Opel Zafira Tourer (2012) | Impresiones del interior

Según las mediciones que hacemos en km77.com, el Zafira Tourer es más espacioso que el Zafira en la segunda fila de asientos pero no en la tercera, donde empeora ligeramente en todas las cotas. En la tabla de mediciones se pueden ver las medidas de uno y otro relacionadas con el espacio para las piernas, la anchura a la altura de los hombros y la distancia de la banqueta al techo. Una novedad es que la segunda fila ya no está formada por una única banqueta sino por tres asientos individuales, de menor anchura el central.

Si comparamos el Zafira Tourer con sus alternativas, es uno de los más anchos en las plazas traseras y el que más espacio disponible para las piernas ofrece a los pasajeros traseros, nada menos que 80 cm desde el respaldo hasta el asiento delantero. Pero esta distancia está condicionada a la posición más retrasada de los asientos con el sistema «Lounge Seating», que permite un mayor desplazamiento longitudinal de los asientos —28 cm en vez de 21—. Para lograr esos 7 cm adicionales hay que convertir el asiento central en un apoyabrazos (imagen) y, por tanto, prescindir de una de las tres plazas. Es una opción para el nivel de equipamiento «Selective». Con los asientos normales hay 73 cm de espacio en esa misma medición, que es normal.

Para esa transformación hay que adelantar algo el asiento central, abatir el respaldo y plegar sus extremos hacia detrás (imagen). Estas operaciones no requieren un esfuerzo grande y se realizan en poco tiempo. Una vez hecho esto, los dos asientos de los extremos se pueden mover hacia atrás. En la parte final del recorrido, se desplazan hacia el interior del coche, alejándose de las puertas 5 cm, lo que permite alcanzar esos 28 cm de regulación longitudinal, puesto que sino golpearían en el paso de rueda (vídeo en el blog). En el Ford Grand C-MAX y el Mazda5 también es posible ocultar el asiento central pero los dos laterales no se pueden alejar de las puertas. Que los asientos se puedan acercar hacia el centro del coche los hace más seguros en caso de accidente por impacto lateral.

Foto de - opel zafira-tourer 2012

La segunda fila de asientos «normal» permite desplazar 21 centímetros los tres asientos pero no alterar la forma del central ni alejar los dos laterales de las puertas.

Con cualquiera de los dos tipos de asientos, los respaldos se pueden ajustar en cuatro inclinaciones (corresponden a  0, 16, 20 y 24 grados).

Acceder a la tercera fila de asientos (imagen) requiere agilidad porque queda poco espacio para pasar el cuerpo. Para pasar hay que adelantar el asiento lateral de la segunda fila y, después, pivotar todo el asiento hacia delante. La tercera fila de asientos tiene un espacio similar a la media de este tipo de monovolúmenes. Un adulto de talla media no viajará cómodo porque tiene que ir con las piernas muy dobladas (salvo que los asientos de la segunda fila se adelanten del todo (y por tanto se inutilicen) y porque el techo tiene una rebaja en esa zona que lo deja muy cerca de la cabeza.

Cuando no se utilizan estas plazas se pueden ocultar fácilmente bajo el piso y esta misma operación se puede hacer con cualquiera de las tres plazas de la segunda fila. Por tanto, es posible pasar a cualquier configuración —de dos a siete plazas— sin dificultad y sin la necesidad de tener que extraerlas del coche y guardarlas en algún lugar. Cuando se abaten todos los asientos queda una superficie horizontal. Para facilitar las tareas de cambian la configuración son de distinto color las cintas de las que hay que tirar según la reacción que produce accionarlas: rojo para plegar y negro para volver a colocar.

El puesto de conducción es bueno. Los asientos son cómodos y sujetan adecuadamente el cuerpo para una conducción normal (los que he probado son los que Opel llama deportivos. Hay unos más sencillos). La banqueta va algo más elevada que un turismo, lo que facilita sentarse en ella y la visibilidad. La instrumentación es sencilla y fácil de leer.

