Renault Grand Scénic (2009) | Impresiones del interior

El Renault Grand Scénic puede tener cinco o siete plazas. Los dos asientos adicionales van dispuestos en una tercera fila y son escamoteables, por lo que las versiones de siete plazas pueden serlo también de cinco o seis.

Con cinco plazas tiene un maletero con 645 litros de capacidad. En las variantes de siete, es de 564 l si los asientos de la última fila están recogidos y de 208 l si se están utilizando. Es decir, si se necesita el coche para viajar con siete personas y el equipaje que pueden necesitar para unas vacaciones, éste deberá ir en un baúl de techo —suelen costar entre 100 y 600 €, en función de la marca, el tamaño y las características— o en un remolque —más caro y requiere instalar un enganche—. Sí hay sitio para un carrito infantil (imagen) o un par de maletas (imagen).

Foto de - renault grand-scenic 2009

En todo caso, las plazas de la segunda fila están formadas por tres asientos individuales. Los tres tienen idéntica forma y tamaño. Cada uno se puede desplazar longitudinalmente unos 17 centímetros, abatir hacia delante o extraer. Como el suelo es plano, ninguno de los pasajeros encontrará problemas para colocar los pies. La cota de anchura no es de las mayores entre los monovolúmenes de su mismo tamaño pero si resulta suficiente para que viajen con comodidad tres niños.

Colocar un asiento infantil del Grupo 0+ (imagen) en la segunda fila es sencillo ya que no requiere agacharse como en un turismo y porque el cinturón es muy largo. Esta silla también puede ir en las dos plazas de la tercera fila pero es mucho más incómodo tanto colocar la silla como meter o sacar al bebé, además de ser menos seguras que las de la segunda porque están más cerca de la parte posterior en caso de colisión por alcance. Otro lugar para poder llevar una silla de ese tipo es el asiento del pasajero delantero, para ello es indispensable desconectar el airbag mediante un mando que hay para tal efecto (imagen).

Los asientos de la segunda fila se extraen (imagen) sin mucha dificultad. Son algo pesados, por lo que sí posible que haya gente que necesite de un ayudante para manejarlos.

En esta segunda fila hay salidas de ventilación en el suelo y en los montantes (imagen), una mesita abatible en los respaldos (con un agujero para introducir un recipiente con líquido; imagen), una toma de corriente de 12 V (bajo el asiento central; imagen) y dos luces de lectura.

La tercera fila de asientos es menos amplia que la de un Citroën Grand C4  Picasso o un Peugeot 5008. Un Volkswagen Touran y un Opel Zafira, ambos de menor longitud que el modelo de Renault, son menos espaciosos que el Grand Scénic.

La mayor limitación de la tercera fila es que hay poca altura libre al techo para personas de más de 1,70 m. Además, sus asientos van colocados cerca del piso lo que obliga a los ocupantes a llevar las piernas muy flexionadas.

Foto de - renault grand-scenic 2009Bajo los pies de las plazas de la primera y segunda fila —excepto en el asiento central— hay cuatro trampillas que dan paso a unos huecos tapizados; son un buen lugar donde dejar cosas ocultas.

Los de las plazas delanteras (imagen) son algo más pequeños. Aún así, cabe una cámara de fotos compacta y alguna cosa más. En las traseras (imagen) hay espacio para juguetes voluminosos o una manta pequeña; un ordenador portátil con pantalla de tamaño 15,4 pulgadasno cabe; uno de los pequeños posiblemente sí.

Entre los dos asientos delanteros hay un apoyabrazos y, bajo él, un cajón profundo con una bandeja en su parte superior (imagen), tapizado e iluminado. Todo este conjunto se adelanta (imagen) y retrasa (imagen) unos 20 cm. Cuando no está delante del todo, deja acceso a dos portabebidas que hay en el piso —hay que agacharse para llegar bien—. En las puertas delanteras (imagen) hay espacio suficiente para dejar una botella de 1,5 litros tumbada.

