Los asientos delanteros (imagen) son confortables por la dureza y la forma del mullido, pero sujetan poco el cuerpo en las curvas. Sólo el del conductor se puede regular en altura y ninguno tiene posibilidad de ajustar el apoyo lumbar. El volante es regulable en altura y profundidad y los cinturones en altura. A mí me ha resultado fácil encontrar una postura de conducción cómoda. A Javier Moltó también le ha resultado fácil encontrar una postura de conducción cómoda y él es unos 15 centímetros más bajo que yo, por lo que parece un sistema bien logrado para diferentes tallas. Lo que no le ha convencido a Javier es la forma de los asientos a la altura de los hombros, porque le parece demasiado abultada y empuja los hombros demasiado hacia adelante.
La instrumentación presenta un aspecto clásico y se ve muy bien (imagen). Hay dos grandes indicadores de aguja —el cuentarrevoluciones a la izquierda y el velocímetro a la derecha— y una pantalla central que, en los niveles de equipamiento más altos, mide 5 pulgadas. En la pantalla central se ve la información relativa al ordenador de viaje, los sistemas de ayuda a la conducción, el lector de señales de tráfico, el sistema de medición de presión de los neumáticos y el sistema multimedia (imagen).
Las unidades que he conducido tenían el nivel de equipamiento N-Connecta y Tekna, los dos más altos. Estas tenían en la consola central una pantalla táctil de 7 pulgadas para manejar el sistema de audio, el navegador y otras funciones (imagen). Es una pantalla cuya calidad de imagen es correcta y que muestra unos menús fáciles de entender y manejar. La respuesta al tacto es rápida y la transición entre los distintos menús fluida. A partir de enero de 2018, este sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay y con Android Auto. Hasta la fecha sólo era compatible con Apple CarPlay. Nissan también actualiza a principios de 2019 el sistema multimedia, con nuevas funciones para el navegador, diseño renovado y la posibilidad de configurar los menús a gusto del conductor, entre otros cambios.
Por debajo de la pantalla está la agrupación de mandos para controlar el climatizador, que tiene regulación de temperatura para una zona. No es posible que sea bizona, si bien son muy pocos los vehículos de esta categoría que pueden tener un climatizador de ese tipo, uno de ellos es el Peugeot 208. En un Opel Corsa, un Škoda Fabia y un Volkswagen Polo siempre es monozona. Entre los botones del climatizador están los que activan la calefacción de los asientos delanteros, cuya potencia es regulable en dos niveles (baja y alta).
Entre los mandos del climatizador y la palanca del cambio de marchas hay un hueco de generosas dimensiones en el que cabe con mucha holgura un par de teléfonos móviles y unas llaves. Este hueco está iluminado y tiene un fondo de goma que resulta muy útil para que los objetos depositados en él no estén continuamente moviéndose de un lado a otro. Detrás de la palanca del cambio hay más huecos, de base redondeada, pensados para botellas de medio litro (imagen). Al lado de ellos está la palanca del freno de estacionamiento, que no puede ser eléctrico.
La guantera tiene un tamaño generoso, pero no está iluminada ni refrigerada (imagen). La tapa no tiene ningún tipo de mecanismo que amortigüe su caída cuando se abre, ni cerradura. Este tipo de atenciones tampoco se encuentran en alternativas como el Ford Fiesta, el Opel Corsa, el Renault Clio o el Peugeot 208. Tampoco hay iluminación para los espejos situados en los parasoles.
En el salpicadero del Micra hay zonas hechas con plástico duro y otras que están cubiertas con un acolchado. Las zonas de plástico duro se localizan principalmente en la parte alta y baja del salpicadero y en los paneles de las puertas. Las zonas acolchadas son la franja central del salpicadero, los laterales de la zona baja de la consola y los apoyacodos de las puertas delanteras. La sensación de calidad que transmite el interior es buena, mejor por ejemplo que la de un Renault Clio, y las distintas piezas que lo componen están aparentemente bien encajadas entre sí.
En el Micra hay tres puestos con anclajes ISOFIX. La plaza del acompañante (imagen) y las dos laterales de la fila posterior (imagen).
El acceso a la segunda fila de asientos es mejorable. Las puertas traseras abren en un ángulo no especialmente grande y el hueco que descubren es estrecho y bajo. Dentro, el espacio para las piernas es superior al que hay en un Ford Fiesta y un Volkswagen Polo, e inferior al de un Suzuki Baleno. En un Opel Corsa es similar (tabla comparativa de mediciones del interior).
El espacio libre al techo es peor que el de la mayoría de sus alternativas (tabla comparativa). Una persona de 1,85 metros de estatura toca el techo con la cabeza sin necesidad de estirarse. La anchura entre puertas es, como en todos los vehículos de este tamaño, insuficiente para que tres adultos de corpulencia normal quepan con confort.
El reposacabezas de la plaza central trasera es de serie únicamente con el nivel de equipamiento Tekna. En esta fila de asientos no hay un reposabrazos central abatible, ni asideros en el techo (hay unos ganchos en su lugar) y los elevalunas han de subirse y bajarse a mano mediante una manivela en las versiones inferiores de equipamiento, en las que no es posible pedir que sean eléctricos ni opcionalmente. Las ventanillas son pequeñas, no bajan del todo y si se piden oscurecidas, la sensación de espacio es mala.
El volumen del maletero es de 300 litros, exactamente el mismo que en el Clio. Es un valor intermedio entre sus alternativas (listado comparativo ordenado por tamaño de maletero). Entre los que tienen uno más grande están el Baleno (355 litros), el SEAT Ibiza (355 litros), el Škoda Fabia (330 litros) y el Hyundai i20 (326 litros). Lo tiene más pequeño el Ford Fiesta (292 litros), el Opel Corsa (285 litros) y el Volkswagen Polo (280 litros). El volumen no varía si el coche lleva un kit de reparación de pinchazos o una rueda de repuesto de emergencia, aunque en el caso de llevar el kit, el espacio libre que queda bajo el piso es mayor y se puede aprovechar para guardar pequeños objetos. El piso del maletero no puede colocarse a distintas alturas, algo que sí puede hacerse, por ejemplo, en un Polo.
Los respaldos de los asientos traseros son abatibles en dos partes asimétricas (en proporción 60/40) y no forman una superficie continua con el piso del maletero, sino que queda un salto de unos 13 cm. Si el asiento del pasajero se desplaza lo más hacia delante posible, queda una longitud de 143 cm entre el borde del respaldo de este asiento y borde más alejado del maletero.