Lugares para guardar cosas y maletero

Hay varios lugares repartidos por el habitáculo donde guardar cosas, como las dos guanteras del salpicadero (imagen). Varios de ellos están en la consola: en su zona superior y al pie de la pantalla, un cajoncito con tapa (imagen); en la inferior, una repisa (imagen); y entre los asientos lo que Opel llama «FlexConsole» (de serie con el equipamiento «Excellence» y opcional en el «Selective»; va asociado al freno de estacionamiento eléctrico). Es un cajón con tapa por encima del cual se puede poner una pieza con dos huecos portabebidas y sobre ésta, un apoyabrazos con un cajón en su interior (imagen). El apoyabrazos y el portabebidas se deslizan por unas guías de aluminio, en un sistema denominado «FlexRail» (vídeo en el blog). En los laterales del «FlexRail» y en las puertas hay unas tiras luminosas rojas (que de noche reflejan en las ventanillas y cuya intensidad no se puede variar).

Foto de - opel zafira-tourer 2012El maletero es más grande que el del Zafira. Tiene 710 litros de capacidad en las versiones de cinco asientos, un volumen muy grande para la longitud de la carrocería. Un Renault Grand Scénic tiene 564 litros y un Chevrolet Orlando, con el que comparte plataforma, 458 litros (listado comparativo). Si tiene siete plazas y están colocados los asientos de la última fila en su posición de utilización el volumen se reduce a 152 litros. Opel no da el volumen de las versiones de siete plazas cuando solo se usan cinco asientos (por nuestras mediciones, calculamos que debería ser de unos 500 litros aproximandamente).

De serie no hay ningún elemento para evitar que la carga se desplace por el maletero, ni siquiera unos ganchos para colgar las bolsas de la compra. Por ello creo que es una opción recomendable el paquete opcional llamado «FlexOrganizer» que incluye dos redes, unos raíles montados en los laterales del maletero y otros accesorios. La cortinilla que oculta el equipaje se puede guardar cuando no se utiliza en un hueco tras la tercera fila de asientos.

El Zafira Tourer puede equiparse con el sistema de transporte de bicicletas «FlexFix». Este dispositivo permite colocar hasta cuatro bicicletas en el exterior del coche (imagen). Cuando no se usa va recogido tras el paragolpes, bajo el maletero (imagen). Cuando se utiliza puede llevar dos bicicletas de 30 kg cada una. Adicionalmente se puede montar un accesorio extra para colocar otras dos bicis de 20 kg cada una. El «FlexFix» se puede abatir fácilmente unos grados hacia detrás para poder abrir el portón sin tener que quitar las bicicletas.

Opel Zafira Tourer (2012) | Impresiones de conducción

Por sus reacciones y confort, el Zafira Tourer me ha parecido satisfactorio. Su mayor altura, respecto a un turismo, no lo hace torpe ni provoca movimientos de carrocería amplios que puedan resultar incómodos a los pasajeros. Esto es así, al menos, con la suspensión opcional «Flexride» que tiene unos amortiguadores de dureza variable.

La batalla es algo mayor que la del Insignia y la anchura de vías similar, pero se trata de plataformas distintas (Epsilon II y Delta II). Ambos modelos no comparten suspensión, ya que la trasera es estructuralmente distinta y del mismo tipo que la que Opel usa en el Astra —un eje de torsión con un paralelogramo de Watts (más información)—.

El Zafira Tourer entra bien en las curvas y no tiene reacciones que sorprendan al conductor ni que sucedan con excesiva rapidez, algo que si puede ocurrir en un Renault Grand Scénic cuando se levanta bruscamente el pié del acelerador con el coche apoyado en una curva.

Los tres ajustes de la suspensión se seleccionan mediante dos botones marcados como «Sport» y «Tourer»; el nivel intermedio se activa deseleccionando los otros dos. Además de actuar sobre la dureza de los amortiguadores, lo hace sobre la asistencia de la dirección y sobre la respuesta del motor (para un mismo recorrido del pedal del acelerador se consigue una mayor o menor aceleración pero las prestaciones, si se acelera a fondo, son exactamente las mismas).

