La seguridad activa se ha reforzado con ABS y repartidor electrónico de la fuerza de frenada (EBV) disponible en todos los Fabia Combi (de serie en los modelos altos de gama) y con un sistema electrónico de control de tracción (ASR) para las versiones más potentes. El Fabia con el motor 2.0 de 115 CV añadirá entre sus elementos opcionales el control de estabilidad (ESP) a lo largo del primer semestre del año 2001.
La seguridad pasiva se ha rematado con airbag de conductor de serie en las versiones Classic, doble airbag frontal en los Combi Comfort y Elegance y airbag lateral delantero opcional en todos los modelos. Hay reposacabezas en las plazas delanteras y traseras (el reposacabezas central trasero será un elemento opcional) y los cinturones de seguridad delanteros se regulan en altura y tienen tensores de emergencia pirotécnicos. Tan sólo se echa en falta un cinturón de seguridad de tres puntos en la plaza central posterior.
Puestos al volante, el Fabia Combi resulta agradable de conducir en todas las versiones: el cambio tiene un accionamiento rápido, su dirección electrohidráulica un grado de asistencia acertado, los frenos un buen mordiente y las suspensiones un adecuado compromiso entre la estabilidad y el confort. Los Fabia Combi han sido equipados con unos amortiguadores y unas barras estabilizadoras ligeramente más duros que los Fabia berlina (algo más ligeros). Las leyes de amortiguación varían también levemente entre las distintas versiones, teniendo una amortiguación algo menos flexible los Combi más potentes (2.0 y 1.9 TDi).
He tenido ocasión de probarlos en tramos de carretera con buen asfalto y en tramos con firme bacheado, en ambas circunstancias, los Fabia Combi han mostrado una buena estabilidad y unas reacciones muy progresivas que transmiten confianza al conductor, si bien, como en otros modelos del Grupo Volkswagen, las suspensiones parecen un poco suaves en extensión, lo que provoca a veces más rebotes de la cuenta.