Renault hace algunos cambios en la carrocería —decorativos y de equipamiento— y en la gama de motores en el Mégane, que estará disponible a partir de mediados de enero de 2006.
En la gama Diesel están los nuevos motores adaptados para cumplir la normativa de emisiones Euro 4, que entra en vigor el 1 de enero de 2006. Estos motores —el 1,9 l de 131 CV y el 1,5 dCi de 86 ó 106 CV— están ya disponibles en el actual Mégane, desde mediados de noviembre de 2005.
Hasta enero, en cambio, no estará disponible el más potente de ellos, un motor de 2,0 l de cilindrada y 150 CV de potencia máxima (más información sobre este motor en el Scénic). El nuevo Mégane con este motor tendrá de serie una caja de cambios manual de seis velocidades. Con este motor y esta caja de cambios, el Mégane destaca por su aceleración y por su bajo consumo. Como se puede ver en esta tabla comparativa, no hay ningún modelo semejante en tamaño y potencia que gaste menos ni que acelere más.
El motor Diesel de 1,9 l de cilindrada aumenta de potencia hasta 131 CV y lleva un filtro de partículas. También tiene de serie una caja de cambios manual de seis velocidades y, opcionalmente, una automática de cuatro.
El Mégane con motor de 1,5 l de cilindrada, en cualquiera de las dos versiones, no tiene filtro de partículas. La versión de 106 es la que estrenó el Renault Módus y que también lleva el Renault Clio. Es un motor que, al menos en los dos modelos citados, da un empuje uniforme y unas buenas prestaciones.
Los motores de gasolina no varían con relación a la gama anterior (relación de todos ellos).
De serie en todas las versiones del Mégane hay un antibloqueo de frenos Bosch 8.0, que lleva incorporadas las funciones de repartidor de frenada y servofreno de emergencia. El control de estabilidad es opcional; las versiones que lo lleven tendrán control de tracción, de retención y el control de subviraje. Por la información que ha dado Renault hasta ahora, no tiene otras funciones que puede hacer el control de estabilidad, como el secado de discos o la ayuda para arrancar en rampa.
Otra opción para el nuevo Mégane es un sistema de control de la presión de los neumáticos, que sirve igualmente para un pinchazo o para una pérdida lenta de presión.
También puede tener sistema de ayuda para aparcamiento en la parte trasera, automatismo para las luces y los limpiaparabrisas, un climatizador de funcionamiento diferente, limpiaparabrisas de lámina flexible (no tienen el armazón metálico exterior), un filtro de carbón activo para el sistema de ventilación y un navegador (Carminat II) con más memoria y —según Renault— más fácil de usar.
Los cambios decorativos están principalmente en la parte frontal, donde varía la forma de los faros, el tamaño y la forma de las tomas de aire, y la unión visual entre el paragolpes y el capó (imagen del anterior, imagen del nuevo).
El cambio principal en la parte trasera es la forma de los pilotos (imagen del anterior, imagen del nuevo). En todo caso, son modificaciones de detalle, el diseño del coche sigue siendo básicamente el mismo. Los cambios interiores son también decorativos, como los colores y tejidos de la tapicería.