El Škoda Fabia RS tiene un motor de 180 CV y un cambio automático. Mecánicamente es similar al al Volkswagen Polo GTI (y al anterior SEAT Ibiza Cupra que desde hace unos meses está descatalogado, aunque próximamente SEAT venderá un nuevo modelo que ya ha anticipado en este prototipo). Respecto al Polo, el Fabia RS es mucho más barato, unos 2500 euros. De hecho, su precio, 18 430 euros, es uno de sus principales atractivos.
En España, el Škoda Fabia RS se vende exclusivamente con carrocería de cinco puertas (imágenes); en otros mercados también está disponible con una familiar (imágenes). La mayor parte de los rivales del Škoda Fabia RS solo están disponible con carrocería de tres puertas.
Actualmente, es el coche más barato que hay a la venta en España con más de 150 caballos de potencia y motor de gasolina (ficha comparativa). El siguiente rival por precio es el Fiat Punto Evo 1.4 16v Multiair de165 caballos, 200 euros más costoso, pero sobre todo, claramente menos potente.
En nuestro comparador de seguros hemos hecho un supuesto de lo que costaría asegurar a todo riesgo un Skoda Fabia RS a una persona de 22 años, con 4 de antigüedad de carné, que vive en Madrid, recorre hasta 1500 kilómetros anuales y es la primera vez que contrata un seguro de coche. El precio más bajo lo ofrece Balumba, por 1468 Euros, aunque esta póliza no es de mucha calidad (4,4 puntos). Mapfre, sin embargo, ofrece una póliza de mucha calidad (8,4 puntos) a un precio mucho más elevado (4214 euros). Aquí hay más información sobre los detalles de la puntuación de la calidad de la póliza.
El equipamiento del Škoda Fabia RS es correcto. No hay nada importante que no esté incluido en el equipamiento de serie. Opcionalmente se puede completar con las opciones normales en este tipo de coches. No puede llevar faros de xenón aunque no me parece una falta importante porque el alumbrado de serie, sin ser sobresaliente, es satisfactorio tanto en su función de corto como largo alcance.
El otro punto fuerte del Škoda Fabia RS es el conjunto que forma su motor y caja de cambios. El motor es de 1,4 litros con doble sobrealimentación (un turbo y un compresor volumétrico) y llega hasta 180 caballos de potencia. En los diversos modelos en los que lo hemos probado (en el anterior SEAT Ibiza Cupra y en el Volkswagen Polo GTI) también nos ha parecido sobresaliente por su fuerza, entrega de potencia a todo régimen y rendimiento. A mi juicio es, junto con el que lleva el MINI Cooper S (184 caballos), el mejor motor disponible en un coche de este tipo (pequeño y potente).
Es muy satisfactorio por la respuesta que tiene, por la calidad con que entrega la potencia (intensa y sin interrupciones desde bajo hasta alto régimen) y por la capacidad de aceleración que es capaz de dar. No parece un motor sobrealimentado por su inmediatez de reacción a cada movimiento con el acelerador (en ocasiones los motores turboalimentados tienen un retraso entre que se pisa el acelerador y la potencia llega con contundencia; no es el caso del motor de este Fabia), casi con independencia del régimen al que funcione, pero sí por la fuerza que tiene en marchas largas.
Como es un motor con mucha fuerza, la reserva de aceleración es grande incluso en séptima velocidad. En particular, la marcha más larga tiene un desarrollo de transmisión muy largo, de 41,9 km/h cada 1000 rpm; es decir, a 80 km/h el motor gira a menos de 2 000 rpm. A pesar de ser una marcha muy larga, según nuestra medición de recuperación, con ella engranada el Fabia RS solo necesita 10,3 segundos para pasar de 80 a 120 km/h. Aquí hay más datos sobre nuestras mediciones de aceleración y frenada.
El consumo no es bajo en términos absolutos, pero cuando se conduce con suavidad (que no con lentitud) gasta relativamente poco para la reserva de aceleración disponible. En nuestra medición (un recorrido de 143 km por una autopista con fuertes desniveles) el consumo fue 7,6 l/100 km. Ese dato fue exactamente el mismo que obtuvimos con el de Volkswagen Polo GTI, en el mismo recorrido y a la misma velocidad media. No es raro que estos valores sean idénticos dado que el motor y los desarrollos de transmisión son los mismos y las diferencias de peso son poco significativas.
Cuando se conduce aprovechando la capacidad de aceleración que ofrece el coche, el consumo sube considerablemente, pero esos 7,6 l/100 km dan una idea de que a velocidad moderada y sostenida el Škoda Fabia RS no gasta muchísimo más que que coches de coches de gasolina de su tamaño y claramente de menor potencia.
Las reacciones en curva y el funcionamiento de la suspensión del Škoda RS me parecen casi idénticas a las del Polo GTI. Los pequeños matices que pueda haber me parecen difíciles apreciar salvo que se conduzca un modelo a continuación de otro, y no ha sido el caso.
