Actualmente no hay ningún utilitario claramente mejor que el Renault Clio en seguridad activa, y el Clio sí es claramente mejor que otros. Tiene reacciones suaves, fáciles de controlar y no da sustos. Además, desde marzo de 2002, algunas versiones tendrán control de estabilidad de serie y otras en opción. También es característica diferenciadora de este coche la capacidad que tiene para indicar en qué situación está el coche dentro de la curva.
Responde muy bien en cualquier tipo de carretera y mantiene la trayectoria como lo hacen pocos cuando las condiciones de conducción son exigentes o la carretera bacheada. Casi siempre es subvirador, aunque no mucho, y es muy difícil alterar la trayectoria del eje trasero si se frena en curva o si el piso está en mal estado. Contiene los movimientos de la carrocería cuando pasa por encima de cualquier tipo de irregularidad y transmite pocas vibraciones al interior.
Otra cosa que nos gusta mucho del Clio a todos los que lo hemos probado es lo bien que funciona la dirección (de asistencia eléctrica), principalmente porque transmite información al conductor. Por ejemplo en carretera con curvas es fácil notar, en caso de subviraje, cómo se hace más ligera.
Las distancias de frenado medidas han sido excelentes, de las mejores que hemos medido en coches de este tipo. El tacto del freno es agradable y la resistencia al calentamiento suficiente en la mayor parte de las ocasiones.