En España hay una única versión de equipamiento disponible con este motor es el «Cosmo».
Todos los Cosmo llevan de serie suspensión rebajada (15 mm) y también el «Pack sport Chasis», que incluye sistema de control de estabilidad y botón «Sport» en el salpicadero. La unidad de prueba que hemos tenido en la redacción de km77.com llevaba además la suspensión adaptativa IDSplus, que es opcional y que para los Astra con motor de gasolina de más de 1,6 litros de cilindrada tiene un precio de 708 €.
En los Astra Elegance y Enjoy, para disponer del IDSplus es necesario adquirir el Pack Sport Chasis (que incluye suspensión rebajada), por lo que para llevar IDSPlus es necesario desembolsar casi 700 euros por el IDSPlus más casi 800 por el Pack Sport Chasis. En total casi 1.500 euros.
El IDSplus es un sistema varía la dureza de los amortiguadores y modifica la regulación de los sistemas controlados electrónicamente, como el ABS y el ESP. Como es un sistema que se adapta continuamente, al conductor le resulta difícil saber cuándo está actuando más o menos deportivamente, porque para notar la diferencia en el paso por curva hay que tomarlas con cierta rapidez, y cuando pasas con cierta rapidez el sistema actúa siempre.
Con el Pack sport chasis hay un botón en el salpicadero que permite elegir una posición Sport que presumiblemente fija en la posición más deportiva la dureza de amortiguadores y de los controles electrónicos.
Pues bien, la diferencia entre llevar el botón apretado o no es imperceptible para mí; mis compañeros de redacción que lo han probado tampoco han sido capaces de notar la diferencia.
No se nota nada en autovía, por ejemplo, donde la suspensión resulta seca en ocasiones y normal en otras, tanto con el botón apretado como liberado. En la posición normal, en ocasiones, después de recorrer unas centenas de metros sobre buen asfalto (parece que la amortiguación se endurece cuando las condiciones son buenas) al llegar a una junta de dilatación la sacudida es muy seca. Sin embargo, a veces, con el botón Sport apretado, en condiciones similares, la sacudida es más suave.
He probado todo lo posible en el paso por curva. He pasado más de veinte veces por la misma curva, con el suelo húmedo no encharcado, con buena visibilidad, de todas las maneras posibles: con el botón liberado, con el botón presionado y con el ESP desactivado (se desactiva si se presiona durante más de 4 segundos el botón Sport). Pues bien, la diferencia entre llevar el botón sport presionado y sin presionar es mínima. Mi sensación es que el eje delantero entra bien en la curva con las dos modalidades y que, también con las dos modalidades, la calidad del apoyo es peor. Es decir, el coche obedece muy bien al movimiento del volante y gira con agilidad para meterse en la curva, pero luego, en el apoyo no se puede forzar porque pierde adherencia y el eje delantero se desliza hacia el exterior de la curva.
Es casi imposible conseguir que el eje posterior deslice si se entra normalmente en una curva. Incluso si en mitad de la curva se levanta el pie del acelerador con brusquedad no resulta fácil que el eje posterior deslice. En este sentido el ESP tiene poco trabajo. Sin embargo, sí desliza con facilidad si se balancea el coche. Por ejemplo, en dos curvas enlazadas(o en una maniobra de esquive, en la segunda curva es muy sencillo que el coche se cruce.
Con el ESP conectado, tanto en posición sport como normal, permite un recorrido suficiente antes de actuar, por lo que a las personas que les guste sentir que el coche desliza ligeramente del eje posterior podrán notarlo con la seguridad añadida que aporta el ESP en estas situaciones.
Independientemente de si entra o no entra, lo que sí tengo claro es que el coche es más eficaz con el ESP conectado que desconectado. El motivo es que entra mejor en la curva con el ESP conectado que con él desconectado. Ignoro el motivo, pero es así. Al acelerar a la salida de la curva, con el ESP desconectado se puede ir más rápido porque no actúa el control de tracción, que en algunas ocasiones hace que el motor caiga demasiado de revoluciones. En cambio, cuando el ESP actúa para corregir el sobreviraje, la respuesta es menos intrusiva que cuando actúa el control de tracción.
Tampoco he notado gran diferencia en la dirección entre llevar el botón Sport apretado o liberado. En general la dirección electrohidráulica me ha gustado mucho. Siempre se siente en las manos, con mucha precisión, lo que está sucediendo en el eje delantero. Si las ruedas están demasiado giradas o no, por qué están patinando, dónde está el límite. Quizá la buena sensación sea ligeramente mejor con el botón apretado, pero no estoy seguro. En cualquier caso, la diferencia es mínima.
El tacto y la potencia de los frenos es bueno. También su resistencia a la utilización intensiva, si bien con el coche cargado y en largas bajadas se debe tener algo de cuidado, si se desciende con rapidez. Con el conductor sólo y a buen ritmo noté pequeños síntomas de fatiga al final de una bajada que realicé después de mucho probar y de dar muchas vueltas para probar en una curva.