Lo mejor del interior del Ibiza CUPRA está en las plazas delanteras. Me ha parecido que tiene unos asientos muy cómodos para viajar sobre ellos varias horas seguidas y además, limitan en gran medida los posibles movimientos del cuerpo en carreteras de curvas.
Hay varios detalles que no nos han gustado del puesto de conducción. El más importante es que el salpicadero está hecho de un material que favorece que aparezcan brillos cuando el sol está bajo y enfrente. También aparecen reflejos a causa de la superficie de plástico brillante que hay justo encima de la instrumentación.
Las puertas delanteras del Ibiza CUPRA (como las de cualquier otro Ibiza SportCoupé) tienen el inconveniente de que son muy largas; además, como sus asas interiores están tan adelantadas, hay que hacer mucha fuerza para cerrarlas.
El Ibiza puede llevar un navegador TomTom (instalación compuesta de soporte en la parte superior del salpicadero, antena y toma de corriente). El navegador queda muy alejado del conductor y del acompañante. Para llegar a él hay que separar completamente la espalda del asiento. Las ventajas que encuentro es que tiene un precio inferior al que normalmente ofrecen los fabricantes, integrado en el salpicadero, y la posibilidad de sacarlo para utilizarlo en otros vehículos.
El sistema de climatización es efectivo porque tiene mucha capacidad para enfriar el habitáculo (las salidas de aire son grandes y por ellas sale mucho caudal), al menos en tiempo caluroso. No lo he utilizado con mucha humedad o con temperatura baja.
En todos los SEAT Ibiza que he probado hasta el momento, y también en el CUPRA, me parece que el sistema de sonido es de poca calidad.
Los mandos para manejar la radio son mejorables. A mi juicio están excesivamente simplificados: para elegir una emisora presintonizada hay que pulsar dos mandos (y es muy difícil hacerlo sin retirar la vista de la carretera).
El acceso a las plazas traseras hay que hacerlo por el asiento del acompañante, porque su asiento tiene un sistema previsto para abatir el respaldo, y a la vez, adelantar la banqueta lo que deja un hueco suficientemente amplio para pasar detrás sin dificultad. Este asiento tiene memoria, es decir, vuelve a su posición original después de ser abatido. En el del conductor, no se desplaza la banqueta.
Las plazas traseras del SEAT Ibiza con carrocería de tres puertas (SportCoupé) son pequeñas y tienen algunos fallos. La altura libre no es grande y el mayor problema es que los reposacabezas quedan muy bajos (podrían ir un poco más altos porque sus guías son suficientemente largas, pero sólo tienen un punto de enclavamiento que deja el reposacabezas bajo para muchas personas). Como en casi todos los coches de este tamaño, la anchura trasera es escasa para que tres adultos viajen cómodamente.
El maletero tiene 284 l. Es relativamente grande y tiene unas formas que favorecen su aprovechamiento. La rueda de repuesto (llanta y neumático) es exactamente igual que las otras cuatro.