Toyota Land Cruiser (2010) | Impresiones del interior

El Toyota Land Cruiser es un coche amplio, tanto en la versión de tres como de cinco puertas, principalmente por la anchura.

La de cinco puertas puede tener siete plazas dispuestas en tres filas de asientos (2+3+2). Los asientos de la segunda fila (imagen) se pueden desplazar sobre un recorrido total de 135 mm. Además se pueden abatir por secciones (40:20:40). El asiento del lado derecho se adelanta 33 cm para dejar acceso a la tercera fila. El hueco que deja libre no es muy grande y, por tanto, el acceso a la tercera fila no es cómodo.

Los dos asientos de la tercera fila son opcionales. Se pueden guardar fácilmente, los dos o uno sólo, bajo el piso del maletero cuando no son necesarios. En el Land Cruiser anterior los asientos de esta tercera fila se plegaban hacia el lateral. En función del nivel de equipamiento hay previsto un dispositivo eléctrico para plegar o desplegar estos asientos (vídeo). La maniobra se realiza en 7 segundos y se puede hacer desde los botones que hay en el maletero (imagen) y los que hay en el habitáculo, sobre el paso de ruedas trasero (imagen).

El espacio mínimo y máximo disponible para las piernas en la segunda y tercera fila es el mismo según nuestras mediciones. Es decir, con los de la segunda fila totalmente adelantado el espacio para las piernas en la tercera es el mismo que cuando los de la segunda están retrasados por completo. Los cinturones de las plazas laterales de la segunda fila tienen regulación en altura, como los de las plazas delanteras. El cinturón de la plaza central está integrado en la estructura del asiento. El conductor y su acompañante pueden vigilar a los ocupantes de las plazas traseras gracias a un segundo retrovisor interior (imagen).

Al habitáculo se sube. El piso está a una distancia considerable del suelo y los estribos que tienen todas las versiones, excepto la GX, son de gran ayuda. También evitan que el barro llegue a la zona del marco de la puerta contra la que suele rozar la pierna al salir del coche. En la parte inferior de la carrocería hay dos luces (excepto en el VX), a cada lado, que iluminan el suelo y el estribo (imagen).

Todas las versiones tienen acceso y arranque sin llave. Basta con llevar el mando cerca (en un bolsillo o en el bolso) para abrir y cerrar el coche.

Los asientos delanteros (imagen) son cómodos para conducir por ciudad o en viajes por carreteras de curvas de radio amplio. En carreteras de montaña sujetan poco el cuerpo, al menos cuando están tapizados con piel.

El lateral de la consola está acolchado, en la zona donde apoya o puede golpear la rodilla del conductor y el pasajero. A mí, al conducir, la pierna me da contra el canto de la consola (que es duro) no en el acolchado. De pasajero, que tenía las piernas más estiradas, sí me apoyaba en el acolchado.

Los mandos están colocados con la dispersión que es habitual en muchos modelos de Toyota. Por ejemplo, los relacionados con la suspensión neumática y la amortiguación variable (si las tiene) quedan en el salpicadero, a la derecha del volante (imagen) y ocultos a la vista mientras se conduce. Pero también hay botones al lado izquierdo (imagen), junto al cuadro de instrumentos (imagen), además de los habituales en la columna de la dirección, la consola y las puertas. Los mandos del climatizador y del equipo de sonido (imagen) son muy grandes; según Toyota han sido diseñados para facilitar su uso incluso con guantes.

La pantalla que hay en la consola puede ser de 4,2” o 7”, ambas muestran imágenes en color. El sistema de reconocimiento de órdenes por voz no es tan bueno como el que tienen otros coches ya que, por ejemplo, no permite introducir un destino en el navegador.

Los materiales de recubrimiento que hay en el habitáculo dan buena sensación, aunque no tanta como los de un Volkswagen Touareg. Los ajustes si me parecen irreprochables. Circulando por caminos no he oído ruidos provenientes de desajustes.

La guantera que hay entre los dos asientos delanteros es muy grande (caben cuatro botellas de medio litro) y está refrigerada mediante una salida del sistema de climatización. Opcionalmente, puede ser una nevera que es capaz de enfriar más las bebidas (imagen) y que funciona con el compresor del aire acondicionado.

En las dos primeras filas de asientos hay tomas de corriente de 12 V. En el maletero hay una toma de 220 V (imagen), excepto en la versión menos equipada, donde se puede enchufar una neverita o un ordenador portátil. En las plazas delanteras hay una toma USB y una AUX para conectar un reproductor externo de música o una memoria. En las traseras puede haber un monitor en el techo y unas conexiones para fuentes de audio.

Maletero

Se accede a él abriendo lateralmente el portón. Se abre hacia el lado derecho, que es el menos apropiado en aquellos países —como España— en los que se circula por la derecha de la calzada; al aparcar, la acera suele quedar en ese lado. Hay un amortiguador en el portón para que no se cierre solo. También se puede abrir el cristal independientemente del portón.

Hay un amortiguador para que sujete parcialmente el portón al abrirlo. Además, girándolo unos grados se puede bloquear para que el portón quede fijo, algo útil si aparcamos el coche en una pendiente. Introducir la carga, si es pesada o muy voluminosa, requiere un esfuerzo grande porque el piso del maletero está muy alto (imagen).