El puesto de conducción es el característico de un monovolumen, con el asiento más alto y una posición más erguida que permite tener un campo de visión un poco más amplio que en un turismo. La visibilidad es buena en todas las direcciones. La sujeción lateral de los asientos es algo escasa pero son cómodos para conducir por ciudad o vías rápidas.

El cuadro de instrumentos está formado por una pantalla TFT —excepto en la versiones más asequibles— que se ve con mucha claridad, independientemente de las condiciones lumínicas. Hay tres modos configurados, cada uno de ellos con la posibilidad de invertir los colores claros por unos oscuros y viceversa; por ejemplo, si el fondo es claro (imagen) se puede cambiar a oscuro (imagen). Los tres (configuración 1) muestran la velocidad y el nivel de combustible. Dos de ellos también el cuentarrevoluciones, sólo cambia el diseño y que uno de estos dos muestra la temperatura del líquido refrigerante del motor —configuración 2 y configuración 3—. En la parte derecha de la pantalla se visualiza en todos los casos los datos del equipo se sonido, del teléfono y del ordenador de viaje.

Foto de - renault grand-scenic 2009Junto a esta pantalla principal puede haber otra para el equipo de navegación («Carminat TomTom»). Se maneja desde un conjunto de mando (imagen) que tiene uno central giratorio que se puede desplazar longitudinal o transversalmente y pulsar. Además, hay varios interruptores alrededor de él, que hay que memorizar la función de cada uno o mirarlos para accionarlos.

Los materiales de recubrimiento son buenos, especialmente en la zona superior del salpicadero y de las puertas delanteras. No hay muchos defectos en los acabados, tan sólo algún plástico con el borde afilado, como es el caso del cajoncito que tiene el conductor a la izquierda del volante. Los mandos que hay en el volante (imagen) no están iluminados.

Algunas versiones pueden tener unas cortinas enrollables en las ventanas traseras: segunda fila (imagen), tercera fila y luneta. También hay un pequeño espejo (imagen) para que el conductor (o el acompañante) puedan ver las plazas traseras sin tener que girar la cabeza.

Maletero

Cargar o descargar el maletero es cómodo porque que el borde de carga está a sólo 56 cm del suelo (imagen). Otras medidas del maletero. Esto tiene un inconveniente: el portón es tan largo que para abrirlo hay que tener el coche muy separado de una pared. Un sistema de apertura independiente de la luna, como el del Scénic anterior, o un portón de doble hoja, como el de un Mitsubishi Outlander, serían muy útiles.

El maletero tiene un piso plano, excepto en los últimos 15 cm que quedan hasta los asientos traseros, donde hay un escalón. Por ahí se pueden caer cosas pequeñas que transportemos. En los laterales, sobre los pasos de rueda hay dos receptáculos, un portaobjetos y un portabebidas (imagen). En el lado izquierdo hay un pequeño hueco con tapa y una toma de corriente de 12 V. He echado en falta un sistema para poder transportar la carga sin que se mueva porque la compra llega a casa fuera de sus bolsas.

Foto de - renault grand-scenic 2009Para ocultar el equipaje hay cortinilla enrollable. Si los asientos de la segunda fila están adelantados, no hay nada que cubra el espacio desde los respaldos hasta la base de la cortinilla. Hay un hueco en el piso del maletero para poder dejar guardada la cortinilla si se utilizan las siete plazas (imagen).

En las versiones de cinco asientos, la rueda de repuesto es del mismo tamaño que las otras cuatro. En configuración de siete plazas hay una de emergencia, salvo en las versiones con llanta de 17 pulgadas, que llevan un kit de reparación de pinchazos.

 

Renault Grand Scénic (2009) | Impresiones de conducción

El Renault Grand Scénic es un coche cómodo porque la suspensión, que es blanda, absorbe muy bien las irregularidades que pueden agitar violentamente la carrocería.

