Las plazas delanteras del Espace son exactamente iguales de las del Austral, tanto por espacio disponible como por diseño. Por ello, todo lo referente a esta zona está contado con detalle en las impresiones del interior de la prueba del Renault Austral.
La banqueta de la segunda fila se puede desplazar a lo largo de 26 centímetros (también se puede ajustar la inclinación de los respaldos en 31 grados de variación). Esta función da flexibilidad a la hora de repartir el espacio disponible entre las dos últimas filas de asientos. Cuando está en la posición retrasada hay 81 centímetros para las piernas (en km77 medimos la distancia de respaldo a respaldo, el espacio que hay para el fémur), que son seis más que en el Austral y mucho espacio en términos absolutos. Si se adelanta por completo la fila, los 26 cm posibles, no se puede sentar nadie, salvo que se adelante mucho el asiento delantero. Mediciones del habitáculo y el maletero.
Abatiendo el respaldo y adelantando el asiento lateral de esta segunda fila se accede a la tercera. Llegar a ellas es una tarea más bien compleja y que no está a la alcance de cualquier persona, especialmente si ésta no tiene una buena movilidad (lo ideal es que solo la ocupen niños y no muy crecidos). El hueco que queda al abatir y adelantar el asiento de la segunda fila es pequeño y muy irregular, con un máximo de 93 cm de altura y solo 13 cm en la zona de los pies (imagen). Y lo mismo ocurre a la hora de salir de ellas: es necesario apoyarse en los asideros del techo, en las butacas de la segunda fila o en cualquier otro elemento para tomar impulso y llegar a la puerta, que está más bien lejos.
Una vez dentro, en esta última fila hay dos asientos que se pueden recoger por separado y ocultarse en el piso del maletero, que además queda completamente plano (imagen). Si los de la segunda fila están en la posición más atrasada, es imposible que alguien se siente porque no hay sitio para meter la pantorrilla. Por lo tanto, para usar las siete plazas del Austral hay que sacrificar el espacio del que disponen los pasajeros de la segunda fila. Según nuestras mediciones hay entre 47 y 73 centímetros para las piernas; la primera cota es menor de lo habitual, la segunda lo sitúa entre los mejores comparado con lo que ofrecen modelos como en Nissan X-Trail (45-67 cm), el Peugeot 5008 (53-68 cm), el SEAT Tarraco (54-72 cm) y el Škoda Kodiaq (53-71 cm). A pesar de todo, en esta fila hay varios detalles poco habituales y que son de agradecer: unos respaldos con ajuste en inclinación, un par de tomas USB de tipo C y un plafón de iluminación.
La capacidad del maletero varía en función de la versión (si es la de cinco o siete asientos). En la variante de cinco plazas es de 581 litros (777 si se adelantan los asientos). En la de siete, cuando los dos asientos de tercera fila están plegados, esas capacidades son 477 litros y 677 litros. Si la tercera fila está en uso, el espacio disponible es de 159 litros (imagen). El de un X-Trail e-power es de 485/120 litros, el Kodiaq tiene 560/270 litros y un Tarraco 730/230 litros.
En el piso del maletero, en el espacio que queda más cercano al portón, hay un doble fondo ideado para guardar la cortinilla cubreequipaje, aunque que solo se puede utilizar en las versiones de cinco asientos. En las de siete no hay lugar para guardar dicho elemento (imagen).
La iluminación del habitáculo es algo justa porque los puntos de luz la proyectan muy localizada y dejan zonas oscuras. En el maletero solo hay una lámpara que está en la pared derecha y que, por tanto, puede quedar tapada por el equipaje. Para suplir esta carencia, se puede utilizar el plafón de iluminación del techo de la tercera fila, al que resulta más o menos sencillo acceder desde esta zona.