla es buena. Por volumen, queda en una posición intermedia entre los SUV híbridos enchufables de tamaño parecido. Los mejores en este aspecto son el Honda CR-V (635 litros) y el Mazda CX-60 (570 l). Los volúmenes que anuncian Peugeot, Škoda y Volkswagen en el 5008, Kodiaq y Tayron, respectivamente, son mayores, pero tienen truco: están medidos con la segunda fila de asientos completamente adelantada (lo que la inutiliza para llevar pasajeros) y con los respaldos en la posición más cercana a la vertical posible.
Cifras aparte, es un maletero de formas bastante aprovechables pero con algunos aspectos mejorables. Por ejemplo, las paredes laterales no están tapizadas (los golpes o roces se quedan marcados con mucha facilidad en el plástico) y la cortinilla que cubre el equipaje tiene una porción móvil que, en teoría, sirve para ocultar el equipaje con independencia de la posición de los respaldos traseros (recordemos que tienen ajuste en inclinación), pero que en la práctica no hace bien su trabajo porque se cae la mayoría de las veces.