El XLV Concept es un prototipo con carrocería de todoterreno y un sistema de impulsión híbrido. Mide 4,43 metros de longitúd, 1,84 metros de anchura y 1,60 metros del altura, unas proporciones similares a las de un KIA Sportage o un Hyundai IX35. La distancia entre ejes es 2,60 metros.
El sistema de impulsión está compuesto por un motor Diesel de 1,6 litros de cilindrada (SsangYong no dice la potencia) y uno eléctrico de 14 CV que se alimenta de la electricidad acumulada en una batería de iones de litio. Las emisiones de CO2 son 98 gramos por kilómetro recorrido, que corresponden a un consumo de carburante de 3,7 l/100 km.
El habitáculo del XLV Concept tiene siete plazas distribuidas en tres filas de asientos, algo poco habitual en un vehículo de este tamaño. El asiento central de las plazas posteriores tiene la particularidad de que se puede desplazar a través de un carril, pudiendo elegir su ubicación entre la segunda y tercera fila de asientos.
Este prototipo incorpora elementos de equipamiento que no están disponibles en ningún modelo de SsangYong que se se comercializa en la actualidad, como un programador de velocidad activo, un sistema de alerta por cambio involuntario de carril o unos faros de ledes adaptativos para todas las funciones.