El motor tiene 169 CV de potencia y parece que tenga mucho menos. No porque corra poco, sino por la facilidad con la que se conduce a alta velocidad. El límite de adherencia está altísimo y lo mejor es no acercarse a tentarlo en ciertas curvas, porque eso significa ir muy rápido. El eje posterior sigue fielmente al eje delantero y, con estas ruedas al menos, es casi imposible descolocarlo.
En algunos coches (en conducción deportiva) puede ser útil que el eje posterior deslice ligeramente para ayudar a trazar la curva. En el Clio no me lo ha parecido. Ello es así por la eficacia del eje delantero. Sólo hay que insinuar con el volante la dirección que se pretende seguir y el morro del coche va directamente hacia ella con una rapidez y precisión encomiables.
Yo no probé la versión anterior de este coche. Mi compañero en km77.com Víctor Fernández asegura que el morro entraba mejor en curva. No en el instante inicial, al iniciar el giro, sino cuando el coche ya estaba apoyado. Y es cierto que en apoyo este coche es ligeramente morrón, pero no tanto porque el tren delantero no entre bien, sino porque es imposible conseguir que el eje posterior deslice lo más mínimo. Y ese deslizamiento, en muchas ocasiones, ayuda a redondear el giro.
En algunas mediciones que hace Víctor, con el Clio actual fue claramente más rápido que con el anterior.
En ocasiones, coches con un eje delantero tan eficaz tienen tendencia a perder motricidad en las curvas. No es el caso del coche que hablamos. Sobre asfalto seco al menos (no lo he probado con lluvia), su capacidad de tracción es asombrosa, habida cuenta del motor que lleva.
En este chasis excepcional desentonan ligeramente los frenos, cuyo pedal se hunde ligeramente más de lo previsto cuando son solicitados con frecuencia y dedicación. Y un pedal que se hunde dificulta mucho la conducción a ritmo rápido, no tanto por la pérdida de eficacia, sino por la pérdida de confianza del conductor. Víctor Fernández me comenta que el ABS entra con demasiada antelación y que resta capacidad de dosificar la frenada. A mí, no me lo ha parecido.
Es posible, como me comenta Víctor, que cuando los frenos están fríos el ABS no actúe con antelación. A él con los frenos frescos tampoco le dio problemas. El problema puede surgir tras un uso intensivo. Quizá, al calentarse los frenos, el sistema de antibloqueo pierda un poco de su eficacia y libere presión antes de tiempo.
Lo que sí ha empeorado con respecto a la versión del año pasado es el cambio de marchas. Es poco preciso y más lento que en la versión anterior (al menos en esta unidad). Los cambios de segunda a tercera y de tercera a cuarta, que se utilizan asiduamente en carretera por curvas, no satisfacen. Una vez habituados, se consigue cambiar con rapidez, pero la falta de confianza está presente y en un deportivo es básico poder cambiar casi sin pensar. Todos los que condujimos el coche fallamos muchas veces al intentar cambiar con rapidez.