A pesar de que la suspensión del Škoda RS es dura —en ocasiones algo seca— no es un coche particularmente ágil de reacciones. Para quien busque un deportivo de reacciones muy vivas y que sea muy sensible a los cambios de apoyo en curva, creo que hay mejores alternativas en el mercado, como el Renault Clio RS o el MINI Cooper S.
Con el Škoda RS se puede disfrutar de la conducción porque tiene buen tacto de dirección, pero como no es muy ágil, se disfruta más en curvas de velocidad media que en las más lentas y retorcidas.
La puesta a punto de la suspensión del Škoda Fabia RS no me parece muy bien conseguida porque como he dicho antes es seca. Hay baches que llegan con rotundidad al interior, especialmente aquellos que producen un movimiento corto y violento a las ruedas (por ejemplo las imperfecciones que abundan en las calles de algunas ciudades). Hay coches pequeños y potentes que también tienen una suspensión dura (imprescindible para que sujete bien los movimientos de la carrocería en frenadas y curvas), pero que trasladan con menor violencia a los ocupantes determinadas irregularidades, como por ejemplo un Renault Clio RS con la suspensión de serie.
En el Škoda Fabia RS no se puede desconectar el control de estabilidad. Sí se puede desconectar el de tracción. Como varios modelos del Grupo Volkswagen, el control de tracción del Fabia RS tiene una función («XDS»). Su función es mejorar la motricidad; así, cuando el coche está trazando una curva y la rueda motriz interior pierde tracción —es decir, desliza— porque la aceleración es intensa, el sistema interviene para frenarla. De esa forma es posible que la rueda que sí tiene tracción —la de la zona exterior— haga fuerza contra el suelo. En la práctica, si se conduce bien, acelerando con intensidad pero dosificando correctamente la potencia del motor y girando el volante en el momento adecuado, se puede circular a buen ritmo casi sin que aparentemente entre el funcionamiento el control de tracción.
El sistema de frenos es bueno por potencia y resistencia a uso continuado. No lo es por el tacto del pedal, que es un poco esponjoso en la parte inicial de su recorrido y a veces dificulta conseguir una frenada intensa y progresiva. Esta sensación también la tuve en el Volkswagen Polo GTI.
No puede tener cambio manual. El disponible en exclusiva es uno automático de doble embrague («DSG») y siete velocidades. Opcionalmente puede llevar unas levas tras el volante para seleccionar las marchas de forma manual (imagen), además de con la palanca. El funcionamiento de este cambio nos parece, una vez más (lo pueden llevar muchos coches del Grupo Volkswagen) sobresaliente por rapidez y suavidad. Un punto mejorable es que no permite maniobrar o moverse a muy baja velocidad (por ejemplo en calles pequeñas) con total suavidad, algo que puede hacer incómoda la conducción. En la prueba de Volkswagen Polo GTI hay más información sobre este cambio de marchas.
Por espacio, el interior del Fabia RS es equivalente al resto modelos Fabia. La carrocería es muy funcional (tiene ventanillas grandes, puertas tienen un ángulo grande de apertura y un techo alto que ayuda a dar sensación de espacio) y un interior espacioso para cuatro ocupantes. En las plazas delanteras hay sitios de sobra para vaciarse los bolsillos y dejar cosas que a menudo se llevan en el coche (tiene dos guanteras —imagen— y, opcionalmente, puede llevar cajones bajo los asientos para depositar objetos).
Los asientos dan mayor sujeción que los que llevan el resto de modelos de la gama. Los resaltes laterales del respaldo son tan cerrados (imagen) que pueden oprimir a la personas más corpulentas, por el contrario, las personas de complexión normal se sentirán cómodas y bien sujetas. Una cosa mejorable de los asientos delanteros es que los reposacabezas quedan bastante alejados de la cabeza de los ocupantes.
En las versiones de cinco puertas, el maletero tiene una capacidad de 315 litros. Es un volumen grande si se compara con el de otros utilitarios que miden de de 3,90 a 4,10 m. De estos, únicamente el Dacia Sandero (320 l) tiene un maletero mayor. El de modelos como el Citroën C3 (300 l), el Ford Fiesta (205 l), el SEAT Ibiza (292 l), el Renault Clio (288 l) o el Peugeot 208 (285 l) es más pequeño.
El RS se distingue del resto de la gama porque tiene llantas de 17” («Gigaro»), pinzas de freno pintadas en color rojo y paragolpes delantero y trasero de diseño diferente. El techo se puede elegir en color blanco, plata o negro, en función de la tonalidad del resto de la carrocería. De serie tiene luz de marcha diurna con lámparas halógenas, aunque, opcionalmente, este tipo de iluminación puede ser sustituida por diodos luminosos LED. Las llantas se puede pedir en cuatro colores: blanco, negro, gris o cromado.
Información disponible en km77.com de los Škoda Fabia que ya no se venden
Modelo | Información disponible en km77.com |
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