Foto de - opel zafira-tourer 2012

Al principio, no me parecía que la diferencia entre los tres niveles fuese grande y pensaba que Opel podría haber prescindido del ajuste intermedio. Según he ido haciendo kilómetros, he encontrado situaciones a las que se adecuaban cada uno de los tres austes.

En general, el modo más blando —«Tourer»— es el más idóneo porque es el que mejor aisla de la carretera y además hay que hacer poco esfuerzo sobre el volante para maniobrar. Viajando por carretera, puede ser preferible seleccionar el modo intermedio para que la carrocería quede más sujeta en las curvas y la dirección no sea tan sensible (así hay que corregir menos la trayectoria) y la pérdida de comodidad es poca. El nivel «Sport» sólo lo he empleado al probar el coche en carretera de muchas curvas aunque, a diferencia de lo que ocurre en otros coches con un ajuste deportivo para la suspensión, en el Zafira se puede emplear en cualquier tipo de carretera porque ni se vuelve incomodísimo ni las ruedas rebotan en las irregularidades.

Es el mejor monovolumen al que le hemos medido la frenada de 120 a 0 km/h. Ha necesitado recorrer 50,3 metros hasta detenerse, una distancia que no consiguen ni modelos deportivos como el BMW M5. Su resistencia ante un uso exigente es correcta.

2.0 CDTI 165 CV

Para redondear la parte dinámica, Opel debería mejorar el funcionamiento del motor Diesel. En carretera es agradable pero en ciudad funciona con aspereza y es ruidoso cada vez que se inicia la marcha. Además, es un motor poco elástico, con una respuesta pobre —comparada con la de otros motores Diesel de potencia semejante que utilizan otras marcas— a menos de 1800 rpm y que impide incorporarse en los cruces, a los que se llega en movimiento, en segunda, haciendo necesario engranar primera. En carretera los inconvenientes desaparecen: el motor apenas se oye y su funcionamiento es más refinado.

Foto de - opel zafira-tourer 2012No es un motor con una respuesta brillante a altas revoluciones. En la medición de aceleración que hacemos de 80 a 120 km/h (simula un adelantamiento) hemos comprobado que no merece la pena apurar por encima de 3700 rpm. Si se cambia de marcha pasado ese punto, la aceleración empeora: Cambiando a 3700 rpm tarda 7,7 segundos; si se hace el cambio a 4000 rpm tarda 8,0; Y si se apura hasta unas 4400 rpm, el tiempo aumenta hasta 8,2 s.

Un Volkswagen Touran en su versión 2.0 TDI de 170 CV es más rápido en esa misma medición, mientras que el Peugeot 5008 en su variante HDi de 163 CV fue más lento. Las diferencias acelerando y recuperando con respecto al Chevrolet Orlando —con el mismo motor que el Opel pero 2 CV menos— son pequeñas, pero siempre a favor del Orlando (tabla de prestaciones).

El consumo es bajo en términos absolutos y normal comparado con los modelos que hemos citado anteriormente. En la siguiente tabla se pueden ver los datos de prestaciones, consumo y frenada, además de ver la relación entre peso y potencia de cada uno.

Datos de consumo. Mediciones de km77.com
Coche
Potencia
(CV)
Peso/Potencia
(Kg/CV)
Aceleración
80-120 km/h (s)

Recuperación 6ª
80-120 km/h (s)

Desarrollo 6ª
(km/h x 1000 rpm)
Frenada
(m)
Consumo
(l/100 km)
Opel Zafira Tourer CDTi
165
10,74
7,7
14,2
54,3
50,3
6,8
Chevrolet Orlando CDTi
163
10,15
7,5
13,9
54,4
58
6,9
Peugeot 5008 HDI CMP
163
10,20
8,6
14,6
49,9
54,9
7,4
Volkswagen Touran TDI DSG
170
9,48
7,1
12,6
50,5
54,6
6,9


Nosotros hemos probado la versión con cambio manual de seis relaciones —hay una variante con cambio automático—. Aunque en ciudad, donde hay que cambiar de marcha constantemente, se agradecería que se manejase con más suavidad, es un buen cambio por que es rápido y los recorridos están bien definidos, por lo que difícilmente se puede equivocar uno al meter una marcha.

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