El Smart es un coche con mucho espacio para dos personas. Hay altura de sobra y hay espacio para que un conductor alto conduzca a gusto y que el pasajero pueda estirar las piernas. La anchura sólo es suficiente y, si el pasajero lleva el asiento muy adelantado, su pierna puede estorbar al cambiar de marcha.
Una ventaja adicional de este espacio interior es que, operaciones como entrar, salir, sentarse o colocar a un niño en su silla son muy cómodas. A ello contribuyen la altura a la que está el suelo y el vano que deja la puerta, que es muy grande. El asiento del conductor no tiene ajuste de altura y el del pasajero tampoco lo tiene de inclinación en el respaldo.
El maletero es pequeño en términos absolutos, aunque no es menor que el de un Volkswagen Lupo, por ejemplo. No tiene portón trasero; la luna se abre hacia arriba y una portezuela hacia abajo. El plano de carga es alto pero, si hay que colocar objetos pesados, ayuda que la portezuela quede horizontal, sujeta por cables de acero. Se puede ganar maletero si se pliega el respaldo del asiento derecho, pero no mucho.
No hay muchos lugares donde dejar cosas pequeñas, sobre todo porque la documentación del coche y el manual ocupan casi todo el espacio que hay en una de las redes que llevan cada puerta. No tiene guantera, pero sí un hueco a la derecha del volante donde caben unas gafas de sol, el teléfono, las llaves o el mando del garaje. Un maletín o una mochila no muy voluminosa caben en el hueco tras los asientos, si no están completamente echados para atrás.
Hay cuatro ganchos para colocar prendas de abrigo: uno detrás de cada asiento y otro justo detrás de cada puerta. Los de los asientos tienen el inconveniente de que están bajos, de manera que hasta una americana puede rozar con el suelo.
El coche se abre y cierra con un mando a distancia, las puertas no tienen cerraduras. Si el mando no funciona, es posible entrar en el coche porque el portón sí tiene cerradura, pero no arrancarlo. Eso puede ocurrir si el mando se queda sin pila (el coche avisa con antelación si se están agotando) o si hay algún sistema que interfiera con la recepción de radiofrecuencia; para evitar esto último, Smart está reemplazando los mandos de radio por los de infrarrojos.
Los mandos que tiene están casi todos a mano del conductor, pero algunos están lejos (la ventanilla derecha, que está en la misma puerta) y otros que están escondidos (el botón para seleccionar el cuentakilómetros parcial o el termómetro exterior). Otro fallo de algunos mandos (como los del elevalunas) es que no están iluminados.
El sistema de ventilación es bueno. En carretera entra aire suficiente sin necesidad de conectar el ventilador (necesario para que funcione el aire acondicionado) y, en ciudad, la velocidad mínima del ventilador también puede ser suficiente (y no hace mucho ruido). El aire acondicionado tiene dos grados de intensidad, el menos intenso es suficiente para una temperatura templada. La versión Diesel tiene un calefactor eléctrico adicional, además del sistema de calefacción normal que aprovecha el calor del motor. Este calefactor sólo entra en funcionamiento cuando se pone la entrada de aire caliente al máximo.