Renault Laguna 2.0 T 170 CV (2005) | Suspensiones blandas y muy seguro

Tiene una suspensión blanda con unas ruedas muy grandes. A mí, me parece que es demasiado blanda para un coche que puede ir muy rápido.

En vías rápidas, cuando estamos en un apoyo fuerte y pasamos por una junta o un bache se descoloca con cierta facilidad. Cuando esto sucede, lo hace en menor medida, y sobre todo de forma menos brusca, que un Audi A4 (al menos con neumáticos 235/45R17). Un Mazda 6 o un Mercedes-Benz Clase C son mejores en este aspecto. En estas vías, si el asfalto está en buen estado, resulta confortable, aunque iría mejor si la amortiguación contuviese más los movimientos verticales de la carrocería, principalmente los de extensión.

Por carreteras lentas, a pesar de lo blando de la suspensión, no va mal. Entra con facilidad en las curvas y, una vez en ellas, se mueve menos que otros coches, como el Opel Vectra o un Peugeot 407. Un Volkswagen Passat o un Skoda Octavia van más duros, pero no tengo claro que con ellos se pueda ir con más seguridad que con este Laguna.

En cualquier caso, me ha parecido un coche fácil de conducir y que no reacciona de forma brusca. En control de estabilidad tiene un funcionamiento correcto y no resulta demasiado intrusivo.

La dirección tiene asistencia hidráulica variable con la velocidad. Si de verdad varía, es muy difícil de apreciar y sigue resultando muy asistida a velocidades altas (la unidad que hemos probado tuvo un problema con el equipo de asistencia; quizás se debiese a esto).

Los frenos han aguantado bien un trato intensivo y tienen una capacidad de deceleración normal. El tacto de freno es algo peculiar porque da mucha presión al circuito al principio del recorrido, con lo que resulta algo brusco hasta que el conductor se acostumbra.

Los neumáticos eran unos Michelin Pilot Primacy 225/45R17 y, al menos en seco, daban buena adherencia.

Renault Laguna 2.0 T 170 CV (2005) | Un Laguna muy rápido

El Renault Laguna que hemos probado es excepcionalemente rápido. En km77 no hemos medido otra berlina de la potencia de este Laguna que acelere y recupere mejor. Esto ya sucedió con la unidad que, en su día, probamos del Laguna 2.0 T 16 V de 163 CV (no cumplia la Euro 4, el nuevo sí). Sus prestaciones eran incluso mejores que las del modelo nuevo, a pesar de ser menos potente (tabla comparativa entre ambos).

Un Alfa Romeo 156 2.0 JTS (166 CV) o un Jaguar X-Type (194 CV), ambos de motor atmosférico, son menos rápidos. Los que hemos medido que son más potentes, BMW 330i (258 CV) y Audi A4 2.0 T FSI (200 CV), son también menos rápidos en todas las mediciones de recuperación.

La relación entre peso y potencia es favorable al BMW y al Audi (tabla comparativa). Si el Laguna es más rápido sólo se debe a que tiene unos desarrollos más cortos, y a que quizás dé más potencia de la anunciada.

Cuando aceleramos a fondo, se nota un fuerte aumento del empuje del motor cuando llega a 2.900 rpm, incremento que se diluye poco a poco al superar las 4.000 rpm. El límite de giro está a 6.200 rpm; en pocas ocasiones puede merecer la pena llegar hasta ese punto, porque donde más fuerza tiene el motor es a medio régimen y no es muy brillante en altas. En este aspecto, su funcionamiento se parece un poco al de un motor turbodiésel.

Cuando se apuran las posibilidades del motor no tiene un funcionamiento particularmente suave: es más áspero que otros de cuatro cilindros, atmosféricos o turboalimentados, y mucho más que uno de seis. Tampoco es un motor particularmente silencioso.

Los consumos que he medido han sido los siguientes: por autovía, en un recorrido a velocidad media de 139 km/h, gastó 10,1 l/100 km. En un viaje de 750 km con tres personas a bordo, todo por carretera con importantes desniveles y a ritmo ágil, 10,5 l/100 km. Por ciudad, el consumo según el ordenador era de 14, 5 l/100 km. Estos valores se pueden considerar normales para un coche de su peso y potencia.

El cambio de marchas, de seis relaciones, me ha parecido algo impreciso, sobre todo cuando se quiere utilizar de forma rápida.

Este motor del Laguna (imagen) utiliza un turbocompresor del tipo twin-scroll, que tiene dos entradas para los gases de escape (una para el primer y cuarto cilindro, y otra para los dos restantes). De esta forma se evitan que las ondas de presión generadas en cada cilindro interfieran entre sí (imagen).

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