Según nuestras mediciones, las prestaciones del Avensis Wagon D-4D 177 CV son las que corresponden a un coche de su potencia, como un Opel Vectra 3.0 V6 CDTi 24V (más información). Y son algo inferiores a las de algunos coches que declaran menor potencia, como un BMW 320d o un Skoda Octavia 2.0 TDI 140 CV (más información).
Cuando se conduce no da la sensación de ser tan potente, al menos en comparación con otros similares, porque el motor es muy suave en la entrega de potencia. No es un coche que responda con rapidez a las solicitudes del acelerador.
Destaca por el empuje que tiene en la zona alta del cuentavueltas y que hace aprovechable todo el régimen de giro del motor cuando se necesita la mayor aceleración posible.
Otro motivo por el que puede parecer menos rápido de lo que es en realidad es por lo silencioso que resulta a cualquier velocidad. Un BMW 320d es un poco más ruidoso. También resulta más silencioso que otros Diesel con mayor número de cilindros, como el 2.4 JTD 20V del Lancia Thesis (prueba) o el D5 de Volvo (más información de este motor), ambos de cinco cilindros y 185 CV.
A partir de 160 km/h (aproximadamente) aparecen unos silbidos aerodinámicos procedentes de los retrovisores que resultan molestos.
Tampoco queda muy lejos, por suavidad de funcionamiento y ruido, de motores de seis cilindros como el 2.7 TDI del Audi A6, el del Mercedes-Benz E 280 CDI o el ya mencionado 3.0 V6 CDTi 24V que monta el Vectra.
El consumo en autovía, por el recorrido habitual a una velocidad media que permite recorrer 210 km en hora y media ha sido de 7,6 l/100 km. En otro recorrido más corto por autovía, pero sin desniveles, el consumo bajó hasta 7,1 l/100 km. Callejeando por ciudad, el gasto se estabilizó en 11,6 l/100 km.
Según estos datos, por carretera el consumo es muy similar al de coches menos potentes (de entre 140 y 150 CV); en cambio, en ciudad sí que hay una diferencia apreciable con ellos. El desarrollo en sexta del Avensis es aproximadamente un 10 por ciento más largo que el del un Audi A4 TDI 140 CV (prueba) o el de un Opel Astra 1.9 CDTi 150 CV (prueba).
En comparación con un Avensis D-4D de 116 CV (prueba), el de 177 CV tiene un tacto más suave, tanto por la suspensión (algo menos firme pero que contiene los movimientos de la carrocería de forma satisfactoria), como por la dirección o los pedales. Además de más rápido, es menos ruidoso, sale mejor desde parado (es más fácil que se cale al arrancar el de 116 CV), y tiene mejor respuesta a pocas revoluciones.