Que la suspensión sea blanda no lo hace torpe en carreteras de curvas. De hecho, el Grand Scénic es más ágil que otros monovolúmenes de su tamaño, como el Toyota Verso, que tiene una suspensión más firme y una dirección menos suave que la del Renault. Aún con ello, con el Grand Scénic se puede ir más rápido en un tramo revirado. Un SEAT Altea XL tiene un tacto más parecido al de un turismo y transmite mucha confianza al conductor, si bien su suspensión más firme lo hace menos cómodo.

Si se ahueca o se frena con el coche muy apoyado, el Grand Scénic puede comenzar a deslizar de atrás. Es un movimiento que le da agilidad y permite colocar el coche en el algunos casos. Para quien conduzca a un ritmo normal esto sólo le sucederá si frena ante un imprevisto con el coche no recto o interpreta erróneamente la velocidad adecuada de entrada a una curva.

Foto de - renault grand-scenic 2009

Este efecto me ha parecido más evidente en la versión de 160 CV que en la de 131 CV, ambas Diesel.

La primera con neumáticos Michelin Primacy HP (225/50 R17) y la otra Michelin Energy (205/60 R16). En cualquier caso, el Grand Scénic no es un coche inseguro porque el control de estabilidad funciona muy bien, y con mucha suavidad, incluso en subviraje.

Otra diferencia entre estas dos versiones es que la de 160 CV tiene una dirección con menos desmultiplicación (3 vueltas de volante frente a 3,2). Según Renault esto no debería ser así, ya que declara 3 vueltas en ambos casos.

El motor de 160 CV tiene 2,0 litros de cilindrada; el de 131 CV es de 1,9 litros y tenía culata de dos válvulas por cilindro, en vez de cuatro. Estos motores son muy agradables porque funcionan con suavidad y tienen una respuesta al acelerador que se puede dosificar con mucha precisión, lo que facilita una conducción fluida y, por tanto, más cómoda para los pasajeros. El motor de 2,0 litros tiene un funcionamiento más fino, vibra menos a ralentí y es más silencioso (o está mejor aislado).

La diferencia de prestaciones entre ambos es de unos 2 segundos en todas nuestras mediciones. Son tiempos normales para la potencia de los motores, algo inferiores a la media pero en ninguno de los dos casos da la sensación de ser un vehículo lento.

En el mismo trayecto por carretera de al menos dos carriles por sentido, a la misma velocidad media (132 km/h), la diferencia de consumo según el ordenador de viaje fue de 0,3 l/100 km a favor del menos potente, que gastó 6,9 l/100 km. En la utilización que hemos hecho de ambos por ciudad y alrededores, el consumo medio ha sido muy similar, entre 8 y 9 l/100 km. Las diferencias de consumo que hemos obtenido son algo inferiores a las que aparecen en las fichas técnicas.

Foto de - renault grand-scenic 2009El ordenador de viaje tiene un error por defecto del 2% en el consumo medio que mide. Cuando el velocímetro marca 120 km/h la velocidad real es 115 km/h (más información sobre los errores del velocímetro y del cuentakilómetros).

La versión más potente puede ser recomendable para quien viaje habitualmente con el coche muy cargado y tenga que hacer adelantamientos. O para quien valore su mayor suavidad y menor ruido.

El Grand Scénic dCi 160 ha frenado mejor que el dCi 130. Tiene discos más grandes, neumáticos diferentes y 102 kg de diferencia (que parecen muchos, ya que ambos bloques son de hierro fundido). La caja manual de seis relaciones se maneja con suavidad. Las marchas entran sin esfuerzo y es suficientemente rápida.

El Grand Scénic es un coche silencioso. El ruido de rodadura está aislado de forma muy satisfactoria y al interior tan sólo llega al algo del ruido del motor y aerodinámico.

El freno de estacionamiento es eléctrico. Se maneja con una pequeña palanca que hay en la consola. Al quitar el contacto y salir del coche se activa automáticamente, algo útil porque puede evitar algún accidente por descuido.

Los faros pueden ser halógenos o de xenón como opción. Estos últimos alumbran mejor pero creo que los halógenos son suficientemente buenos y que tal vez sólo quien viaje a menudo de noche echará en falta la luz de más que proyectan los de xenón.

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