Al sentarse en el Evoque se experimenta una sensación acogedora, en parte por el diseño y en parte por la calidad que transmiten todos los materiales, que tienen buen aspecto y un tacto muy agradable.
En la unidad que hemos probado, las piezas, tanto las más visibles como las que lo son menos, están recubiertas con cuero de buena factura o plástico blando. Esto también ocurre en zonas que habitualmente quedan más descuidadas, como la parte baja de las puertas o el salpicadero. En este sentido es claramente mejor que un Toyota RAV4, un Volvo XC40, por ejemplo. También se escuchaban ruidos de desajustes, algunos solo al circular fuera del asfalto sobre caminos irregulares, y otro muy molesto que procedía de la pieza decorativa que hay en el capó (imagen) y que sonaba según la frecuencia con la que vibraba. Tanto la del lado izquierdo, que es de la que oía yo el ruido, como la del derecho (que no sé si hacía ruido) se movían con la mano en su alojamiento. Supongo que es un problema puntual.
Acceder al interior no requiere de ningún esfuerzo especial porque los asientos no están muy alejados del exterior. Como es habitual en Land Rover, la puerta cubre todo el lateral del chasis y así la ropa que cubre la pierna no se ensucia al subir o bajar del Evoque.
Land Rover dice que gracias al aumento de la batalla los pasajeros de la fila trasera ahora disponen de más espacio para las piernas. Según nuestras mediciones, esa mejora es de 1 cm (68 cm). Un pasajero trasero de 1,85 metros de altura, tras colocar el asiento del conductor en una posición adecuada para un conductor de similar altura, tiene espacio justo para sentarse sin que las rodillas le lleguen a rozar con el respaldo del asiento delantero. La mayoría de todoterrenos/SUV de este tamaño ofrecen más espacio en esta cota, con las excepciones del Hyundai Kona (tres menos, 65 cm) y el Lexus UX (uno menos, 67 cm). Los mejores son el BMW X1 (76 cm) y el Volkswagen Tiguan (74 cm).
La fila trasera tiene otros aspectos que sí nos han dejado buena impresión, como que las banquetas de los asientos no son cortas (están en un término medio) y que el espacio libre hasta el techo es suficiente que para aquellos que midan hasta 1,95 metros de altura, aproximadamente, no lo toquen con la cabeza si van erguidos y de 1,85 m si quieren ir con la cabeza apoyada en el reposacabezas (la unidad probada tenía un techo de cristal, que resta altura libre).
Hay mucho hueco para introducir los pies por debajo de los asientos delanteros y el túnel de transmisión no es muy voluminoso. Igual que en otras alternativas similares, la anchura no es suficiente para que tres adultos viajen atrás con desahogo y además la plaza central es más incómoda que las laterales porque el mullido de la banqueta y el respaldo son más duros. Los anclajes Isofix van cubiertos con unas tapas (imagen) y dejan entre dos sillas 1 cm más que en un X1, 2 cm que en un Tiguan y 3 cm más que en un Audi Q3.
Para los pasajeros de estas plazas hay salidas de ventilación al final de la consola (imagen), bolsas en las puertas de tamaño medio (imagen) y revisteros en los respaldos (imagen). Si se abate el apoyabrazos, se dispone de un par de portabebidas (imagen). También hay luces de lectura, pero carece de ganchos para colgar ropa.
El maletero tiene 472 litros de capacidad de acuerdo con el método VDA, que es la que usan las marcas para informar de esa cota y nosotros en nuestras fichas técnicas. Aclaro esto porque Land Rover (al igual que Jaguar) acostumbra a dar una cifra que no sigue esa metodología, sino que da el valor en litros de agua, una medida que arroja cifras mayores; por ejemplo, para el Evoque da un volumen del maletero de 591 litros, 119 litros más que el valor VDA. 472 litros es un volumen intermedio frente al de modelos de tamaño similar (listado de todoterrenos de entre 4,20 y 4,60 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero).
En los laterales hay un par de ganchos para colgar bolsas (imagen), una cinta elástica (imagen), una toma de 12 V (imagen) y una redecilla para sujetar objetos aprovechando un hueco que queda en el lateral derecho (imagen). También puede instalarse en el piso un par de raíles (imagen) por los que se pueden desplazar unas argollas.
La bandeja del piso queda enrasada con el borde de carga. Este queda a 75 centímetros del suelo (imagen), una distancia normal para un vehículo de este tipo (por ejemplo, el borde de carga del Audi Q3 y del Volvo XC40 queda a 77 centímetros (imagen del Q3 e imagen del XC40). El piso no se puede colocar a distintas alturas; debajo hay una serie de compartimentos que permiten alojar objetos de distintos tamaños (imagen).
Al abatir los respaldos de los asientos posteriores, que están divididos en proporción 40:20:40, queda una superficie sin escalón, pero no totalmente plana (imagen). Con esta configuración, la capacidad de carga es 1156 litros. El portón puede tener un sistema de apertura y cierre automáticos.
En todas las puertas puede haber un avisador lumínico (imagen) que indica al pasajero si algún vehículo se aproxima desde atrás hacia su costado del coche, para que así pueda salir de este con seguridad. Bajo mi criterio, el aviso es poco llamativo y puede no cumplir su misión. La visión hacia atrás desde el puesto de conducción no es especialmente buena, en parte porque la luneta es pequeña y los pilares traseros son gruesos, aunque también porque el techo presenta un escalón en la zona del maletero.
En el Evoque pueden ir instaladas hasta cinco cámaras. Cuatro se usan para generar una vista cenital y para mostrar lo que hay bajo el coche, entre las ruedas delanteras (imagen), en conducción todoterreno. A esta función, Land Rover la llama Clearsight Ground View.
La restante (que va colocada en la antena) capta imágenes que se muestran en el retrovisor interior. Este, al igual que en el RAV4, se puede usar como espejo normal y como retrovisor de pantalla (imagen). Esta última función puede ser de utilidad si hay pasajeros en las plazas traseras o el maletero está cargado hasta arriba y la visibilidad con el espejo es mala. Como ocurre con este tipo de retrovisores, se pierde la sensación de profundidad. A cambio, ofrece un campo de visión más amplio (según Land Rover, de 50º en vez 25) y sin obstáculos. La cámara es de 1,7 megapixel y con una frecuencia de 60 fps; la pantalla es de 9,5” con resolución 1600x320.
Sin contar con la del retrovisor hay otras tres pantallas. La de la instrumentación, la del sistema multimedia y una tercera, la más grande, para el navegador y la gestión del sistema Terrain Response. Las tres se suelen ver bien. Con la única que he tenido en alguna ocasión problemas por reflejos ha sido la del sistema multimedia, cuya inclinación es ajustable.
La del sistema multimedia es mejorable porque su funcionamiento no es fluido. No responde inmediatamente a la presión de los dedos y el paso de un menú a otro no es inmediato. Además, al menos en el Evoque que hemos probado, las imágenes de las cámaras exteriores no siempre se podían ver.
En general es fácil encontrar los mandos para todas las funciones. Los que están más escondidos son los que regulan la luz del cuadro, la altura del haz de los faros y el que acciona el portón. Este sería preferible que fuese más grande, quedase más a mano y estuviese siempre iluminado (en el garaje, si el coche no está en marcha, hay que localizarlo a oscuras).