El habitáculo del Range Rover Sport tiene una terminación exquisita. No llega al nivel de excelencia del Range Rover, que es un modelo más caro, pero sin lugar a dudas se trata de unos de los mejores todoterreno de su categoría. Tanto por los materiales empleados (madera, piel, fibra de carbono forjada o metal, entre otros), como por los acabados entre las distintas piezas (al tacto se perciben tremendamente precisos), se encuentra por encima de un Audi Q8, un BMW X5 y un Mercedes-Benz GLE, tres modelos que no son precisamente malos en estos aspectos. Un Porsche Cayenne tampoco transmite la misma sensación de lujo, ni consigue igualar al Land Rover en el cuidado de pequeños detalles.
Para los asientos hay varios tipos de tapizados. Uno de ellos se llama Ultrafabrics, que se caracteriza por estar fabricado con materiales sostenibles de origen no animal. Trata de imitar el aspecto de la piel y su tacto. Lo primero lo consigue muy bien, lo segundo no. Tiene un tacto áspero y no especialmente agradable. La piel semi-anilina suave y la piel Windsor tienen un tacto más suave y refinado. Para todos estos tapizados hay disponible un buen número de colores, algunos de ellos bitono. Opcionalmente se pueden pedir unos asientos deportivos para las plazas delanteras que incluyen calefacción, ventilación, masaje, memorias de posición y ajustes eléctricos.
El diseño del salpicadero recuerda mucho al del Range Rover, tanto por los mandos y pantallas empleados (en muchos casos son idénticos), como por la disposición de los mismos. Es un coche con muchísimas funciones a manejar, pero muy bien resuelto en cuanto a ergonomía y sencillez de uso. Se ve moderno y minimalista, pero no abruma.
La instrumentación se consulta en una pantalla de 13,7 pulgadas de muy buena calidad y visibilidad. Tiene una serie de diseños gráficos que permiten colocar la información en distintos sitios y que así el conductor pueda escoger la distribución que más le agrade (ejemplo 1 y ejemplo 2). En opción —o de serie, según el nivel de equipamiento— hay un sistema de información proyectada en el parabrisas que muestra datos como la velocidad de circulación, la marcha engranada, las indicaciones del navegador o el funcionamiento de las ayudas electrónicas. Es útil porque facilita la consulta de esa información básica (imagen).
El sistema multimedia se llama Pivi Pro. Se maneja desde una pantalla curva de 13,1 pulgadas con función háptica (vibra ligeramente para confirmar que la acción seleccionada se ha llevado a cabo) y mediante un sistema operativo que, según Range Rover, permite llegar al 90 % de sus funciones con un máximo de dos pulsaciones. No he hecho esta comprobación, pero lo cierto es que los menús están bien estructurados y el periodo de aprendizaje es breve (será más o menos largo en función de la habilidad de cada uno con este tipo de dispositivos). Además de manejarse con facilidad, la pantalla se ve de buena calidad, con una resolución elevada y una visibilidad perfecta en prácticamente cualquier circunstancia.
Pivi Pro es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, en ambos casos sin necesidad de un cable. El sistema de reconocimiento de voz es Alexa, de Amazon, y permite el uso de un lenguaje natural para interactuar con el vehículo ya que el sistema dispone de un sistema de aprendizaje artificial. Funciona bien, pero no es tan buen como el MBUX de Mercedes-Benz. Para estas funciones no es necesario llevar un teléfono móvil, pero hay que conectarse a una cuenta de Amazon, pues el vehículo tiene dos eSIM instaladas. Desde el teléfono móvil es posible controlar algunas funciones del vehículo a distancia a través de la App correspondiente.
Debajo de la pantalla central hay un cargador inalámbrico de 15 vatios de potencia y el módulo de control del climatizador (imagen). Se agradece mucho el poder cambiar la temperatura son un simple giro de muñeca y evitar el engorro que supone en algunos coches el tener que estar navegando por menús del sistema multimedia. También es de agradecer la gran cantidad de huecos disponibles, la gran mayoría de un tamaño generoso. El hueco que hay debajo del reposabrazos central puede ser una nevera (imagen). En realidad, es casi un congelador, pues hemos llegado a medir en ella hasta -2,7 ºC (en el nivel de frío más alto, hay otro más suave).
El acceso a las plazas posteriores es cómodo porque las puertas liberan un hueco grande y porque la suspensión neumática (de serie) tiene una posición específica para acercar la carrocería al suelo. Una vez dentro, el espacio es más que suficiente para que dos adultos de estatura ligeramente superior a la media se puedan acomodar sin ningún problema. Según nuestras mediciones, en estas plazas sobresale por anchura entre puertas (150 centímetros, que es muchísimo) y está en la media en cuanto a espacio para las piernas (75 cm) y altura libre al techo (95 cm con el techo solar instalado). Tabla comparativa de mediciones del interior.
Los ocupantes de la fila trasera tienen a su disposición unos asientos calefactados, ventilados y con respaldos eléctricos ajustables en inclinación (imagen e imagen), un climatizador de dos zonas independiente del de los asientos delanteros (imagen) y un enchufe de tipo Schuko de 230 voltios (imagen). También es posible pedir dos pantallas táctiles de 11,4 pulgadas tras los respaldos de los asientos delanteros para ver películas o consultar y ajustar algunos datos del vehículo. Incluyen una toma HDMI y otra USB.
El maletero tiene 450 litros de capacidad, un dato que lo sitúa por debajo de sus alternativas: 605 litros en el Audi Q8, 650 l en el BMW X5, 630 l en el Mercedes-Benz GLE y 770 l en el Porsche Cayenne. El portón, que a diferencia del Range Rover es de una sola hoja (abre de manera convencional, de abajo hacia arriba), tiene accionamiento automático con función manos libres.