El SEAT León SC tiene un habitáculo espacioso. Entre los coches semejantes de los que tenemos mediciones propias, se sitúa entre los mejores, que son el Hyundai i30, el KIA pro_cee’d y el Volkswagen Golf.
Delante, hay espacio suficiente para conductores de casi dos metros de estatura. Detrás, la altura al techo también es adecuada para gente de estatura elevada, que podrán viajar confortablemente si los ocupantes de las plazas delanteras no llevan el asiento muy retrasado. Para llevar a cuatro pasajeros de talla media, el León SC no presenta ningún inconveniente de espacio.
Sí lo puede ser el acceso a las plazas traseras. Los asientos delanteros se adelantan y sus respaldos se abaten para permitir el acceso a las plazas posteriores pero el espacio libre que queda no es grande y la banqueta queda lejos del hueco de la puerta. Esto puede ser un problema o no en función de la agilidad y del tamaño de la persona que tiene que ir detrás, aunque en general lo será para la mayoría. Por el mismo motivo, el SC no es la mejor opción si hay que estar colocando a un niño en su sillita infantil. Sin duda, a quien vaya a utilizar frecuentemente las plazas traseras recomiendo la versión de cinco puertas del León.
Las plazas traseras tienen anclajes Isofix para colocar dos sillas con este tipo de enganche. Los anclajes están colocados hacia los extremos del asiento, aprovechando al máximo el espacio si es necesario que un adulto vaya sentado entre las dos sillas. A pesar de eso, la anchura que queda en medio es muy justa para poder ir sentado, salvo que quien vaya ahí sea muy delgado.
El puesto de conducción me ha gustado. El asiento (imagen) puede colocarse alejado del salpicadero porque la regulación en profundidad del volante es amplia. Éste queda bien situado respecto al conductor y el asiento no está muy cerca del suelo, lo que dificultaría salir del coche. La sujeción que proporcionan los asientos me ha parecido adecuada con la tapicería de cuero que tenía la unidad que he probado, material que suele resbalar más que la tela.
Todos los mandos quedan cerca del conductor. El cuadro de instrumentos (imagen) se lee con facilidad y tiene una pantalla en color que muestra la información del ordenador de viaje (tres parciales), la temperatura del refrigerante del motor y del aceite. Además es posible consultar información reducida del navegador, el equipo de sonido y el teléfono.
El sistema multimedia de la unidad probada era el «Navegación» (754 €), que lleva incluido el «Media System Plus» —8 altavoces, pantalla táctil de 5,8 pulgadas (imagen) con una interfaz distinta, reconocimiento por voz, conexión para dispositivos iPod, USB, entrada Mitsumi (mini USB) y lector de tarjetas SD —. Más información sobre los sistemas multimedia disponibles para el SEAT León. Si hay un teléfono conectado por Bluetooth, al quitar el contacto aparece un mensaje advirtiendo al conductor para que no se lo olvide en el coche.
Respecto a la generación anterior del León hay un salto evidente de calidad, algo que SEAT ha logrado empleando materiales más vistosos y agradables al tacto. Y también con un diseño totalmente diferente, en el que ha sustituido los pequeños botones de la consola por otros de mayor tamaño que facilitan el uso del climatizador e incluso ha eliminado los que estaban «perdidos» entre los dos asientos delanteros. La simplificación de mandos ha sido posible debido a la nueva pantalla del salpicadero: desde ella se regula ahora la iluminación del cuadro de instrumentos y se desconecta el control de estabilidad, por citar dos ejemplos.
La cantidad y el tamaño de los huecos (imagen de la consola) que hay a disposición de los ocupantes me parece adecuada. Además, varios de ellos, como el que hay en la parte inferior de la consola (imagen), tienen tapa por lo que es posible dejar ocultas cosas como las gafas o el mando a distancia del garaje. La iluminación interior es buena: hay dos plafones en el techo (delante y detrás), con luces de lectura y luces en la zona de los pies de los ocupantes delanteros.
El maletero tiene la misma capacidad que en la versión de cinco puertas. Son 380 litros, lo que le convierte, otra vez, en uno de los más capaces igualado con el Volkswagen Golf y el KIA pro_cee'd. El desnivel que hay entre el borde de carga y el piso del maletero (imagen) es grande, lo que dificulta sacar objetos voluminosos o pesados. En las paredes hay dos ganchos (imagen) para colgar bolsas o una mochila pequeña, hay iluminación pero no una toma de corriente para enchufar, por ejemplo, una neverita.
Los respaldos de los asientos traseros son abatibles por partes. Al tumbarlos no quedan horizontales y además forman un escalón de varios centímetros con el piso del maletero (imagen).