Renault Clio 2001 1.5 dCi 65cv (2001) | Sorprendentemente estable
Lo que me más me ha gustado de este Clio ha sido su seguridad activa. Al menos en seco, las ruedas de 185/55, que pueden parecer exageradas para un coche así, no plantean ningún problema ni hacen al coche brusco. El tacto que da la dirección eléctrica del Clio es magnífico, en todo momento se puede sentir el agarre de la rueda y el movimiento de la carrocería. La carrocería se mueve muy bien, no cabecea ni balancea demasiado y, pese a ello, el coche absorbe bien un suelo irregular, sin transmitir baches a los pasajeros en excesos, ni perder contacto con el suelo. En caso de desacelerar o frenar en curva, no responde bruscamente.
Por motor, un Clio Diesel de 65 CV no parece lo más indicado para disfrutar de una conducción rápida en una carretera de curvas cerradas. Por bastidor, en cambio, es mucho más satisfactorio que algunos coches «deportivos».
Renault está preparando el control de estabilidad para este modelo, que será opcional en la versión Dynamique y no disponible en la Expression. Es posible que este mismo año exista la opción de tener este Clio con control de estabilidad.
Los frenos también son muy buenos. Primero, son capaces de parar al coche en poco espacio y, segundo, tienen un tacto que facilita la tarea de dosificar la frenada. La resistencia al calentamiento no está a la misma altura, pero tampoco es peor que las de otros coches de este tipo que, generalmente, frenan menos. El antibloqueo de frenos forma parte del equipo de serie en cualquier versión, y tiene un funcionamiento muy bueno.