El maletero es grande. En la versión de tres puertas tiene 381 litros de capacidad y el paralelepípedo máximo que cabe es de dimensiones 60x110x53 (profundo, ancho y alto hasta la bandeja cubre equipaje). En la de cinco puertas, tiene 621 litros si es la versón «GX» con 5 asientos o 553 litros si es de siete con los de la última fila plegados (imagen). En este último caso, cabe un paralelepípedo de 93x110x37 con los asientos de la segunda fila lo más retrasados posible (si están adelantados hay 13 cm más); si se utilizan las siete plazas, tan sólo hay 19 cm de distancia entre el respaldo y el portón (imagen).

En el maletero hay unos raíles (en las versiones VXL y Limited) para utilizar en ellos unos sistemas para organizar la carga (estos elementos se venden como accesorios) y en la parte interior del portón unos huecos con tapas para las herramientas (imagen).

Toyota Land Cruiser (2010) | Impresiones de conducción

El Land Cruiser no tiene el tacto de otros vehículos con carrocería de todoterreno pensados para un uso casi exclusivo en asfalto. El conductor lo notará «pesado» porque la carrocería se inclina de forma evidente al tomar las curvas y porque no es tan rápido en los cambios de apoyo como un Audi Q7 o un BMW X5. Además la carrocería cabecea mucho en las frenadas. No tiene un equilbrio entre su conducción por carretera y fuera de ella tan bueno como el Volkswagen Touareg. Un Jeep Grand Cherokeetambién es efectivo fuera del asfalto y algo torpe en él, aunque no tanto como el Land Cruiser.

El paso por curva no es rápido por todo lo anterior y porque, al menos con las ruedas mixtas (Bridgestone Dueler H/T (840) 265/60 R18 109 H) que tenía la unidad que hemos probado, la adherencia no era grande.

Es un coche cómodo, tanto con la suspensión normal como con la de muelles neumáticos traseros y amortiguación variable. En caminos rotos, la suspensión filtra muy bien las imperfecciones del terreno. En este aspecto se parece mucho al Jeep Grand Cherokee. Con el sistema «KDSS» (sólo lo tiene la versión VXL; más información) estas imperfecciones se mitigan aún más (apenas se sienten, ni en el volante). Ante baches profundos también resulta muy eficaz por cómo amortigua el impacto. Me ha dado la sensación de que la suspensión trasera es más seca que la delantera en la versión con muelles traseros neumáticos, algo que no he notado con los muelles normales (éste con carrocería de tres puertas). Más información de la conducción fuera del asfalto.

Una mejora muy evidente en este nuevo modelo es la dirección. Tiene mejor tacto que antes y transmite lo que sucede en el contacto entre las ruedas y el suelo pero sigue siendo poco directa, debido principalmente a la deriva de los neumáticos.

El motor turbodiésel es suficiente para mover con cierta facilidad el Land Cruiser hasta las velocidades máximas permitidas en España. En ocasiones se puede echar en falta un motor más potente para poder circular con mayor agilidad en carreteras con pendientes o para adelantar en menos espacio, sobre todo con el coche cargado. Es un motor de cuatro cilindros (en vez de seis que suelen tener otros todoterrenos de este precio) y no tiene un funcionamiento especialmente suave ni refinado. A velocidad constante el ruido del motor pasa más o menos desapercibido, pero al acelerar se oye con claridad desde el habitáculo.

El Land Cruiser 3.0 D-4D VXL 5p pesa entre 2.285 y 2.490 kg (en función del equipamiento). Nosotros hemos medido que necesita 10,3 segundos para acelerar de 80 a 120 km/h, que es mucho tiempo ( algo menos —0,7 segundos— que lo que tardó el Jeep Wrangler Unlimited de 177 CV; ficha técnica comparativa). Un Mercedes-Benz ML 300 CDI de 204 CV (y 2.185 kg; ficha técnica comparativa) empleó sólo 6,7 segundos.

Ni es rápido, ni gasta poco. En nuestro habitual recorrido por autovía —ida y vuelta, un total de 143 km, a 120 km/h de media— ha gastado 10,8 l/100 km. En ciudad, es normal ver que el ordenador de consumo indica más de 16 l/100 km.

La caja de cambios automática no está a la altura de las mejores cajas de hoy en día de este tipo: cuando se somete al motor a poca carga o se levanta el pie del acelerador deja que caiga de vueltas hasta el ralentí para volver a recuperar el régimen de giro normal cada vez que se acelera de nuevo para ganar velocidad o conservar la que llevamos (el convertidor no se queda bloqueado). Esto, en carreteras de montaña o caminos, donde hay que ir ahuecando o acelerando y frenando constantemente, resulta molesto. Tiene una función de manejo secuencial que sirve para bloquear la marcha más larga, no para seleccionar una en concreto. Los cambios son suaves y no rápidos (tampoco muy lentos).

El cambio manual es de seis relaciones. La palanca se maneja con suavidad pero los recorridos son muy largos. En el coche que he probado, la palanca vibra de forma muy evidente (tanto con el coche detenido como en movimiento).Con la caja manual hay un indicador en el cuadro de instrumentos que recomienda subir o bajar de marcha; con la automática se enciende una luz si la conducción es eficiente (desde el punto de vista del consumo). La palanca de cambios (tanto de la caja manual como de la automática) está muy retrasada y el codo puede golpearse contra el apoyabrazos.

 

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